Qu¨¦ hacer para evitar vetos como el de Huawei
Las empresas espa?olas con intereses en China y otros pa¨ªses ¡®castigados¡¯ por EE UU aceleran sus estrategias de ¡®lobby¡¯ para salir indemnes
El veto de Donald Trump a la compa?¨ªa china Huawei ha hecho saltar las alarmas porque ¡°el mundo ordenado que conoc¨ªamos se est¨¢ desmoronando¡±, afirma ?ngel Saz, director de ESADEgeo. Hay un nuevo terreno de juego. Incierto para las grandes corporaciones. La era post Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), dinamitada por Estados Unidos, en la que las relaciones comerciales no se basan en reglas establecidas internacionalmente sino en el poder pol¨ªtico, en la lucha entre potencias, explica. Y ah¨ª las organizaciones empresariales son muy vulnerables, est¨¢n muy expuestas.
Realmente poco puede hacer Huawei tras el boicot de Estados Unidos y el posterior rechazo de Google a actualizar las aplicaciones de los m¨®viles de la compa?¨ªa. ¡°Huawei llega tarde para defender su posici¨®n. No puede hacer nada porque la batalla es m¨¢s grande que ella misma. Le ha pillado el fuego cruzado entre Estados Unidos y China¡±, aprecia Yago de la Cierva, profesor de IESE. ¡°Ten¨ªa que haber actuado antes para construirse un perfil social y pol¨ªtico, de manera que no fuese percibida como el brazo ejecutor del Gobierno chino¡±. A su juicio, las grandes empresas han de contar con una agenda p¨²blica porque las pol¨ªticas de los reguladores afectan directamente a sus negocios; tienen que hacer lobby para defender sus derechos, una presi¨®n que solo es efectiva cuando act¨²an con anticipaci¨®n.
En estos d¨ªas se aprecia gran trasiego de empresas espa?olas con intereses en China u otros mercados castigados por la Administraci¨®n de Estados Unidos, como Venezuela o Cuba, en el Departamento del Tesoro americano para conseguir exenciones a las posibles sanciones. Est¨¢n activando todos sus recursos para hacer lobby y llegar as¨ª a los halcones que pueden influir sobre las decisiones de Trump. Compa?¨ªas como Repsol, Siemens Gamesa, Gestamp, Mondrag¨®n o Meli¨¢ desfilan por los centros de decisi¨®n de Washington en un intento de defender sus negocios. Solo en Espa?a Huawei reconoce que sus ventas han ca¨ªdo un 26,36% entre el 13 y el 20 de mayo, tras el veto estadounidense. Aunque, dice, que no cree que esto tenga un gran impacto en el negocio a largo plazo. "Nuestras previsiones no han variado en absoluto", agrega la compa?¨ªa china al tiempo que dice que su objetivo es la innovaci¨®n y garantizar el suministro 100% a sus clientes.
¡°Vemos un auge fort¨ªsimo de los asuntos p¨²blicos y el lobby empresarial en Espa?a¡±, sostiene Mar¨ªa Rosa Rotondo, socia directora de la consultora Political Intelligence y presidenta de la asociaci¨®n espa?ola de lobistas (APRI) y de la europea (PACE), quien a?ade que en Bruselas hay 30.000 lobistas inscritos frente a los 15.000 de Washington.
Pero la presi¨®n no es la ¨²nica respuesta de las grandes corporaciones espa?olas ante la guerra comercial. Mondrag¨®n, por ejemplo, que lleva 25 a?os en China (donde factura 320 millones de euros, cerca del 10% del negocio exterior) asegura que la ca¨ªda actual de sus vol¨²menes de producci¨®n es in¨¦dita en el grupo, informa Zigor Aldama. La cooperativa de origen vasco ha tenido que derivar parte de su producci¨®n a M¨¦xico a fin de limitar los efectos de los aranceles impuestos por EE UU, en una batalla que el presidente de Mondrag¨®n Internacional, Oskar Goitia, afirma que est¨¢ teniendo consecuencias econ¨®micas tanto en China como en Europa. Y no solo. Uno de los efectos inmediatos de la subida de los aranceles, advierte Goitia, es la ca¨ªda de las ventas de veh¨ªculos en EE UU, que podr¨ªa superar las 300.000 unidades. El directivo prev¨¦ un reajuste de las producciones en los distintos mercados de los fabricantes.
