Drahi, el magnate franc¨¦s coleccionista de deudas que se ha hecho con Sotheby?s
Pocos expertos se explican por qu¨¦ el presidente de Altice y una de las mayores forturnas de Francia ha comprado la casa de subastas
Para ser uno de los l¨ªderes de las telecomunicaciones de Francia y Estados Unidos, due?o de influyentes medios de comunicaci¨®n y una de las principales fortunas galas (8.750 millones de euros, seg¨²n Forbes), se sabe bien poco de las idas y venidas de Patrick Drahi. Tan poco, que la noticia de que se hab¨ªa hecho con la casa de subastas Sotheby¡¯s, a mediados de junio, tom¨® a casi todos los especialistas del ¨¢rea desprevenidos. ?C¨®mo? ?Por qu¨¦? ?Tanto le gusta el arte? Y si no es por amor al arte, ?para qu¨¦ la ha adquirido? En cualquier caso, ?por qu¨¦ ha pagado tanto por una empresa cuyas acciones cayeron un 40% en un a?o? ?Y con qu¨¦ dinero?
El empresario franco-israel¨ª desembols¨® 3.300 millones de euros para hacerse con la casa de subastas m¨¢s antigua del mundo. El precio pagado, 57 d¨®lares por acci¨®n, era un 61% superior al precio al que cotizaban los t¨ªtulos antes de la oferta. Seg¨²n Les Echos, supone pagar un m¨²ltiplo de 21 veces superior al beneficio neto que se espera logre Sotheby¡¯s este a?o.
Drahi ha sido ¡ªuna vez m¨¢s¡ª parco en sus explicaciones sobre esta adquisici¨®n que, eso s¨ª que se ha encargado de subrayar, ha hecho a t¨ªtulo personal y sin intenci¨®n alguna de que afecte a sus empresas tecnol¨®gicas en Europa, que controla mediante el grupo Altice Europe (posee el 60% del capital). ¡°He realizado esta inversi¨®n para mi familia, a trav¨¦s de mi holdingpersonal, en una perspectiva de muy largo plazo¡±, precis¨® Drahi en un comunicado. Lo que s¨ª prev¨¦ es, de aqu¨ª a que acabe el a?o ¡ªfecha en la que deber¨ªa concretarse el traspaso de Sotheby¡¯s¡ª es deshacerse de algunas de sus acciones de la filial estadounidense de su consorcio de telecomunicaciones, Altice USA, por hasta 400 millones de d¨®lares, aunque ha manifestado su intenci¨®n de continuar como presidente de su consejo de administraci¨®nPara ser uno de los l¨ªderes de las telecomunicaciones de Francia y Estados Unidos, due?o de influyentes medios de comunicaci¨®n y una de las principales fortunas galas (8.750 millones de euros, seg¨²n Forbes), se sabe bien poco de las idas y venidas de Patrick Drahi. Tan poco, que la noticia de que se hab¨ªa hecho con la casa de subastas Sotheby¡¯s, a mediados de junio, pill¨® a casi todos los especialistas del ¨¢rea desprevenidos. ?C¨®mo? ?Por qu¨¦? ?Tanto le gusta el arte? Y si no es por amor al arte, ?para qu¨¦ la ha adquirido? En cualquier caso, ?por qu¨¦ ha pagado tanto por una empresa cuyas acciones cayeron un 40% en un a?o? ?Y con qu¨¦ dinero?
La compra de la casa de subastas pone a Drahi en competencia directa con otro magnate franc¨¦s, Fran?ois Pinault, que posee Christie¡¯s. Pinault es un renombrado coleccionista de arte y este mismo a?o est¨¢ previsto que por fin abra su museo en el coraz¨®n de Par¨ªs, en la antigua Bolsa de la capital francesa. Aunque menos conocido ¡ªal fin y al cabo, solo ocupa el puesto 252 de la lista de principales coleccionistas de arte del mundo, seg¨²n Le Monde¡ª, tambi¨¦n Drahi es un apasionado del arte. ¡°Es conocido por llegar a un museo y poder nombrar a todos los pintores¡± y durante a?os ha sido un buen cliente de la casa de subastas que ahora posee, seg¨²n la periodista de Le Figaro Elsa Bembaron, autora de la biograf¨ªa de Drahi L¡¯ogre des Networks (El ogro de las redes).
