Las empresas no quieren gastar tanto en abogados
EY prev¨¦ una reducci¨®n del coste legal, lo que obligar¨¢ a los bufetes a renovar sus servicios y su facturaci¨®n
Se avecinan fuertes cambios en el mercado legal. La abogac¨ªa de los negocios (los grandes despachos) es un sector que ha resistido relativamente bien los embates de la crisis gracias a su amplia oferta de servicios. En la ¨¦poca de bonanza, alimentan los ingresos las operaciones financieras, mercantiles e inmobiliarias; mientras que, en los malos momentos, se disparan los litigios, las reestructuraciones y los despidos colectivos. Sin embargo, cada vez son m¨¢s los indicadores que alertan del agotamiento de este modelo de ¨¦xito. Con algo de retraso respecto a otras actividades, la m¨¢xima de renovarse o morir ha llegado a la abogac¨ªa.
El gran motor de esta revoluci¨®n ser¨¢n (o est¨¢n siendo ya) las asesor¨ªas jur¨ªdicas internas de las empresas, departamentos encargados de decidir a qu¨¦ firma contratar. El cliente manda y, por tanto, sus necesidades marcan la pauta. Y lo que los consejeros delegados de las compa?¨ªas est¨¢n exigiendo a los jefes de sus asesor¨ªas es hacer ¡°m¨¢s con menos¡±. As¨ª lo asevera el estudio Reimaginando la funci¨®n legal, de EY, seg¨²n el cual el 82% de los departamentos jur¨ªdicos prev¨¦ llevar a cabo en los pr¨®ximos dos a?os una reducci¨®n de costes, un 42% de los cuales lo har¨¢ a doble d¨ªgito. Y ello a pesar de que la cada vez mayor complejidad regulatoria provoca que nueve de cada diez afirme haber sufrido un incremento de carga de trabajo en los ¨²ltimos cinco ejercicios. El informe recoge la opini¨®n de 1.058 directores legales de empresas de m¨¢s de una veintena de pa¨ªses.
Desde la Associaton of Corporate Counsel (ACC, la principal organizaci¨®n de abogados de empresa del mundo), Teresa M¨ªnguez apunta que, en efecto, las asesor¨ªas jur¨ªdicas pretenden reducir el coste de las ¡°operaciones legales¡±. Es decir, no es que los departamentos vayan a ver mermados sus presupuestos globales (de hecho, un informe de la organizaci¨®n apunta lo contrario), sino que quieren ajustar lo que pagan por cada servicio jur¨ªdico, acercando su precio al valor que realmente aporta a la empresa. Y es aqu¨ª donde se produce la gran disrupci¨®n.
Dentro del asesoramiento legal conviven dos tipos de tareas. Por un lado, aquellas m¨¢s sofisticadas, en las que los bufetes aportan un conocimiento y una experiencia de alta calidad. Y, por otro, un conjunto de operaciones y trabajos rutinarios, tambi¨¦n imprescindibles, pero de escaso valor (gesti¨®n documental, revisi¨®n contractual, tramitaci¨®n de expedientes, etc¨¦tera).
Reenfocar la funci¨®n
Uno de los objetivos de los abogados internos es acabar con la imagen de que son los del ¡°no a todo¡±. De hecho, la percepci¨®n de que el departamento legal se dedica a poner problemas y no aportar soluciones y contribuir al negocio explica, en muchos casos, la falta de inversi¨®n de las empresas en su propia asesor¨ªa jur¨ªdica interna. El informe de EY subraya que uno de cada tres encuestados percibe falta de inter¨¦s en la direcci¨®n de su organizaci¨®n en impulsar la digitalizaci¨®n del departamento, y seis de cada diez afirma que otras ¨¢reas, como recursos humanos, han sacado m¨¢s partido a la tecnolog¨ªa en su funcionamiento diario.
Hasta hace unos a?os, explica Eugenia Navarro, profesora de Estrategia y Marketing Jur¨ªdico de ESADE, la f¨®rmula que segu¨ªan las empresas era la de ¡°un asunto, un despacho; pero eso ha cambiado y ahora segmentan por tipolog¨ªa de trabajo¡±. Es decir, las compa?¨ªas solo est¨¢n dispuestas a pagar los alt¨ªsimos honorarios que cobran las grandes firmas por aquello que aporte un valor diferencial. En cambio, para todo aquello que sea rutinario (trabajos en los que no se percibe variaci¨®n de calidad en funci¨®n de qui¨¦n lo realice), acudir¨¢n al proveedor que ofrezca un precio m¨¢s competitivo.
Y de ah¨ª surge el auge de los denominados ALSP (Alternative Legal Services Providers), empresas con un alto componente tecnol¨®gico que, en Estados Unidos, ya est¨¢n mordiendo una parte importante del negocio legal. En pocos a?os han pasado de tener una actividad irrelevante a facturar 8.400 millones de d¨®lares en 2017. En Espa?a, los ALSP a¨²n est¨¢n por explotar, pero muchas asesor¨ªas jur¨ªdicas ya indagan sobre cu¨¢les pueden servirles para aliviar sus presupuestos.
Transparencia
Estrechamente ligado con lo anterior, el informe de EY apunta que las empresas demandan m¨¢s transparencia en los honorarios de los bufetes, que tradicionalmente han seguido el m¨¦todo de la facturaci¨®n por horas. Un modelo ¡°en crisis¡±, seg¨²n F¨¦lix Plasencia, socio responsable del ¨¢rea legal de EY, ¡°porque plantea un problema de control de costes¡±. Y no solo hace impredecible el precio final, sino que adem¨¢s es un sistema que desincentiva la eficiencia porque a la firma le puede salir m¨¢s rentable alargar un asunto que resolverlo r¨¢pidamente. ¡°Por eso, la facturaci¨®n por horas ha quedado limitada a los grandes despachos que trabajan para grandes clientes, con m¨¢s tolerancia a la incertidumbre y al coste. Aunque esto est¨¢ cambiando con mucha rapidez¡±, subraya Javier de Cendra, decano del IE Law School.
Las empresas, por tanto, quieren m¨¢s seguridad en el precio final y, adem¨¢s, saber qu¨¦ elementos componen la factura de los despachos para, en su caso, poder separar aquellas tareas que podr¨ªan encargar a otro proveedor m¨¢s barato. Teresa M¨ªnguez, asimismo, vincula la demanda de m¨¢s transparencia con una mayor exigencia de calidad en el servicio legal, porque ¡°los bufetes no siempre van acompasados al ritmo que necesitamos los abogados internos¡±. O dicho de otro modo, el control de los honorarios es tambi¨¦n un instrumento para supervisar la actividad de sus abogados
Al otro lado del negocio, los bufetes van tomando conciencia de esta revoluci¨®n y tratan de vencer su tradicional pereza ante la innovaci¨®n y la tecnolog¨ªa. Algunos tambi¨¦n est¨¢n apostando por crear nuevas formas de negocio que les permitan abarcar esos servicios legales de menor coste. La ¨²ltima firma en subirse a este carro ha sido Eversheds Sutherland, que el pasado 26 de junio anunci¨® el lanzamiento de Konexo, una ALSP con la que aspira a responder a las nuevas demandas de las asesor¨ªas jur¨ªdicas. Precisamente, la guerra en este segmento del mercado la abri¨® la propia EY al adquirir el verano pasado la ALSP Riverview Law, poniendo de manifiesto, adem¨¢s, la seria amenaza que suponen las ¨¢reas legales de las big four para los bufetes tradicionales.
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