Redirigir la actividad
Siemens Gamesa admite que la pol¨ªtica arancelaria de Estados Unidos le ha impactado, sin matizar cu¨¢nto, hasta el punto de tener que redirigir parte de sus suministros a diferentes proveedores para mitigar parcialmente la situaci¨®n. Al final, la multinacional estima que ¡°los diversos anuncios arancelarios impactar¨¢n en un aumento de los costes de todo tipo de generaci¨®n de energ¨ªa, translad¨¢ndose a los contribuyentes¡±.
Mientras tanto, otras compa?¨ªas como Seat no se amilanan ante la guerra comercial y pretenden desembarcar en el pa¨ªs asi¨¢tico en dos o tres a?os para vender veh¨ªculos el¨¦ctricos en el primer mercado del mundo. Para ello acaba de firmar un acuerdo con las autoridades chinas. Bien es verdad que la automovil¨ªstica no tiene intereses en Estados Unidos. Lo primero a desarrollar, indica la compa?¨ªa, es un centro de I+D junto a su socio chino.
Esa es la principal v¨ªa de entrada en el pa¨ªs asi¨¢tico, demostrando que el compromiso con China es a largo plazo, indica ?ngel Saz, que recomienda a las empresas espa?olas reducir su exposici¨®n a las zonas conflictivas (ya sea Ir¨¢n, Cuba, Venezuela o la propia China y su ¨¢mbito de influencia) para evitar las represalias de EE UU. ¡°Deben decidir d¨®nde quieren estar, analizando los escenarios de riesgo y tener una puerta de salida mediante aparatos contractuales, acuerdos con los proveedores locales, joint-ventures con peque?as participaciones, invirtiendo gradualmente y, a ser posible, en activos l¨ªquidos¡±, expone.
Ante todo los expertos consultados coinciden en que las compa?¨ªas espa?olas deben hacer un frente com¨²n con las europeas que les permita defenderse porque los cambios en los entornos regulatorios y pol¨ªticos han llegado para quedarse.
La sociedad pide l¨ªderes activistas
Los directivos deber¨ªan bajar a la arena p¨²blica porque la sociedad pide a las empresas que intervengan en la resoluci¨®n de problemas sociales ante su desconfianza en los Gobiernos, seg¨²n Yago de la Cierva, de IESE. En EE UU los responsables de Google o de Apple han tomado partido frente a la pol¨ªtica migratoria de Trump, pero ¡°en Espa?a los ejecutivos rechazan pronunciarse y, a lo sumo, entran en temas marginales como las pol¨ªticas de trabajo porque creen que les afectan. Es cortedad de miras¡±, dice.
As¨ª lo demuestra un reciente estudio de la consultora Hotwire, que se?ala que el 88% de los consumidores considerar¨ªan dejar de comprar una marca involucrada en una crisis que fuese contra sus valores. Los problemas que m¨¢s preocupan a los espa?oles son el acoso sexual, la corrupci¨®n pol¨ªtica y la protecci¨®n del medio ambiente, asuntos en los que quieren que las compa?¨ªas se mojen. M¨¢s de la mitad de los directivos tambi¨¦n creen que sus empresas deben tomar partido en temas de inter¨¦s social y pol¨ªtico. Pero en Espa?a los l¨ªderes no se posicionan salvo cuando se trata de ir a favor de corrientes sociales, se?ala Ludi Garc¨ªa, directora de la consultora Hotwire. No corren riesgos.
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