El mundo ensaya la renta b¨¢sica
Desde Finlandia hasta Kenia, pasando por Brasil y EE UU, proliferan los proyectos piloto para comprobar los resultados de un ingreso m¨ªnimo vital
La idea no es nueva. Richard Nixon ya coquete¨® en 1969 con un impuesto negativo sobre la renta que, en esencia, no difer¨ªa demasiado de la renta b¨¢sica que ahora anda de boca en boca por medio mundo. El presidente republicano imagin¨® un pago directo del Gobierno a todos los estadounidenses que no alcanzaran un determinado nivel de ingresos. Medio siglo m¨¢s tarde, en la era de la digitalizaci¨®n y de los robots, cuando el empleo parece un bien cada vez m¨¢s escaso, el debate sobre la necesidad de que el Estado asegure las necesidades b¨¢sicas a todos los ciudadanos crece como una bola de nieve.
La renta b¨¢sica universal, no hace tanto un proyecto que sonaba fantasioso, va abri¨¦ndose camino. Al menos en el plano te¨®rico y en experiencias piloto. Sus mayores defensores suelen ser pol¨ªticos y economistas de izquierdas. Pero tambi¨¦n liberal-conservadores que ven una v¨ªa para remplazar el resto de ayudas sociales. Los ensayos hechos hasta ahora son muy distintos entre s¨ª y no ofrecen conclusiones definitivas. Tras el experimento en Finlandia ¡ªque se suspendi¨® el a?o pasado, antes de lo previsto y con resultados ambivalentes¡ª, la ciudad californiana de Stockton (EE UU), la brasile?a Maric¨¢ y varias comunidades rurales de Kenia abren nuevos focos para la discusi¨®n.
M¨¢s consumo en Kenia
La ONG GiveDirectly, con financiaci¨®n de Google o de un cofundador de Facebook, impulsa una de las pruebas m¨¢s ambiciosas. Ha seleccionado 5.000 personas en distintas comunidades rurales de Kenia, a las que pagar¨¢ 2.280 chelines mensuales (unos 20 euros) durante 12 a?os. En total, el n¨²mero de beneficiarios de este programa supera los 20.000. Esta semana se public¨® el primer trabajo cient¨ªfico sobre la experiencia de aportar un pago ¨²nico de 1.000 d¨®lares a 10.500 hogares elegidos de forma aleatoria en 653 aldeas del pa¨ªs africano. Y los resultados muestran que el dinero no solo benefici¨® a quien lo recibi¨®, sino a toda la comunidad.
Algunas pruebas de renta b¨¢sica
Ontario (Canad¨¢)
4.000 beneficiarios
1 a?o de duraci¨®n (marzo 2018-marzo 2019)
16.989 d¨®lares/a?o solteros (11.548 euros)
24.027 d¨®lares/a?o parejas (16.332 euros)
Finalizado
Finlandia
2.000 benefic.
2017 y 2018
560 euros/mes
Finalizado
Alemania
462 beneficiarios
Desde 2014
1.000 euros
En funcionamiento
Maric¨¢ (Brasil)
52.000 beneficiarios
Indefinido a partir de 2019
130 reales/mes (28 euros)
En funcionamiento
Kenia
26.000 beneficiarios
12 a?os
2.280 chelines
al mes (20,3 euros)
En funcionamiento
Stockton (EE UU)
125 beneficiarios
Febrero de 2019-agosto de 2020
500 d¨®lares/mes (452 euros)
En funcionamiento
Fuente: Give Directly, Jain Family Institute,
Mein Grundeinkommen y elaboraci¨®n propia.
EL PA?S
Algunas pruebas de renta b¨¢sica
Ontario (Canad¨¢)
4.000 beneficiarios
1 a?o de duraci¨®n (marzo 2018-marzo 2019)
16.989 d¨®lares/a?o solteros (11.548 euros)
24.027 d¨®lares/a?o parejas (16.332 euros)
Finalizado
Finlandia
2.000 benefic.
