El coche de James Bond se cala
El mercado duda de la capacidad de Aston Martin para sobrevivir: las acciones caen a plomo y debe pagar un 12% para emitir deuda

Aston Martin, el coche m¨¢s m¨ªtico de los muchos que condujo James Bond, ha tenido que pagar un fuerte peaje para poder seguir circulando en la selecta autopista de los fabricantes de veh¨ªculos de lujo. Concretamente un inter¨¦s del 12% para conseguir colocar una emisi¨®n de bonos por 150 millones de d¨®lares (137 millones de euros) que alivie su acuciante falta de liquidez. La rentabilidad exigida por los inversores para que la firma brit¨¢nica pudiera colocar su deuda dobla el tipo de inter¨¦s de las emisiones anteriores de la empresa (aunque el cup¨®n ser¨¢ abonado la mitad en efectivo y el resto se a?adir¨¢ al principal de la deuda). La empresa cree que ese dinero ser¨¢ suficiente para afrontar el lanzamiento del esperado DBX, el primer modelo SUV de la firma, con el que Aston Martin conf¨ªa en levantar cabeza.
Se espera que la presentaci¨®n del DBX sea en diciembre y que pueda salir al mercado en la primavera del a?o que viene. Aston Martin Lagonda Holding (AML), que agrupa las dos marcas de veh¨ªculos de la firma, tiene asegurada la emisi¨®n de otros 100 millones de d¨®lares en las mismas condiciones, pero deber¨¢ elevar el inter¨¦s al 15% si no consigue al menos 1.400 pedidos firmes en nueve meses.
El mercado sigue dudando de la viabilidad del que es ahora mismo el ¨²nico fabricante independiente de coches de lujo. Y expertos como David Bailey, de la Universidad de Birmingham, consideran casi inevitable que la firma ¡ªque ha quebrado ya siete veces a lo largo de su agitada historia¡ª acabe siendo absorbida por alg¨²n gigante del autom¨®vil. Bailey se?ala a Daimler-Benz, que posee ya un 5% del capital y suministra los motores, la transmisi¨®n y el sistema el¨¦ctrico del nuevo Aston Martin DBX, como uno de los candidatos con m¨¢s posibilidades.
Nada ilustra mejor el terremoto que sacude a Aston Martin que la evoluci¨®n de la cotizaci¨®n de sus acciones desde que hace un a?o se estrenase en Bolsa. El 1 de octubre de 2018 los t¨ªtulos debutaron en el parqu¨¦ con una tasaci¨®n de 1.900 peniques. El pasado 11 de octubre, sin embargo, cotizaban a 406 peniques. Es decir, las acciones han perdido un 78% de su valor desde su colocaci¨®n en el mercado.
Por si este castigo no fuera ya doloroso, muchos analistas creen que la acci¨®n todav¨ªa no ha tocado fondo. Sanjay Jha, de Panmure Gordon, estima que los t¨ªtulos de Aston Martin pueden llegar a caer hasta el nivel de 288 peniques. Jha, que forma parte de los 14 analistas independientes que cubren la compa?¨ªa, cree que la firma se acabar¨¢ viendo forzada a vender con descuentos el nuevo DBX para poder llegar a los 1.400 pedidos que condicionan el segundo tramo de la emisi¨®n de deuda, seg¨²n reconoc¨ªa a Bloomberg.
Las agencias de calificaci¨®n parecen compartir esa visi¨®n pesimista. Moody¡¯s cambi¨® a ¡°negativo¡± la perspectiva de la deuda de AML el pasado 26 de septiembre. Un d¨ªa antes, Standard & Poors hab¨ªa rebajado su calificaci¨®n crediticia de B- a CCC+, con perspectiva negativa. ¡°Esta visi¨®n refleja la presi¨®n continua sobre la rentabilidad, una gran quema de efectivo y un apalancamiento muy alto ante el elevado riesgo de problemas asociados a un posible Brexit sin acuerdo y nuevas tarifas en los veh¨ªculos que exporta a Estados Unidos¡±, explicaban en la agencia de calificaci¨®n. ¡°Adem¨¢s, AML est¨¢ a punto de lanzar su nuevo SUV de lujo DBX, cuyo ¨¦xito es fundamental para que su ambiciosa estrategia de crecimiento y solvencia contin¨²e¡±, a?ad¨ªa la nota de S&P.
Los expertos de la agencia calificadora enfatizan que el Brexit es un riesgo mayor que las posibles tarifas estadounidenses, porque estas ¨²ltimas afectar¨ªan por igual a todos los fabricantes de lujo, ya que ninguno de ellos tiene factor¨ªas en Estados Unidos, mientras que el Brexit penaliza m¨¢s a Aston Martin porque su producci¨®n se centra en el Reino Unido y depende de un gran porcentaje de componentes procedentes del continente. Adem¨¢s, subrayan que el nivel de deuda que AML puede asumir ¡°ha tocado techo¡± y alcanzar¨¢ los 1.230 millones de libras (casi 1.400 millones de euros) a final de este a?o fiscal, frente a los 900 millones del a?o pasado.
Propietarios
Uno de los problemas de Aston Martin es que sus dos accionistas principales, el fondo de inversiones italiano Investindustrial (30,9%) y un conglomerado de inversores kuwait¨ªes (36,05%), parecen m¨¢s interesados en recuperar su inversi¨®n que en el futuro de la compa?¨ªa. Cuando Aston Martin sali¨® a Bolsa hace un a?o estaba valorada en unos 5.000 millones de euros, ¡°pero el dinero no fue a la compa?¨ªa, el dinero se fue a los inversores, que quer¨ªan recuperar su inversi¨®n, y no hubo dinero destinado a reinversiones¡±, explica Bailey.
Los actuales accionistas mayoritarios entraron en 2007, cuando Aston Martin sufri¨® una grave crisis. ¡°Eran inversores industriales especializados en mejorar el rendimiento de las empresas para venderlas. Y eso es lo que han intentado hacer. Creo que nunca tuvieron la intenci¨®n de que fuera una inversi¨®n a muy largo plazo¡±, explica Bailey.
¡°Tienen problemas desde hace muchos, muchos a?os. Cada vez son m¨¢s dependientes de la tecnolog¨ªa de Mercedes Benz. Me cuesta mucho ver c¨®mo pueden seguir sobreviviendo como un productor independiente. Creo que al final van a ser absorbidos por otra gran compa?¨ªa automovil¨ªstica. Aston Martin es una marca muy cool en la industria del autom¨®vil y es perfectamente imaginable que alguien como el grupo Daimler-Benz quiera quedarse con la marca y convertirla en un ¨¦xito combinando su tecnolog¨ªa y compartiendo los costes de nuevos desarrollos¡±, vaticina.
¡°Me gustar¨ªa tambi¨¦n decir que Andy Palmer, el consejero delegado, tiene que estar recibiendo muchas presiones para que se vaya, sobre todo tras el problema de que las acciones se desplomaran a lo largo del ¨²ltimo a?o. Me sorprende que todav¨ªa est¨¦ en el cargo¡±, concluye David Bailey.
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