El consumidor chino arrasa con el asado uruguayo

Este a?o,?Uruguay est¨¢ batiendo su r¨¦cord hist¨®rico de importaci¨®n de carne de vaca para satisfacer al mercado interno, todo un cambio de coyuntura para uno de los principales productores mundiales, promovido por la subida constante de las exportaciones a un comprador voraz: China. Seg¨²n datos oficiales, el pasado mes de julio llegaron al pa¨ªs sudamericano, una de las mecas mundiales del asado, 3.000 toneladas de carne bovina procedentes de Brasil, y en menor medida, de Paraguay y Argentina, Mientras, desde sus puertos sal¨ªan miles de toneladas de producto local de alta calidad con destino a China y otros tantos pa¨ªses. La trazablilidad del ganado?y la alimentaci¨®n de las vacas, solo con pasturas, sin harinas de engorde u hormonas, ha permitido a la carne uruguaya posicionarse en el segmento de alta calidad en el mundo. En paralelo, la fiebre porcina ha disparado la demanda.

La situaci¨®n es "in¨¦dita", seg¨²n reconocen desde el Instituto Nacional de Carnes, en un pa¨ªs de poco m¨¢s de tres millones de habitantes y 13 millones de vacas. Los precios est¨¢n ah¨ª para explicar el fen¨®meno: en R¨ªo Grande do Sul (Brasil) el kilo de novillo cotiza a 2,65 d¨®lares (2,39 euros) -ayudado, en parte por la depreciaci¨®n del real en los ¨²ltimos a?os-, en Paraguay se paga a 2,60 d¨®lares y en Uruguay ronda los cuatro d¨®lares, seg¨²n datos de Mercopress.

En lo que va de 2019, China ha captado el 62% de la producci¨®n de carne de res uruguaya, una cifra que viene subiendo desde hace varios a?os. Y todo indica que la tendencia se mantendr¨¢ en la medida en que la poblaci¨®n busque aumentar las prote¨ªnas en su dieta.

China, contra el "asado del Pepe"

El corte de carne m¨¢s vendido en Uruguay es el "asado" o la "tira de asado", un costillar cortado de forma transversal en tiras que incluye trozos de hueso. Hasta hace poco se trataba de una carne barata al kilo, un corte popular. En 2005, con el primer Gobierno del Frente Amplio (izquierda), el flamante ministro de Ganader¨ªa, Jos¨¦ el Pepe Mujica, quien luego se convertir¨ªa en presidente, impuls¨® un pacto con los productores y distribuidores para abaratar un producto esencial en la dieta nacional. El pa¨ªs sal¨ªa de una grave crisis, la bajada del precio fue celebrada con entusiasmo y naci¨® un mito: el llamado "asado del Pepe".

M¨¢s de 14 a?os despu¨¦s, el consumidor chino y la l¨®gica del comercio mundial han doblegado al mism¨ªsimo Pepe Mujica: el precio de la tira de asado est¨¢ por las nubes porque la carne con hueso se usa en las sopas y guisos del gigante asi¨¢tico. Germ¨¢n M?ller, presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Carniceros de Uruguay, reconoce que los precios han subido entre el "20% y el 25% en lo que va del a?o, y todo indica que no van a bajar". Con este encarecimiento, el c¨¦lebre asado compite ahora en precio con cortes sin hueso, como la colita de cuadril, que en el mercado local siempre fue considerado de una calidad superior.

Los uruguayos no est¨¢n acostumbrados a comprar carne extranjera: siempre se autoabastecieron. Por ello, la aparici¨®n de productos importados tiene algo de tab¨²: el carnicero del barrio jura que no vende carne paraguaya y acusa a los supermercados de hacerlo; y en los supermercados, por su parte, las etiquetas utilizan como reclamo la calidad nacional. Lo cierto es que la legislaci¨®n uruguaya no prev¨¦ mayor informaci¨®n al consumidor sobre el origen de los productos, entre otras cosas, porque la situaci¨®n es nueva.

Mucho tendr¨¢n que cambiar las cosas para que el apetito de China no siga alterando las costumbres de los consumidores uruguayos. Seg¨²n las cifras del departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en ingl¨¦s), el consumo por habitante de carne de vacuno en China se ubica en el entorno de los 5,8 kilos por a?o, a¨²n por debajo de la media global. Pero, con la renta por persona al alza, la tendencia deber¨ªa seguir un camino alcista. Y cada incremento de 100 gramos en el consumo equivale a un crecimiento de la demanda en 140.000 toneladas.

Los casi seis kilos anuales por habitante de China sacuden al mundo, pero desde una mirada uruguaya, todav¨ªa no es gran cosa. En 2017, los ¨²ltimos datos disponibles, cada uno de sus ciudadanos consumi¨® un promedio de 59 kilos de carne bovina, una cifra que le coloca como primer consumidor mundial, un cetro que se disputa cada a?o con Argentina. Si se incluyen todas las carnes, el consumo per c¨¢pita ascendi¨® a casi 110 kilos.