Kydland: ¡°Los pol¨ªticos que ponen trabas al comercio son ingenuos y carecen de visi¨®n de futuro¡±
El economista noruego cree que las medidas extraordinarias de los bancos centrales contra la crisis han sido "innecesarias"
Harta de escuchar largas y tediosas explicaciones cuando o¨ªa la pregunta de por qu¨¦ gan¨® el Nobel de Econom¨ªa, la esposa de Finn Erling Kydland dio al fin con una respuesta r¨¢pida: ¡°Mi marido recibi¨® el premio por demostrar que los bancos centrales tienen que ser independientes¡±, resumi¨®. El interesado parece haber adoptado con gusto esta frase-eslogan como carta de presentaci¨®n.
¡°Trump trata de proteger su industria pero acabar¨¢ da?ando a EE UU¡±
Al encontrarse con EL PA?S el pasado 3 de junio, este economista noruego de 75 a?os ven¨ªa de visitar una escuela de un barrio humilde de Valencia. ¡°?Por qu¨¦ cambiamos la peseta por el euro?¡±, o ¡°?por qu¨¦ los bancos tienen tanto dinero?¡± eran algunas de las preguntas que le hicieron los estudiantes. Bastante dif¨ªciles. ¡°Para algunas me cost¨® dar con la respuesta adecuada¡±, admite. Esta entrevista, en cambio, le resulta mucho m¨¢s f¨¢cil.
Pese a que sus investigaciones se centran en series de datos hist¨®ricas y rechaza valorar acontecimientos actuales ¡ª¡°Odio decirle esto, pero no leo peri¨®dicos¡±, lanza con una sonrisilla mal¨¦vola lo que entiende que para un periodista es algo parecido a un sacrilegio¡ª, Kydland s¨ª tiene una opini¨®n muy clara sobre las tensiones comerciales que sacuden la econom¨ªa global y sobre el papel de los bancos centrales en la resoluci¨®n de la crisis. Y no se anda con rodeos: arremete por igual contra los l¨ªderes que han entrado en la carrera proteccionista como contra los gobernadores centrales que se apartaron de la ortodoxia para luchar contra la Gran Recesi¨®n de 2008.
Pero vayamos por partes. Una de las patas de su trabajo acad¨¦mico es el estudio de c¨®mo las interferencias pol¨ªticas da?an la econom¨ªa. Admite su sorpresa por los ataques furibundos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Jerome Powell, el hombre que ¨¦l mismo eligi¨® como jefe de la Reserva Federal. Ayer mismo, Trump acus¨® a Powell de ayudar a China con sus decisiones. ¡°Es un buen ejemplo de por qu¨¦ es importante la independencia del banco central. Trump podr¨¢ presionar, pero no puede hacer demasiado para influir en el organismo¡±, asegura.
Admite que jam¨¢s pens¨® que las crecientes trabas al comercio internacional fueran a proceder de EE UU, pa¨ªs donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. ¡°Estas decisiones est¨¢n impulsadas por pol¨ªticos ingenuos y sin visi¨®n de futuro¡±, asegura desde Valencia, donde, al igual que otros 18 Nobel, form¨® parte del jurado de los Premios Jaume I. Todos ellos se concentraban en el mismo hotel. As¨ª que al pasear por su jard¨ªn era dif¨ªcil dar un paso sin toparse con un m¨¦dico o un f¨ªsico galardonado con el premio, acompa?ado por su correspondiente entrevistador.
¡°Lo que hace crecer es la productividad, no la pol¨ªtica monetaria¡±
Est¨¢ convencido de que la escalada proteccionista impulsada por Washington es un bumer¨¢n que acabar¨¢ golpeando la econom¨ªa estadounidense. ¡°Siempre es dif¨ªcil adivinar qu¨¦ motivos mueven a Trump, pero parece que piensa que estas decisiones son importantes para proteger ciertas industrias dom¨¦sticas. Olvida que imponiendo aranceles acabar¨¢n siendo menos productivas respecto al resto del mundo. As¨ª que a largo plazo ser¨¢ malo para EE?UU¡±, concluye.
En su defensa del libre comercio, Kydland coincide con la mayor¨ªa de economistas. Pero donde se aleja de muchos colegas es en su escepticismo sobre el arsenal que los bancos centrales de las econom¨ªas occidentales ¡ªdesde Jap¨®n a EE UU pasando por la eurozona¡ª han desplegado para hacer frente a la crisis.
¡ªLas medidas extraordinarias han sido innecesarias. No hay evidencia de que hayan sido de ayuda. En EE?UU, la econom¨ªa ha crecido desde 2009 m¨¢s lentamente que en los 70 a?os anteriores. Esto sugiere que el QE [siglas de Quantitive Easing, el programa de compra masiva de bonos que entre 2008 y 2013 cuadriplic¨® el balance de la Reserva Federal] no ha tenido mucho efecto, y en cambio s¨ª que ha tra¨ªdo incertidumbres. Y en econom¨ªa la incertidumbre es siempre negativa.
¡ªPero los cr¨ªticos de este programa anunciaron riesgos de inflaci¨®n que no se han cumplido.
¡ªEs cierto, pero la cuesti¨®n es si el QE ha propagado el crecimiento. Y no lo ha hecho. No creo que los bancos centrales puedan hacer demasiado para generar crecimiento a largo plazo. La pol¨ªtica fiscal es mucho m¨¢s importante. Para crecer hace falta m¨¢s productividad o un cambio tecnol¨®gico. ?Y c¨®mo afecta el QE en el cambio tecnol¨®gico?
Hace 15 a?os que Kydland y su compa?ero Edward C. Prescott ¡ªde la escuela neocl¨¢sica, enfrentados a los postulados keynesianos¡ª ganaron el Nobel. Obtuvieron el galard¨®n, entre otros hallazgos, por su idea de la inconsistencia temporal, que mostraba c¨®mo una pol¨ªtica considerada conveniente por generar unas expectativas adecuadas pod¨ªa no llevarse a cabo una vez que esas expectativas se hubieran fijado. Solo que el resultado final para la econom¨ªa era peor porque a futuro se genera desconfianza. Por eso, en el ejemplo de la pol¨ªtica monetaria, conviene que los bancos centrales sean independientes y tengan unas reglas fijas: para que los Gobiernos no cedan a la tentaci¨®n de aumentar los tipos de inter¨¦s alegremente para impulsar el crecimiento y rebajar la tasa de paro, lo que generar¨ªa un efecto inflacionario adverso.
Pero, ?c¨®mo aplica esta teor¨ªa en un mundo como el actual, en el que los bancos centrales de Europa o EE?UU precisamente se quejan de su incapacidad de generar inflaci¨®n, el problema contrario al que se enfrentaron los economistas de los setenta y ochenta? ¡°Bueno, es cierto que en muchos pa¨ªses la inflaci¨®n es un problema del pasado. Me sorprender¨ªa que volviera a los niveles de los ochenta. Pero a¨²n puede haber sorpresas¡±, concluye.
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