El juicio por los 19 suicidios de trabajadores de France T¨¦l¨¦com, visto para sentencia
La empresa y los miembros del equipo directivo est¨¢n acusados de ¡°acoso moral¡± y se enfrentan a penas de un a?o de prisi¨®n y multas de decenas de miles de euros
El juicio por la ola de suicidios que se produjo entre los trabajadores de France T¨¦l¨¦com ¨Cahora Orange¡ªentre 2007 y 2010 llega a su fin. La demanda en contra de la telef¨®nica francesa y sus ejecutivos por ¡°acoso moral¡± y complicidad en este delito lleva m¨¢s de dos meses en los tribunales ¨Cinici¨® el pasado 6 de mayo¡ª, y este jueves han finalizado los testimonios y los alegatos para dar paso a la deliberaci¨®n de los jueces. Estos son los puntos clave del caso que podr¨ªa suponer un antes y un despu¨¦s en la normativa sobre acoso laboral en Francia.
?Qu¨¦ pas¨®?
Tras la privatizaci¨®n de France T¨¦l¨¦com en 2004, inici¨® un proceso de reestructuraci¨®n en la compa?¨ªa. El objetivo era suprimir 22.000 trabajadores de los m¨¢s de 120.000 que formaban parte de la plantilla, algo que era especialmente dif¨ªcil teniendo en cuenta que muchos de los empleados formaban parte del estatuto de funcionarios, lo que dificultaba sus despidos.
Seg¨²n el relato de antiguos trabajadores, la telef¨®nica empez¨® una campa?a de intimidaci¨®n que inclu¨ªa recolocaciones continuas, metas irrealizables, y en general, un ambiente de inseguridad que desestabilizaba al personal para forzar su salida. 1.600 empleados lo hicieron, pero muchos otros entraron en depresi¨®n o dieron el paso m¨¢s permanente: quitarse la vida.
La compa?¨ªa afirma que los ajustes nunca son sencillos para nadie, pero niegan haber impulsado un mecanismo de desestabilizaci¨®n. El consejero delegado, Didier Lombard, lleg¨® a decir que la ola de suicidios formaban parte de una "moda", aunque luego matiz¨® esa declaraci¨®n al aclarar que se refer¨ªa al efecto Werther, seg¨²n el cual la publicidad de los suicidios tiene un efecto de imitaci¨®n.?
Los sindicatos contabilizan hasta 35 muertes, pero el Tribunal reconoci¨® solo a 39 trabajadores como v¨ªctimas de France T¨¦l¨¦com: 19 que se quitaron la vida, 12 que lo intentaron y ocho que sufrieron depresi¨®n. Entre los fallecidos se encuentran Andr¨¦ Amelot, de 54 a?os, que se ahorc¨® en su domicilio; Camille Bodivit, de 48, que se lanz¨® de un puente; Anne-Sophie Cassou, de 42, que ingiri¨® un c¨®ctel de medicamentos y alcohol; Corinne Cleuziou, de 45, que tambi¨¦n se ahorc¨®; o R¨¦my Louvradoux, de 56, que se inmol¨® ante una sede de la empresa en Burdeos.
?Qui¨¦nes son los acusados?
Diez a?os despu¨¦s de los sucesos, la fiscal¨ªa francesa llev¨® a los tribunales a France T¨¦l¨¦com, como ¡°persona moral¡±, y a siete altos cargos de la compa?¨ªa: Didier Lombard, consejero delegado entre 2005 y 2010; Louis-Pierre Wernes, ex director adjunto; Olivier Barberot, ex director de recursos humanos; Nathalie Boulanger, ex directora de acciones territoriales;?Jacques Moulin,?ex director regional del este de Francia; Guy-Patrick Ch¨¦rouvrier, el ex director de recursos humanos de Francia; y Brigitte Dumont, la ex jefe del programa de reestructuraci¨®n ACT.
La acusaci¨®n se centra en el delito de ¡°acoso moral¡± para el caso de los tres primeros, lo que podr¨ªa acarrear un a?o de c¨¢rcel y una multa de 15.000 euros, mientras que para los otros cuatro, acusados de ¡°complicidad en el acoso psicol¨®gico¡±, la fiscal¨ªa pide ocho meses de prisi¨®n y una multa de 10.000 euros. La telef¨®nica se enfrenta a una multa de 75.000 euros.
Seg¨²n explica el art¨ªculo 222-33-2 del C¨®digo Penal franc¨¦s, se considera acoso moral a toda actividad que conste en ¡°acosar a otra personas con palabras o comportamientos repetidos que tengan por objeto o efecto una degradaci¨®n de las condiciones laborables susceptible de atentar contra sus derechos y a su dignidad, alterar su salud f¨ªsica o mental o comprometer su futuro profesional". El texto judicial, a su vez, no requiere prueba de la intenci¨®n de atacar la dignidad o la salud de la v¨ªctima, sino que basta con que conduzcan a este objeto o a este efecto
?Qu¨¦ sucedi¨® durante el juicio?
