Cuando las guerras entre vecinos exigen un mediador para poner paz
Los propietarios con conflictos suelen recurrir a la v¨ªa judicial para poner paz al desconocer la existencia de este servicio
Es un cl¨¢sico en verano. Aunque los conflictos vecinales se dan durante todo el a?o, los ruidos que generan las fiestas, el aire acondicionado, las piscinas y las barbacoas dan lugar a conflictos que, en ocasiones, no son nada rentables para la comunidad. Cuando el desencuentro ¡ªnormalmente entre dos propietarios, pero tambi¨¦n entre la comunidad y uno de ellos¡ª escala y no se consigue parar a tiempo, suele ocurrir que las partes se niegan a sentarse para solucionar el problema. Y la ¨²nica salida la encuentran acudiendo a los juzgados donde, dependiendo de si es un procedimiento civil o penal, la parte condenada en costas puede llegar a pagar, en el mejor de los casos, hasta 10.000 euros aproximadamente, seg¨²n Adolfo Calvo-Parra, secretario t¨¦cnico del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid.
Existen otros caminos para evitar pasar por este pernicioso proceso judicial, todav¨ªa poco explorados, como es la mediaci¨®n vecinal. Una v¨ªa alternativa de resoluci¨®n de problemas en la que un mediador, neutral e imparcial, ayuda a las partes enfrentadas a llegar a un entendimiento. Un 80% de los conflictos vecinales derivados a mediaci¨®n acaban en acuerdo, estima la Asociaci¨®n Madrile?a de Mediadores (AMM).
Aunque no existe una estad¨ªstica espec¨ªfica sobre los procesos judiciales en comunidades de propietarios, ¡°es un volumen amplio que demuestra que no se opta por la mediaci¨®n¡±, se?alan fuentes del Tribunal Supremo. ¡°No existe suficiente conocimiento de ella, por lo que los propietarios no saben que existe y no se pone en pr¨¢ctica. Har¨ªa falta una mayor extensi¨®n de esta f¨®rmula y m¨¢s informaci¨®n y publicidad institucional¡±, aseguran.
Desde 2012 existe la ley 5/2012 de Mediaci¨®n en Asuntos Civiles y Mercantiles, que permite al mediador convocar a las partes para tratar de llegar a un acuerdo. ¡°En caso de una deuda o impago de cuotas de la comunidad se puede elevar el documento privado a escritura p¨²blica ante notario para que, si una de las partes no cumple con lo estipulado, el acuerdo tenga eficacia ejecutiva en los juzgados¡±, explica Ana Criado, presidenta de la AMM. ¡°Es una realidad¡±, no obstante, ¡°que esta ley no se ha desarrollado como debiera¡±.
Pioneros en poner paz
El Colegio de Administradores de Fincas de Valencia y Castell¨®n cre¨® en 2012 un Centro de Mediaci¨®n Inmobiliaria (CEMEI), pionero en su actividad, en el que los mediadores son administradores de fincas. Pero no pueden ser juez y parte; esto es, nunca pueden oficiar esta labor en la comunidad que administran, ¡°porque entonces desvirt¨²an la esencia de la mediaci¨®n¡±, explica Emilia Picazo, mediadora y directora del CEMEI. La neutralidad y la imparcialidad son, junto con la voluntariedad y la confidencialidad, los pilares b¨¢sicos de esta v¨ªa de resoluci¨®n de conflictos. La labor divulgativa realizada por este centro ha conseguido que cada a?o aumenten las solicitudes; en los ¨²ltimos 12 meses, se han abierto 70 expedientes.
Vicios ocultos
Desde el Consejo General de la Arquitectura T¨¦cnica se est¨¢ impulsando la mediaci¨®n en la construcci¨®n, fundamentalmente a trav¨¦s de los centros que han puesto en marcha los distintos colegios de aparejadores y arquitectos t¨¦cnicos.
