Mario Molina: ¡°Una sola empresa no puede hacer nada por el clima¡±
El Premio Nobel de Qu¨ªmica cree que hay que dar incentivos a las generaciones futuras para que el capitalismo sea constructivo y no destructivo
La palabra meditada, el tiempo suspendido. Mario Molina (Ciudad de M¨¦xico, 1943) no deja espacio para lo banal. Cada respuesta parece un pr¨®logo de algo trascendente. "Muchas empresas pueden ser productivas, pero al mismo tiempo sostenibles", defiende el premio Nobel de Qu¨ªmica de 1995 por sus trabajos sobre los efectos nocivos de los compuestos clorofluorocarbonados (CFC) en la capa de ozono. El hombre es qu¨ªmica, pero la vida del hombre es econom¨ªa. Sobre ella habla. La idea de un capitalismo progresista no es un ox¨ªmoron ni tampoco disparatado el anhelo de un capitalismo verde. El cambio es la verdadera fuerza de gravedad del mundo. La Business Roundtable (re¨²ne a 181 grandes empresas estado?unidenses) se ha comprometido a dejar de servir solo al beneficio del accionista y atender las necesidades de la sociedad. Una sociedad que estos d¨ªas pelea, acorralada, en un cuadril¨¢tero de incertidumbre.
Pregunta. ?Habr¨ªa que obligar a las grandes empresas a que contribuyan a resolver problemas donde no llegan los presupuestos de los Estados?
Respuesta.?S¨ª, pero lo ideal ser¨ªa que estuviera coordinado por los Gobiernos a trav¨¦s de acuerdos internacionales como el de Par¨ªs sobre el cambio clim¨¢tico. Una empresa sola nada puede hacer. No podemos responsabilizar a las compa?¨ªas individualmente de que resuelvan, por ejemplo, el calentamiento global. Sin embargo, resulta posible articular un sistema de transferencias de recursos (supondr¨ªan poco esfuerzo econ¨®mico global) desde los pa¨ªses desarrollados para enfrentar el problema del clima.
P.??Cu¨¢les son las consecuencias de que el objetivo b¨¢sico de las empresas sea conseguir las mayores ganancias para el accionista?
R.?Resulta una limitaci¨®n, una desventaja de la que se han dado cuenta las organizaciones que tienen responsabilidad social. La sociedad no progresar¨¢ si tiene ese objetivo tan limitado. Parte del problema es la escala de tiempo. Si el prop¨®sito son los beneficios a corto plazo, esto se puede mantener, a lo mejor, por un periodo pero no durante a?os. Hay ciertos valores que son muy importantes. Uno es el desarrollo de toda la humanidad. Es algo que hemos ido construyendo durante siglos. Necesitamos que exista un beneficio para las generaciones futuras. Esa parte es la que no est¨¢ incluida en esa perspectiva muy poco amigable de beneficiar al accionista.
P.??Necesitamos un capitalismo verde?
R.?Es posible, pero todas las transformaciones precisan de pactos globales. Tenemos problemas muy serios con muchos pa¨ªses que tienen jefes de Estado populistas. Espero que esto sea algo que se pueda compensar. Desde luego no ayuda a solucionar el cambio clim¨¢tico el negacionismo del presidente Trump. Pero lo importante es que muchas grandes empresas en Estados Unidos, inclusive algunas de combustibles f¨®siles, reconocen el problema, y resulta vital su actitud para resolver el desaf¨ªo.
P.??Por qu¨¦ han cambiado esas grandes compa?¨ªas su estrategia?
R.?Hay dos perspectivas. La primera es por su propio beneficio. No iban a durar mucho tiempo si todas se guiaran por ese principio. Y la segunda habla de nuestra responsabilidad ¨¦tica y moral. La humanidad no puede guiarse solo por el beneficio personal. Por fortuna esta visi¨®n ¡ªque nos lleva a las guerras cl¨¢sicas¡ª la est¨¢ superando la sociedad moderna, aunque sea enfrentando muchos problemas.
P.??Vamos hacia un mundo mejor?
R.?S¨ª, pero, como le dec¨ªa, atravesando infinidad de dificultades. El calentamiento global es una de ellas. Adem¨¢s es muy buen ejemplo. Si no le hacemos caso y decimos que ese es el problema de otros, todos saldremos perdiendo. Porque su impacto global puede ser terrible. Hay riesgo de hambrunas, sequ¨ªas y migraciones gigantescas. ?A qui¨¦n le conviene? A nadie. Pero solo podemos evitarlo trabajando juntos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.