Durante los dos meses que dur¨® el juicio desfilaron en los tribunales decenas de testigos. Desde familiares de algunas de las v¨ªctimas y extrabajadores, hasta miembros directivos que prestaban testimonio en favor de los acusados.
Una de las declaraciones m¨¢s destacadas por medios como Le Monde y The Guardian fue la de No¨¦mie Louvradoux, hija de R¨¦my Louvradoux, el trabajador de 56 a?os que se inmol¨® frente a una oficina de France T¨¦l¨¦com?el 26 de abril de 2011 y que le hab¨ªa escrito una carta a los jefes de la compa?¨ªa dos a?os antes diciendo que no le dejaban opci¨®n m¨¢s que quitarse la vida ¡ªaunque Lombard niega haberla recibido¡ª. "Asesinaron a mi padre. Mataron a nuestra familia y dijeron que no sab¨ªan nada", afirm¨® la joven de 26 a?os, en su testimonio el 28 de junio. "La muerte de mi padre es el ¨¦xito de su objetivo", a?adi¨®.
Una de los trabajadores de la empresa, Daniel Doublet, describi¨® en el estrado c¨®mo dejaron de darle trabajo para hacer y c¨®mo a pesar de vivir en Par¨ªs y tener a toda su familia all¨ª, lo relocalizaron en Besanz¨®n ¡ªa 450 km de la capital¡ª. ¡°Imaginen el aislamiento que sent¨ª. Era como si yo no fuera nada, como si fuera un par¨¢sito¡±, record¨® el asalariado.
Lombard, por su parte, le dijo a la corte que realiz¨® su trabajo de la mejor manera que vio posible. ¡°La transformaci¨®n de un negocio nunca es placentero, esa es la realidad. No hab¨ªa nada que yo pudiera hacer¡±, afirm¨® el ex consejero delegado. "Nuestra casa estaba en peligro en 2005 debido a su sobreendeudamiento, la agresividad de la competencia y las evoluciones tecnol¨®gicas?(...) Es evidente?que muchas personas no pudieron adaptarse a las medidas que tomamos para realizar la transformaci¨®n de la compa?¨ªa, y repito mi expresi¨®n, para las v¨ªctimas y sus familias, de mi sincera y profunda tristeza por que esta situaci¨®n haya podido involuntariamente contribuir a fragilizar a algunos de ellos hasta el punto de cometer un gesto irremediable, lo que me resulta insoportable".??
A esta opini¨®n se sum¨® Jacques de Larosi¨¨re, el exdirector de France T¨¦l¨¦com, quien prest¨® declaraci¨®n el 14 de mayo, al poco de cumplirse dos semanas de juicio. "Nunca he presenciado un cambio tan grande. La visi¨®n de Didier Lombard salv¨® literalmente a la empresa ", asegur¨® el economista de 89 a?os. ¡°En 2002 la compa?¨ªa estaba cerca de la bancarrota", a?adi¨®.
?Por qu¨¦ la sentencia es tan importante?
La peculiaridad de este caso es que se juzga un sistema y no los actos perpetrados por una persona contra otra, como es habitual en los casos de acoso moral. ¡°Si se reconoce penalmente el acoso institucionalizado, las grandes empresas, en el marco de sus planes de reestructuraci¨®n y reorganizaci¨®n, deber¨¢n integrar este par¨¢metro. Si hay una exoneraci¨®n, quiz¨¢ los planes de reestructuraci¨®n podr¨¢n seguir sin integrar la salud mental de los asalariados en su puesta en marcha¡±, afirm¨® el pasado mayo a este peri¨®dico Lo?c Lerouge, especialista en el derecho de la salud en el trabajo. ¡°En Francia no se reconoce un sistema organizado de acoso, sino que estamos en el terreno de las relaciones individuales, interpersonales. (¡) Si los jueces reconocen este tipo de acoso, lo cambiar¨¢ todo", a?adi¨®.
El hijo de Louvradoux, por su parte, opin¨® afuera de la corte que ¡°el miedo tiene que cambiar de bando¡±. ¡°Estas personas tienen que dejar de sentir impunidad, para que no vuelvan a hacerlo de nuevo y para que otros no lo hagan en otras compa?¨ªas porque saben que se arriesgan a entrar a prisi¨®n¡±, ha recogido The Guardian.
El Tribunal ha anunciado este jueves que dictar¨¢n sentencia el pr¨®ximo 20 de diciembre, seg¨²n informa AFP. Cinco meses despu¨¦s de finalizar el juicio y 12 a?os despu¨¦s de que los primeros casos de suicidio salieran a la luz.?
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