El terrible da?o de Trump a la poblaci¨®n rural
Los principales seguidores del presidente son a la vez sus principales v¨ªctimas por las mentiras que ¨¦l repite
Seg¨²n informa Politico, los economistas est¨¢n huyendo del Servicio de Investigaci¨®n Econ¨®mica del Departamento de Agricultura. Seis de ellos dimitieron en un solo d¨ªa el mes pasado. ?La raz¨®n? Se sienten perseguidos por publicar informes que arrojan una luz poco favorable sobre las pol¨ªticas de Trump.
Pero estos informes solo reflejan la realidad. El Estados Unidos rural es una parte fundamental de la base electoral de Donald Trump. De hecho, las zonas rurales son las ¨²nicas partes del pa¨ªs en las que Trump tiene un ¨ªndice de aprobaci¨®n positivo. Pero tambi¨¦n son las que m¨¢s salen perdiendo con sus pol¨ªticas. A fin de cuentas, ?qu¨¦ el trumpismo? En 2016, Trump pretend¨ªa ser un tipo distinto de republicano, pero en la pr¨¢ctica casi todo su programa econ¨®mico ha sido el habitual del Partido Republicano: grandes bajadas de impuestos para las empresas y los ricos y al mismo tiempo despedazar el colch¨®n de protecci¨®n social.
Y todas estas pol¨ªticas han perjudicado enormemente a las zonas agr¨ªcolas.
El recorte fiscal de Trump no beneficia a los agricultores, porque no son empresas, y pocos de ellos son ricos. Uno de los estudios de los economistas del Departamento de Agricultura que provoc¨® la ira de Trump mostraba que, en la medida en que a los agricultores se les aplicaba una bajada de impuestos, la mayor¨ªa de los beneficios eran para el 10% m¨¢s rico, mientras que los agricultores pobres en realidad sufrieron un ligero incremento impositivo. Y al mismo tiempo, el ataque al colch¨®n de protecci¨®n es especialmente perjudicial para el Estados Unidos rural, que depende mucho de los programas de seguridad. De los 100 condados con el porcentaje m¨¢s elevado de poblaci¨®n que recibe vales de comida, 85 son rurales, y la mayor parte del resto se encuentra en zonas metropolitanas peque?as. La ampliaci¨®n de Medicaid con la Ley de Atenci¨®n Sanitaria Asequible, que Trump sigue intentando eliminar, tuvo sus efectos positivos m¨¢s importantes en las zonas rurales.
Y estos programas son fundamentales para los estadounidenses de las zonas rurales, aunque no reciban personalmente la ayuda del Gobierno. Los programas de protecci¨®n social generan poder adquisitivo, lo que ayuda a crear empleo rural. Medicaid tambi¨¦n es un elemento esencial para mantener vivos los hospitales rurales.
?Y qu¨¦ hay del proteccionismo? El sector agr¨ªcola estadounidense depende enormemente del acceso a los mercados mundiales, mucho m¨¢s que el conjunto de la econom¨ªa. Los cultivadores de soja estadounidenses exportan la mitad de lo que producen; los cultivadores de trigo exportan el 46% de su cosecha. China, en concreto, se ha convertido en un mercado clave para los productos agr¨ªcolas estadounidenses. Por eso la reciente rabieta tuitera de Trump por el comercio, que aument¨® las perspectivas de una escalada de la guerra comercial, hizo que los mercados de cereales registrasen su nivel m¨¢s bajo en 42 a?os.
Por cierto, es importante saber que lo que amenaza a los agricultores no son solo las represalias extranjeras por los aranceles de Trump. Uno de los principios fundamentales en la econom¨ªa internacional es que, a la larga, los impuestos sobre las importaciones acaban siendo tambi¨¦n impuestos sobre las exportaciones, normalmente porque impulsan el d¨®lar al alza. Si el mundo se sume en una guerra comercial, las importaciones y las exportaciones estadounidenses disminuir¨¢n, y los agricultores, que son algunos de nuestros mayores exportadores, ser¨¢n los que m¨¢s pierdan.
?Por qu¨¦ raz¨®n, entonces, apoyan a Trump las zonas rurales? Los factores culturales tienen mucho que ver. En concreto, los votantes de las zonas rurales se muestran mucho m¨¢s hostiles a los inmigrantes que los votantes urbanos, especialmente en las comunidades en las que se encuentran pocos inmigrantes. Por lo visto, la falta de familiaridad engendra el desprecio.
Los votantes rurales tambi¨¦n se sienten insultados por las ¨¦lites costeras, y Trump ha logrado canalizar su enfado. Estoy seguro de que muchos votantes rurales, si llegasen a leer esta columna, reaccionar¨ªan con rabia, no contra Trump, sino contra m¨ª: ¡°De modo que piensa que somos est¨²pidos¡±.
Sin embargo, el apoyo a Trump podr¨ªa empezar a resquebrajarse si los votantes rurales se diesen cuenta de lo mucho que les perjudican sus pol¨ªticas. ?Qu¨¦ deber¨ªa hacer un trumpista?
Una de las respuestas es repetir las mentiras zombis. Hace algunas semanas, Trump dijo en un mitin que sus rebajas del impuesto estatal han ayudado a los agricultores. Pero es totalmente falso; PolitiFact la calific¨® de ¡°mentira cochina¡±. La realidad es que en 2017 solo unas 80 ¡ªs¨ª, s¨ª, 80¡ª explotaciones agr¨ªcolas y empresas con pocos propietarios pagaron alg¨²n impuesto estatal. Los cuentos de granjas familiares arruinadas por pagar impuestos estatales son pura ficci¨®n.
El caso es que el ataque a la verdad tendr¨¢ consecuencias que van m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica. El Departamento de Agricultura no tiene que ser un coro de palmeros de quien est¨¦ en el poder. Como se afirma en su declaraci¨®n de objetivos fundamentales, su funci¨®n es realizar ¡°una investigaci¨®n econ¨®mica objetiva de alta calidad para aportar informaci¨®n y reforzar la toma de decisiones p¨²blica y privada¡±. Y no es una mera fanfarronada: junto con la Reserva Federal, el Servicio de Investigaci¨®n es un perfecto ejemplo de c¨®mo la buena econom¨ªa puede ser ¨²til. Sin embargo, ahora la capacidad del servicio para hacer su trabajo se est¨¢ deteriorando, porque Trump no cree en la pol¨ªtica basada en hechos. B¨¢sicamente, no cree en los hechos, y punto. Todo es pol¨ªtico.
?Y qui¨¦n pagar¨¢ el pato de este deterioro? Los estadounidenses rurales. Los principales seguidores de Trump son sus principales v¨ªctimas.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2019. Traducci¨®n de News Clips
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