Muere Arthur Ryan, el creador de la f¨®rmula s¨²per ¡®low cost¡¯ de Primark
¡°Apila g¨¦nero y vende barato¡± era el lema del empresario irland¨¦s, de 83 a?os, que abri¨® la cadena textil en 1969 con una tienda en Dubl¨ªn
Lo que para el resto de la humanidad se llama Primark, para los irlandeses sigue siendo Penneys, en recuerdo de la peque?a tienda que Arthur Ryan abri¨® en 1969 en Mary Street, en el centro de Dubl¨ªn. Justo cuando se cumpl¨ªan 50 a?os de aquella aventura empresarial ha fallecido el fundador de la cadena mundial de tiendas de ropa de bajo coste, a los 83 a?os, seg¨²n ha informado la empresa en una nota.
Ryan era tremendamente celoso de su privacidad y reacio a las entrevistas. Son pocas las fotos de un empresario que nunca se alej¨® de sus ra¨ªces irlandesas, que ten¨ªa p¨¢nico a la posibilidad de sufrir un secuestro y que iba siempre acompa?ado de su propio equipo de guardaespaldas. Como otros muchos empresarios que empezaron desde abajo, manten¨ªa una obsesi¨®n por los detalles y un perfeccionismo que le llevaban a visitar, de modo an¨®nimo, todas las tiendas de su emporio. Su agenda diaria se manten¨ªa bajo estricto secreto y solo ten¨ªan conocimiento de ella sus ayudantes m¨¢s cercanos.
Comenz¨® trabajando en Londres, donde su familia hab¨ªa emigrado, para una cadena de moda londinense. M¨¢s tarde dio el salto a los almacenes Dunnes Stores, de regreso a Irlanda, y fue all¨ª donde, atra¨ªdo por su habilidad, fue cortejado por el millonario brit¨¢nicocanadiense Galen Weston, su socio capitalista inicial, para que emprendiera una aventura individual. Al inaugurar Penneys, su objetivo fueron los clientes de menos de 35 a?os, a los que ofrec¨ªa ropa de ¨²ltima moda a precios asequibles.
El primer salto lo realiz¨® de isla a isla. De Irlanda pas¨® a implantarse en el Reino Unido. Compr¨® 120 tiendas a la cadena Littlewoods por 450 millones de euros en 2005. Ante la posibilidad de que el nombre de su comercio generara confusi¨®n o litigios de marca con el gigante estadounidense J. C. Penney, opt¨® por el que se dar¨ªa a conocer en todo el planeta: Primark.
Si su legendaria consigna, durante los inicios del negocio, fue la de "apila g¨¦nero y vende barato", con la expansi¨®n internacional tuvo que recurrir a t¨¦cnicas m¨¢s sofisticadas. Busc¨® a los fabricantes m¨¢s baratos en los mercados de Asia, reforz¨® la divisi¨®n de dise?o y gast¨® poco en publicidad. De ese modo logr¨® m¨¢rgenes de beneficio astron¨®micos. 372 tiendas, en lugares clave, 12 pa¨ªses (incluida Espa?a, donde el centro de la Gran V¨ªa, en Madrid, es un icono de la compa?¨ªa) y m¨¢s de 75.000 empleados. Y siempre una t¨¦cnica prudente y conservadora: antes de abordar el mercado de Par¨ªs, ensay¨® la entrada en Francia a trav¨¦s de Marsella.
Ryan retuvo el control ejecutivo de la compa?¨ªa hasta hace unos pocos a?os, cuando sus problemas cardiacos le obligaron a retirarse a un segundo plano y delegar, aunque hasta el ¨²ltimo d¨ªa se mantuvo como presidente de Primark.
Su ¨¦xito empresarial se vio ensombrecido por la tragedia familiar. En 2015 una ola descomunal y traicionera arrastr¨® por sorpresa, en la costa cercana a Baltimore (EE UU), a su nieto, de 20 a?os, y a su novia, tambi¨¦n de 20. Cuando su hijo Barry, de 51, salt¨® al mar para intentar salvarlos, tambi¨¦n falleci¨® ahogado. "Eres mi h¨¦roe, Barry, te queremos, te echamos de menos y siempre estar¨¢s en nuestros corazones", son las ¨²nicas palabras que se recuerdan, durante el funeral, de un padre que qued¨® desde entonces devastado. Le qued¨® la compa?¨ªa de su esposa, Alma Carroll, y de su hija Jessica, que gestiona una empresa de productos de belleza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.