Con todo, la adquisici¨®n ha hecho arquear muchas cejas, aunque solo fuera porque los negocios de Drahi, a quien algunos llaman el Houdini de las deudas por la forma en que ha construido su imperio, a base de cr¨¦ditos, no han pasado en los ¨²ltimos a?os por su mejor momento. Una raz¨®n podr¨ªa ser la ¡°visibilidad¡± que da una operaci¨®n como esta, apunta Bembaron en conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°Le permite adquirir otra dimensi¨®n en Estados Unidos, ganar m¨¢s estatus, subir en la gama de multimillonarios del pa¨ªs¡±. O quiz¨¢s sea la forma de anunciar que, tras los bandazos de sus firmas y las dudas sobre su capacidad de gestionar sus abultadas deudas ha recuperado la seguridad para lanzarse a nuevas aventuras empresariales. La verdad es que poco se sabe de lo que pasa por la cabeza del tambi¨¦n apodado como El Rey de las deudas (Bloomberg), un hombre que antepone la discreci¨®n tanto en su vida personal como en la profesional.
Drahi naci¨® en 1963 en Casablanca, hijo de una familia jud¨ªa que huy¨® de Francia en 1941, durante el r¨¦gimen de Vichy. Fue en Marruecos donde pas¨® su infancia y buena parte de su adolescencia, hasta que en 1978 la familia decidi¨® volver a Francia y se instal¨® en Montpellier. Hijo de profesores de matem¨¢ticas, estudi¨® ingenier¨ªa en la prestigiosa ?cole Polytechnique de Par¨ªs e hizo un m¨¢ster en ¨®ptica, sector que le llev¨® a fijarse en la tecnolog¨ªa con la que acabar¨ªa construyendo su imperio de telecomunicaciones: el cable.
Los negocios de Drahi despuntaron ¡ªc¨®mo no¡ª con una deuda: en 1994 solicit¨® un pr¨¦stamo estudiantil por 50.000 francos (casi 9.000 d¨®lares, al cambio de la ¨¦poca). En ese entonces ya hab¨ªa creado una peque?a empresa para ofrecer servicios de cable en el sur de Francia y quer¨ªa formar una segunda, para lo cual necesitaba ese pr¨¦stamo.
?Y por qu¨¦ el cable, un mercado denostado en esa ¨¦poca? Porque mir¨® ¡°el top 100 de las fortunas estadounidenses, y de ellas diez ven¨ªan del cable¡±, seg¨²n la periodista Bembaron. De hecho, el Cowboy del Cable, el estadounidense John Malone, es uno de sus h¨¦roes y, tambi¨¦n, uno de sus primeros socios, cuando Drahi vendi¨® su compa?¨ªa a la estadounidense UPC. Podr¨ªa haberse quedado c¨®modamente como asesor de dicha empresa, puesto que le hizo descubrir Suiza, pa¨ªs donde reside. Pero lo que Drahi siempre quiso era ser empresario. Poco despu¨¦s, en 2002, funda Altice, la plataforma desde la cual crear¨¢ y consolidar¨¢ su imperio de telecomunicaciones.
Su gran salto lo ha dado en los ¨²ltimos cinco a?os, en los que ha pasado de ser un casi desconocido empresario a un magnate con fama de duro ¡ªotro de sus apodos es Cost killer (Asesino de costes), por las duras reestructuraciones que acomete en las empresas que adquiere¡ª, que figura en las listas de millonarios de medio mundo. Y que no hace m¨¢s que multiplicar sus negocios: tras dar el campanazo con la compra de la red francesa de telecomunicaciones SFR, en 2014, Drahi empieza una expansi¨®n en Francia que incluye algunos de los medios de comunicaci¨®n m¨¢s influyentes ¡ªdesde el peri¨®dico Lib¨¦ration hasta la revista L¡¯Expresss, pasando por las ondas con NextRadio TV¡ª. Tampoco para de crecer su imperio en el extranjero, con la compra de Portugal Telecom y la expansi¨®n de sus negocios en Israel y EE UU.
A estas actividades se une ahora la del arte con Sotheby¡¯s. Una apuesta que vuelve a iniciar a base de endeudarse pese a que el apalancamiento de Altice suma 49.000 millones. Drahi, sin embargo, no parece nervioso. Ya se lo dijo en 2015 a los diputados inquietos por su forma de hacer negocios durante una audiencia parlamentaria: ¡°Cuando ten¨ªa 50.000 francos de deuda, estaba mucho m¨¢s inquieto que con 50.000 millones y con empresas capaces de reembolsarlas¡±.
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