La econom¨ªa mundial crecer¨¢ en 2019 y 2020 al ritmo m¨¢s bajo desde la Gran Recesi¨®n, seg¨²n la OCDE
El 'think tank' de los pa¨ªses ricos vuelve a rebajar la previsi¨®n de crecimiento para 2020 y llama a los Gobiernos a aplicar est¨ªmulos fiscales centrados en medio ambiente y digitalizaci¨®n
Los malos presagios sobre la econom¨ªa global se suceden semana tras semana, informe tras informe: en octubre fue el turno del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ahora le toca a la OCDE. En un clima de creciente tensi¨®n comercial, menor demanda privada e inversi¨®n lastrada por la incertidumbre, el crecimiento mundial se quedar¨¢ este a?o y el pr¨®ximo en el 2,9%, su nivel m¨¢s bajo desde la Gran Recesi¨®n y casi medio punto por debajo de la media del ¨²ltimo lustro. Un escenario adverso, con correcciones a la baja, del que la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico?(OCDE) lleva meses avisando y que ha constatado en su informe anual de proyecciones econ¨®micas, publicado este jueves. Por primera vez, el organismo con sede en Par¨ªs subraya que la ralentizaci¨®n no responde a un ¡°shock c¨ªclico¡±, sino a ¡°cambios estructurales¡± que los Gobiernos siguen sin atender y que se dividen en dos grupos: los que ya se podr¨ªan catalogar ya como cl¨¢sicos -las tensiones comerciales, pese a las recientes se?ales de distensi¨®n entre Washington y Pek¨ªn, y geopol¨ªticas- y dos nuevas variantes: la digitalizaci¨®n y, muy especialmente, el cambio clim¨¢tico, que el ente presidido por ?ngel Gurr¨ªa sit¨²a como problemas ¡°estructurales¡± y sobre los que hace un llamamiento especial para que sean atendidos con urgencia.
¡°Son tiempos preocupantes y los pol¨ªticos deber¨ªan preocuparse. El crecimiento lento est¨¢ aqu¨ª para quedarse, porque lo que est¨¢ manteniendo bajo el crecimiento son cambios fundamentales en las formas en que funcionan nuestras econom¨ªas¡±, lanz¨® al presentar en Par¨ªs el informe la economista jefa de la OCDE, Laurence Boone.
Una cuesti¨®n en la que abunda el informe que ella ha dirigido. ¡°El cambio clim¨¢tico y la digitalizaci¨®n son cambios estructurales en marcha para nuestras econom¨ªas¡±, subraya Boone al comienzo de la ¨²ltima revisi¨®n del a?o de la OCDE. A ambos factores se suma, contin¨²a, que ¡°la pol¨ªtica comercial y la geopol¨ªtica se est¨¢n apartando del orden multilateral de la d¨¦cada de los noventa¡±. ¡°Ser¨ªa un error considerar estos cambios como factores temporales: son estructurales y, en ausencia de una direcci¨®n pol¨ªtica clara en estos cuatro temas, la incertidumbre seguir¨¢ cerni¨¦ndose sobre nosotros, da?ando las perspectivas de crecimiento¡±.?El organismo carga las tintas contra la ¡°falta de una direcci¨®n pol¨ªtica¡± para intentar paliar sus efectos en momentos en que el mundo experimenta un incremento de fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos, como huracanes o inundaciones ¡°que podr¨ªan provocar disrupciones significativas en la actividad econ¨®mica a corto plazo, as¨ª como da?os de larga duraci¨®n al capital y las tierras, adem¨¢s de provocar flujos migratorios desordenados¡±, enumera Boone. Por eso, insiste, los Gobiernos ¡°deben actuar r¨¢pidamente¡±, porque ¡°sin una orientaci¨®n clara en los precios del carbono, est¨¢ndares y regulaci¨®n, y sin la inversi¨®n p¨²blica necesaria, las empresas aplazar¨¢n decisiones de inversi¨®n, con nefastas consecuencias para el crecimiento y el empleo¡±.?¡°No hacer esas inversiones ahora es aumentar los costes a largo plazo de la transici¨®n energ¨¦tica¡±, insisti¨® Boone en rueda de prensa.