¡°Uno de los casos m¨¢s recurrentes en nuestro centro son los vicios constructivos, que es adem¨¢s una de las materias contempladas por la futura Ley de Impulso de la Mediaci¨®n como obligatoria para intentar iniciar un proceso de mediaci¨®n antes de interponer una demanda judicial¡±, se?ala Beatriz Rodr¨ªguez, coordinadora del Centro de Mediaci¨®n de la Construcci¨®n (CMC) del Colegio de Aparejadores de Madrid.
El coste total de una mediaci¨®n est¨¢ndar desarrollada por el CMC ronda los 1.700 euros.
Uno de los casos resueltos recientemente ha tenido su origen en las molestias ocasionadas por los inquilinos de un piso tur¨ªstico en un bloque de tan solo 12 vecinos en Valencia. En este edificio, en el que Mar¨ªa P. (presidenta) y Laura R. (propietaria del piso) hab¨ªan tenido muy buena relaci¨®n antes de que la segunda empezara a arrendar su vivienda, se decidi¨® acudir a una mediaci¨®n. ¡°Aunque se daba la circunstancia de que la presidenta era la vecina m¨¢s afectada porque viv¨ªa al lado del piso tur¨ªstico, fue la administradora la que propuso esta alternativa y se aprob¨® en una junta¡±, relata Emilia Picazo, que fue la mediadora.
En dos sesiones consiguieron llegar a algunos acuerdos que han normalizado la situaci¨®n. ¡°En la primera hubo m¨¢s tensi¨®n, con reproches de Mar¨ªa a Laura, pero cuando empezamos a facilitar herramientas de comunicaci¨®n y que la primera explicara c¨®mo le afectaba en su d¨ªa a d¨ªa, fue transformando su acusaci¨®n en un lenguaje capaz de despertar la empat¨ªa de Laura¡±, cuenta Picazo. ¡°La presidenta se sinti¨® escuchada, y entonces ya pudimos hablar de lo que realmente molestaba, de la frecuencia real en que se produc¨ªan los ruidos, y entre las dos comenzaron a buscar soluciones¡±. En la segunda sesi¨®n se concretaron las medidas. La propietaria del piso tur¨ªstico se ha comprometido a realizar mejoras en la vivienda para reducir las molestias, algunas tan sencillas como reparar la puerta ¡ªhab¨ªa que dar varios portazos hasta que cerraba¡ª, o tener que hacer frente a un peque?o incremento del porcentaje de contribuci¨®n a los gastos del edificio.
El proceso de mediaci¨®n cost¨® 145 euros, que pagaron a partes iguales Laura y la comunidad. El coste medio de una sesi¨®n por este servicio est¨¢ entre 90 y 150 euros, calcula la Asociaci¨®n de Mediadores, cuant¨ªa que normalmente se paga a medias entre las partes. Dependiendo de la complejidad del asunto, el conflicto puede resolverse en una o varias sesiones. No m¨¢s de cuatro, dicen los expertos.
Para Salvador D¨ªez, presidente del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de Espa?a (CGCAFE), ¡°las administraciones p¨²blicas se han limitado a regular la mediaci¨®n, pero en ning¨²n caso se han desarrollado pol¨ªticas para su aplicaci¨®n¡±. Este colectivo aboga por la aprobaci¨®n de la Ley de Impulso de la Mediaci¨®n, que qued¨® paralizada al terminar la anterior legislatura, y que, ya en su anteproyecto, aprobado por el Consejo de Ministros en enero, se reconoce que ¡°la mediaci¨®n contin¨²a siendo una instituci¨®n desconocida que no ha conseguido demostrar su operatividad¡±.
La futura ley, una vez aprobada, modificar¨¢ la Ley de Asistencia Jur¨ªdica Gratuita para incorporar la mediaci¨®n entre sus servicios, y establecer¨¢ que en algunos casos, como en las comunidades de propietarios, ser¨¢ necesario acudir a una sesi¨®n informativa antes de presentar una demanda.
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