2017 y 2018
560 euros/mes
Finalizado
Alemania
462 beneficiarios
Desde 2014
1.000 euros
En funcionamiento
Maric¨¢ (Brasil)
52.000 beneficiarios
Indefinido a partir de 2019
130 reales/mes (28 euros)
En funcionamiento
Kenia
26.000 beneficiarios
12 a?os
2.280 chelines
al mes (20,3 euros)
En funcionamiento
Stockton (EE UU)
125 beneficiarios
Febrero de 2019-agosto de 2020
500 d¨®lares/mes (452 euros)
En funcionamiento
Fuente: Give Directly, Jain Family Institute,
Mein Grundeinkommen y elaboraci¨®n propia.
EL PA?S
Algunas pruebas de renta b¨¢sica
Lugar
N? de beneficiarios
Duraci¨®n
Cantidad
?
Estado
Ontario (Canad¨¢)
4.000
1 a?o (marzo 2018-marzo 2019)
16.989 d¨®lares/a?o solteros (11.548 euros)
24.027 d¨®lares/a?o parejas (16.332 euros)
Finalizado
Finlandia
2.000
2 a?os (2017 y 2018)
560 euros/mes
Finalizado
Alemania
462
Desde 2014
1.000 euros
En funcionamiento
Stockton (EE UU)
125
Febrero de 2019-agosto de 2020
500 d¨®lares/mes (452 euros)
En funcionamiento
Kenia
26.000
12 a?os
2.280 chelines
al mes (20,3 euros)
En funcionamiento
Maric¨¢ (Brasil)
52.000
Indefinido a partir de 2019
130 reales/mes (28 euros)
En funcionamiento
Fuente: Give Directly, Jain Family Institute, Mein Grundeinkommen y elaboraci¨®n propia.
EL PA?S
¡°Las transferencias produjeron un importante aumento del consumo en los hogares tratados, as¨ª como en los no tratados¡±, asegura el art¨ªculo, publicado por cinco autores de universidades como Berkeley o Princeton. Los investigadores tambi¨¦n aclaran uno de los aspectos que m¨¢s incertidumbre genera en estos programas: si la llegada de dinero ca¨ªdo del cielo para unos cuantos perjudicar¨ªa a los que no lo recibieron, causando un aumento generalizado de los precios. ¡°Hubo muy poca o nula inflaci¨®n¡±, concluye el art¨ªculo. ¡°Los beneficios se extendieron a toda la comunidad porque el dinero se gast¨® en la econom¨ªa local, aumentando los ingresos de peque?os negocios e impulsando los salarios¡±, explican en un correo electr¨®nico Dennis Egger y Johannes Haushofer, autores del estudio.
Es cierto que las conclusiones de un ¨¢rea rural de Kenia son dif¨ªcilmente extrapolables a los pa¨ªses occidentales. Uno de los problemas conceptuales de la renta b¨¢sica es que ha convertido en un caj¨®n de sastre en el que caben realidades diametralmente opuestas. As¨ª, la idea de un pago universal ¡ªes decir, para todos los ciudadanos por el mero hecho de serlo, con independencia de su situaci¨®n personal o ingresos¡ª se mezcla a veces con rentas m¨ªnimas garantizadas para poblaciones en riesgo de exclusi¨®n, como parte de las pol¨ªticas de lucha contra la pobreza.
Los fondos ayudan a emanciparse, dice el director del estudio finland¨¦s
¡°Hoy una persona puede trabajar y no tener garantizado el m¨ªnimo vital. Estas nuevas formas de pobreza van a hacer que el debate sobre la renta b¨¢sica vaya a ser cada vez m¨¢s intenso. Solo as¨ª se explica que los tres ¨²ltimos Nobel de Econom¨ªa se ocuparan de estos asuntos¡±, asegura Jordi Sevilla, exministro, presidente de Red El¨¦ctrica y responsable del informe sobre renta b¨¢sica que acaba de publicar el Observatorio Social de La Caixa.
