De la mercromina al ¡®streaming¡¯: as¨ª ha cambiado la cesta de la compra en democracia

En 1976, cuarenta de cada 100 pesetas que se gastaba una familia al mes en Espa?a se destinaban a comprar comida. Podr¨ªa pensarse, aunque no es cierto, que hoy en d¨ªa comemos mucho menos porque en alimentaci¨®n gastamos algo m¨¢s de la mitad, 22,79 euros de cada 100. Entonces, adem¨¢s, las heridas se curaban con mercromina y no hab¨ªa ocio, sino esparcimiento, lo que inclu¨ªa acudir a bo?tes. Son solo unos ejemplos sacados de los ?ndices de Precios de Consumo, el de 1976 y el actual, que data de 2016. Los cambios experimentados por estos ¨ªndices dice mucho de la evoluci¨®n de Espa?a en los 40 a?os largos que van del final de la dictadura franquista a la actualidad.

Comparar los IPC de 1976 y de 2019 depara algunas sorpresas, curiosidades y, para las personas de cierta edad, no poca nostalgia. Para empezar, no se puede hablar de IPC precisamente hasta 1976, que es cuando el INE se rinde a los "rigoristas del lenguaje" y sustituye el concepto "coste de la vida" por "precios de consumo". As¨ª lo constat¨® Jos¨¦ Montes Fern¨¢ndez, director general del INE entre 1979 y 1980, en su presentaci¨®n de la metodolog¨ªa de 1976, que se comenz¨® a usar a partir del 1 de enero de 1977.

Aquel primer IPC, cuyos secretos se pueden consultar en la biblioteca del INE en Madrid, incluy¨® en la cesta 378 art¨ªculos, distribuidos en ocho categor¨ªas (grupos), frente a los 255 en cinco grupos de los anteriores ¨ªndices de "coste de la vida" que se elaboraban desde la Guerra Civil. En el IPC actual, con base 2016, se distribuyen en 12 grupos 479 art¨ªculos, 10 menos que en la base anterior de 2011. En 2001 se estableci¨® ese sistema de 12 grupos y cada cinco a?os se da entrada a nuevos productos y se eliminan los que los cambios en los h¨¢bitos de consumo han desterrado. Por ejemplo, el IPC de 1976 empieza a incluir "los gastos derivados de la ocupaci¨®n de una vivienda en propiedad", mientras que hoy en d¨ªa han desaparecido las telas para confecci¨®n de vestidos.

Los productos tecnol¨®gicos son los que m¨¢s entran y salen de los ¨ªndices, aunque tambi¨¦n se aprecia c¨®mo ha evolucionado la alimentaci¨®n. Se gastaba m¨¢s en comida y bebida en casa, un 40% del presupuesto, frente al 22,79% actual. Sin embargo, infinidad de productos hoy habituales en los supermercados ni exist¨ªan. No hab¨ªa pizzas en la cesta de la compra de 1976, por ejemplo, ni bolsas con hojas de lechugas, can¨®nigos o espinacas, ni cereales para el desayuno, pero s¨ª Phoscao, huesos de san Expedito (como masas fritas, en la r¨²brica de cereales y sus derivados) o babosas (en la de otras carnes, junto a los caracoles), a modo de ejemplo. Los platos preparados ahora tienen una alacena propia en el IPC (0,2% del gasto familiar en 2019), mientras que en 1976 se inclu¨ªan en las de la carne, el pescado o la verdura junto con otros productos, lo que dificulta la comparaci¨®n. La secci¨®n de congelados de cualquier supermercado actual tiene poco que ver con la de mediados de los 70. Eso s¨ª, a comer fuera entonces se dedicaba el 5,9%, mientras que hoy es casi el doble, un 10,7%.

M¨¢s gasto en tabaco y menos en alcohol

Aunque suene contraintuitivo, gastamos hoy mucho mayor porcentaje del presupuesto del hogar en tabaco (un 2,17%) que hace 40 a?os (un 1,65%), probablemente por un incremento de precio del tabaco por encima del IPC general empujado por las subidas fiscales. En cambio, el presupuesto para bebidas alcoh¨®licas se ha reducido de un 2,2% a un 0,85%.

Uno de los h¨¢bitos que ha experimentado una evoluci¨®n m¨¢s significativa es el de moverse. La partida de transporte, que inclu¨ªa en 1976 las comunicaciones (cartas, telegramas y tel¨¦fono) supon¨ªa casi el 10% del gasto, mientras que actualmente asciende al 18,26% (14,67% en transporte y 3,6% en comunicaciones: tel¨¦fono fijo, m¨®vil e internet). En 1976 no se contemplaba el gasto en loter¨ªas y juegos de azar, que se introdujo en 2016 y que pesa un 1,3% en el presupuesto de las familias. S¨ª, en cambio, se recog¨ªa el gasto en armas para la defensa personal (r¨²brica 57, art¨ªculos de uso personal), mientras que ahora solo se registra el gasto en armas deportivas. Los espa?oles de hace 43 a?os gastaban un 3,37% de su presupuesto dom¨¦stico en Medicina y Conservaci¨®n de la Salud, partida que inclu¨ªa la mercromina y las microlentillas graduadas. Hoy, gastamos un poco m¨¢s, un 3,96%, pero llevamos lentes de contacto y compramos productos homeop¨¢ticos.

El tiempo libre tambi¨¦n es distinto. Para empezar, el INE lo llamaba entonces esparcimiento o solaz y lo agrupaba junto a la ense?anza (EGB, BUP, FP y universitaria). A esparcirse, lo que inclu¨ªa el gasto en libros, cines, teatros, etc¨¦tera (cultura), dedicaban las familias espa?olas 4,5 pesetas de cada 20 duros, mientras que ahora, el grupo ocio y cultura se lleva casi el doble (8,52%). En ese ocio, hoy se incluyen infinidad de productos y servicios tecnol¨®gicos que en 1976 ni se so?aban, desde dispositivos como tablets o m¨®viles a suscripciones a servicios de streaming como Spotify, Netflix o los paquetes de televisi¨®n de pago. De hecho, la lista de productos m¨¢s habituales que contemplaba el INE ese a?o apenas recoge las c¨¢maras fotogr¨¢ficas (adem¨¢s de sus carretes y su revelado), los radiocasettes, los tocadiscos y los televisores.

Lo que no ha cambiado tanto en los ¨²ltimos 40 a?os es el m¨¦todo de recogida de los precios. Seg¨²n explica el INE, unos 200 entrevistadores re¨²nen mensualmente 220.000 precios en 33.000 establecimientos, con unos cuestionarios de papel ¡ªen breve dispondr¨¢n de dispositivos electr¨®nicos¡ª m¨¢s sencillos que los que se usaban en 1976 para recoger 166.000 precios en 14.000 establecimientos. Para determinar la ponderaci¨®n de cada partida en el ¨ªndice, se recurre a la Encuesta de Presupuestos Familiares, para la que el INE pregunta a 24.000 familias cada a?o (25.000 en 1976) en qu¨¦ se gastan el dinero, tanto mediante visitas al hogar como con cuestionarios que los elegidos rellenan durante una o dos semanas.