El panorama es malo, pero el riesgo de recesi¨®n permanece lejano, contrariamente a los l¨²gubres pron¨®sticos que han ido ganando predicamento en los ¨²ltimos meses. Pero el resfriado en los principales motores de crecimiento empieza a ser m¨¢s que preocupante: de entre las grandes econom¨ªas, el frenazo es especialmente brusco en la zona euro, que pasar¨¢ de rozar el 2% de crecimiento en 2018 al 1,2% este a?o y el 1,1% en 2020, lastrada por sus dos principales polos industriales, Alemania e Italia ¡ª¡°en buena medida, como reflejo de la mayor dependencia del comercio internacional¡±¡ª; y Estados Unidos, que pasar¨¢ de rozar el 3% al 2,3% en 2019 y el 2% el pr¨®ximo ejercicio pese al buen tono general del consumo. La econom¨ªa china, por su parte, proseguir¨¢ su senda bajista bajo el mantra del ¡°aterrizaje suave¡± ¡ª¡°aunque la ralentizaci¨®n podr¨ªa ser m¨¢s brusca de lo previsto¡±¡ª: en 2020 el crecimiento quedar¨¢ por debajo del 6% por primera vez en tres d¨¦cadas, lastrado por una guerra comercial con EE UU que a?ade un grado adicional de presi¨®n a ambas orillas del Pac¨ªfico. En un panorama tan sombr¨ªo, India emerge como una de las escasas buenas noticias mundiales, con una expansi¨®n que ¡ªtras el tijeretazo del ¨²ltimo a?o¡ª recuperar¨¢ el suelo del 6% en 2020.
La importancia de la palanca fiscal
Aunque var¨ªa notablemente entre pa¨ªses ¡ª¡°EE UU tiene m¨¢s que la eurozona y Jap¨®n¡±, subrayan los economistas de la OCDE¡ª, el margen de los bancos centrales para relanzar el crecimiento es cada vez m¨¢s estrecho. Ante este agotamiento, el club de los 36 pa¨ªses m¨¢s industrializados del planeta llama a dar un paso al frente en la inversi¨®n p¨²blica, el que m¨¢s resistencias est¨¢ encontrando. ¡°Si el crecimiento y la inflaci¨®n se ralentizaran m¨¢s de los previsto, la pol¨ªtica monetaria deber¨ªa seguir flexibiliz¨¢ndose. Pero [ese movimiento] deber¨ªa ir acompa?ado de est¨ªmulos fiscales contrac¨ªclicos¡±, agregan los t¨¦cnicos de la OCDE. ¡°Hay una necesidad urgente de acciones m¨¢s atrevidas para relanzar el crecimiento y los Gobiernos deben enfocarse no solo en los beneficios a corto plazo de los est¨ªmulos fiscales, sino en las ganancias de largo plazo. La creaci¨®n de veh¨ªculos inversores nacionales podr¨ªa ayudar a dise?ar planes para encarar los fallos de mercado y tener en cuenta las externalidades positivas para la sociedad en su conjunto¡±.
El margen de acci¨®n en pol¨ªtica fiscal fluct¨²a, y mucho, de unas naciones a otras. Las diferencias son especialmente acentuadas en Europa. La OCDE cita expl¨ªcitamente tres casos ¡ªAlemania, Pa¨ªses Bajos y Suecia¡ª de naciones con deuda p¨²blica en niveles relativamente bajos y la actividad econ¨®mica picando a la baja, en los que se ¡°podr¨ªan implementar est¨ªmulos adicionales¡± y aprovechar ¡°los intereses negativos a largo plazo, que ofrecen una oportunidades para afrontar la escasez de infraestructuras y reforzar el crecimiento a largo plazo¡±. En el lado opuesto, el organismo apela a la prudencia en pa¨ªses fuertemente endeudados y en los que las proyecciones no apuntan precisamente a una reducci¨®n de los pasivos a corto y medio plazo: B¨¦lgica, Francia, Italia o Reino Unido, adem¨¢s de Jap¨®n y EE UU fuera del Viejo Continente. Tambi¨¦n en Espa?a, Portugal y Grecia, donde aunque la deuda est¨¢ previsto que caiga, ¡°el margen para pol¨ªticas fiscales discrecionales es limitado¡± y una flexibilizaci¨®n adicional ¡°podr¨ªa socavar la sostenibilidad de la deuda y reducir el espacio fiscal para combatir futuras recesiones¡±. En todos los casos, la OCDE llama a una ¡°mayor coordinaci¨®n entre las palancas monetaria y fiscal para hacer frente a la desaceleraci¨®n en un momento en el que la inflaci¨®n permanece no solo bajo control sino en niveles inferiores a los deseables en casi todas las econom¨ªas desarrolladas.
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