As¨ª es la moto que puedes recargar en el sal¨®n de tu casa

Poco pod¨ªa pensar Carlos Sotelo en 2012 que la compa?¨ªa que hab¨ªa creado en ese momento se habr¨ªa convertido seis a?os despu¨¦s en la l¨ªder del mercado espa?ol en veh¨ªculos el¨¦ctricos. Pero as¨ª ha sido. Quiz¨¢s entonces tambi¨¦n era dif¨ªcil predecir que un problema que ten¨ªa Espa?a seguir¨ªa sin resolverse tanto tiempo despu¨¦s: la falta de puntos de recarga. Pero as¨ª ha sido tambi¨¦n. Y esa carest¨ªa puede ser lo mejor que le ha pasado. Porque ya entonces pensaba en crear una motocicleta el¨¦ctrica que no dependiera de esa infraestructura que es todav¨ªa caballo de batalla del sector de la movilidad. Cuando Sotelo ide¨® Silence ¡ªa trav¨¦s de la compa?¨ªa Scutum¡ª ten¨ªa una obsesi¨®n entre ceja y ceja: el ¨¦xito llegar¨ªa de una motocicleta el¨¦ctrica que se quedara en la calle, pero cuya bater¨ªa pudiera llevarse a casa o al trabajo para poderla cargar en cualquier enchufe. La compa?¨ªa ya le ha dado nombre a ese modelo, S01, y ha iniciado su preventa. Hace dos semanas.

"El lanzamiento est¨¢ yendo muy bien, hemos logrado 400 compromisos de compra, lo que supone que potenciales compradores hayan decidido dejar como se?al 600 euros", explica Marc Camarasa, director financiero de la compa?¨ªa. Esa precompra supone comprometerse a pagar 5.999 euros por una motocicleta con unas especificaciones t¨¦cnicas similares (o algo superiores) a la de una de 125 cent¨ªmetros c¨²bicos y con una autonom¨ªa de unos 120 kil¨®metros. Pero el nuevo modelo supone, sobre todo, dar forma a la idea original de Sotelo: llevarse de forma c¨®moda, como si fuera una maleta con ruedas la bater¨ªa para cargarla en cualquier enchufe convencional. O, incluso, aprovechar esa bater¨ªa para conectar aparatos comunes, como un ordenador o un m¨®vil.

Salto adelante

Pese a ser una de las ideas originales de Silence, la nueva motocicleta representa dar un salto para la compa?¨ªa, posible sucesora de una larga retah¨ªla de marcas espa?olas que fueron una referencia de la industria mundial del motociclismo. Silence entra ahora con fuerza en un segmento en el que hasta ahora no hab¨ªa querido o sido capaz de hacerse un nombre: los particulares. Apremiada por lograr masa cr¨ªtica, la marca se centr¨® en el negocio de las empresas a trav¨¦s de dos modelos diferentes. Uno, m¨¢s barato, para alimentar las necesidades del creciente negocio de la moto compartida, que est¨¢ cambiando la movilidad en las grandes ciudades. Otro dise?o, de tres ruedas, estaba pensado para los mensajeros y la ejecuci¨®n de la ¨²ltima milla (una de las claves de futuro del comercio electr¨®nico). De esa forma, han logrado como clientes empresas p¨²blicas como Correos, BSM (del Ayuntamiento de Barcelona), Acciona o Scoot.

"No ha sido tan sencillo como pudiera parecer", apunta Camarasa, quien pone el acento en el desarrollo que ha sido necesario hacer para tener a punto la bater¨ªa. "Nuestro ¨¦xito, de momento, parte de un equipo que ha desarrollado un producto fiable, premium y con un ecosistema de socios y proveedores muy s¨®lido", dice el ejecutivo, que resalta el apoyo que han tenido por parte de algunos socios capitalistas de la empresa: Repsol, CaixaBank, el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnol¨®gico Industrial) y, posteriormente, MGS Seguros.

"La bater¨ªa es nuestro punto diferencial. Nosotros mismos hacemos el battery pack [la caja donde se insertan y conectan las bater¨ªas], que es la que nos permite dar las prestaciones que ofrecemos gracias, tambi¨¦n, a la optimizaci¨®n de esas bater¨ªas que permite nuestro propio software", se?ala el director financiero de la compa?¨ªa, seguro de que la autonom¨ªa de la S01 es mayor que la de otras motocicletas el¨¦ctricas con una potencia similar. Ese elemento, unido a la posibilidad de extraerla de forma sencilla, tiene que contribuir, en su opini¨®n, a que la gente "tome la decisi¨®n de pasarse a la moto el¨¦ctrica de una vez". "Nosotros ambicionamos liderar el sector", insiste.

De momento as¨ª es. Su moto made in Barcelona (como reivindican) pensada para los servicios de moto-sharing fue el veh¨ªculo el¨¦ctrico m¨¢s vendido en Espa?a el a?o pasado. Y la entrada en el segmento de los particulares deber¨ªa apuntalar esa posici¨®n, que les ofrece una cuota del 60% del mercado espa?ol de motos el¨¦ctricas y entre un 20% y un 25% del europeo. Sus cifras, 3.000 unidades vendidas el a?o pasado, muestran cu¨¢n peque?o es ese pastel hasta ahora. Y las previsiones de crecimiento de Silence tambi¨¦n son una se?al de los pasos que tendr¨¢ que dar la compa?¨ªa a partir de ahora. La planta que estren¨® en Molins de Rei en 2017 tiene una capacidad de producci¨®n de unas 10.000 unidades. Este a?o se prev¨¦ alcanzar las 8.000 unidades vendidas, que Camarasa equipara a la cifra de producci¨®n. Y la facturaci¨®n, seg¨²n las mismas previsiones, pasar¨¢ de los siete millones de euros de 2018 a los 30 millones en 2019. Y desde el departamento de comunicaci¨®n de la compa?¨ªa se subraya que los crecimientos estimados de ventas ser¨¢n de un 250% anual. A ese ritmo, la f¨¢brica actual podr¨ªa quedar superada apenas tres a?os despu¨¦s de su apertura.

?Hay intenci¨®n de buscar nuevos socios para acompa?ar ese fuerte desarrollo? "La compa?¨ªa tiene un crecimiento previsto y en funci¨®n de ese crecimiento pueden pasar cosas, pero no puedo informar sobre eso", responde Camarasa.

"Hemos invertido durante a?os en producto y ahora estamos en fase de empezar a cambiar el ciclo", afirma el director financiero en referencia a los resultados de la compa?¨ªa. En 2017, ¨²ltimo a?o en que se presentaron las cuentas al registro mercantil, la sociedad que explota la marca Silence perdi¨® 493.800 euros y presentaba un endeudamiento de siete millones de euros.

Adem¨¢s de las previsibles necesidades fabriles, en su objetivo de alcanzar el mercado de los particulares Silence se ha lanzado a la apertura de tiendas, que tienen el papel de concesionario y taller, por toda Europa. El objetivo es alcanzar una veintena al concluir el actual ejercicio, de la mano de proveedores solo para Silence u otras marcas que apuesten por la electromovilidad. Esa es una de las palancas que deben aguantar su crecimiento en el pr¨®ximo a?o.