El debate ha pasado de la academia a los parlamentos. Ha irrumpido, por ejemplo, en las primarias dem¨®cratas de Estados Unidos. El candidato Andrew Yang se agarra a la destrucci¨®n de empleo que causar¨¢ el cambio tecnol¨®gico para proponer una renta b¨¢sica, que ¨¦l llama el Dividendo de la Libertad, dotado de unos 1.000 d¨®lares mensuales para todos los estadounidenses mayores de 18 a?os. Su rival Bernie Sanders critic¨® esta idea y defiende de forma m¨¢s ambigua una ayuda que garantice los ingresos m¨ªnimos a todos los ciudadanos.
Experiencia en Brasil
No es universal, pero s¨ª muy extendida en una comunidad de 150.000 habitantes la experiencia a punto de implantarse en Maric¨¢, una localidad cercana a Rio de Janeiro en la que unos 52.000 habitantes recibir¨¢n a partir de este a?o 130 reales mensuales (28 euros). Al igual que en lugares como Alaska (EE UU) o Ir¨¢n, se financia con los ingresos del petr¨®leo. La novedad es que el pago se har¨¢ a trav¨¦s de mumbucas, una moneda electr¨®nica creada hace seis a?os que solo puede usarse en el municipio. Aqu¨ª, la renta b¨¢sica tendr¨¢ un efecto de muy amplio espectro. ¡°Muchos observadores critican, con raz¨®n, que los proyectos piloto hechos hasta ahora no ofrec¨ªan resultados concluyentes porque afectaban a una parte m¨ªnima de la poblaci¨®n durante un periodo de tiempo concreto. Esto hac¨ªa imposible estudiar el impacto de la renta b¨¢sica en precios o salarios. Pero en Maric¨¢ uno de cada tres habitantes recibir¨¢ el dinero, y por un periodo ilimitado. As¨ª que aqu¨ª podremos estudiar sus efectos de una forma mucho m¨¢s completa¡±, asegura desde Nueva York Stephen Nu?ez, responsable del proyecto.
Los candidatos dem¨®cratas han abierto el debate en Estados Unidos
Las limitaciones que describe Nu?ez se ajustan como un guante a las del experimento finland¨¦s. All¨ª se dieron 560 euros mensuales, pero en una comunidad muy acotada ¡ª2.000 desempleados¡ª y durante solo dos a?os. Los resultados preliminares, presentados en febrero, fueron ambivalentes: el dinero no modific¨® la empleabilidad de los beneficiarios. El tener un sueldo garantizado no les hizo dejar de buscar trabajo, como tem¨ªan los detractores de la renta b¨¢sica; pero tampoco se cumpli¨® la expectativa de los impulsores de la iniciativa, que confiaban en que al liberar a los desempleados del papeleo necesario para cobrar los subsidios, estos adoptar¨ªan una actitud m¨¢s activa en la b¨²squeda de empleo. Lo que s¨ª detectaron en el pa¨ªs n¨®rdico fue que 560 euros en el bolsillo a cambio de nada mejor¨® la salud, la autoestima y el optimismo de los beneficiarios.
Olli Kangas, director del proyecto finland¨¦s, insiste en que no se pueden extrapolar los resultados de un lugar a otro contexto, pero s¨ª ve una pauta com¨²n de Finlandia a Kenia. ¡°En todas partes se aprecia que la ayuda directa tiene efectos emancipatorios. Las personas que reciben los fondos adquieren de repente m¨¢s voz en su entorno. Pueden decir qu¨¦ quieren hacer con su vida¡±, asegura este investigador, director del Programa de Igualdad Social en la Universidad de Turku.
En el informe de La Caixa, uno de los principales impulsores de la renta b¨¢sica, Daniel Revent¨®s, critica los experimentos realizados hasta ahora con dos argumentos: no han podido mostrar los efectos agregados de la renta b¨¢sica en el conjunto de la sociedad y su corta duraci¨®n no permite sacar conclusiones. Revent¨®s, defensor de expandir los derechos de ciudadan¨ªa en el siglo XXI, ejemplifica esta limitaci¨®n recordando las palabras del investigador Scott Santens: ¡°Imaginad que Lincoln hubiera hecho la sugerencia de una prueba piloto de 20 a?os de abolici¨®n de la esclavitud¡±.
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