Finlandia acaba con el sue?o del dinero gratis
El experimento de una renta b¨¢sica de 560 euros mensuales para 2.000 parados concluye sin mejorar la situaci¨®n laboral de los beneficiarios, pero s¨ª su salud y bienestar
En diciembre de 2016, Tuomas Mujara sinti¨® que le hab¨ªa tocado la loter¨ªa. Este periodista freelance y escritor de 45 a?os result¨® uno de los 2.000 afortunados que estaban a punto de enrolarse en un proyecto que, a primera vista, parec¨ªa un sue?o: recibir dinero a cambio de nada
La Seguridad Social finlandesa quer¨ªa comprobar si inyectando 560 euros al mes sin ning¨²n tipo de condici¨®n a un grupo de desempleados a lo largo de 2017 y 2018 obtendr¨ªa pistas sobre c¨®mo deb¨ªan ser las ayudas sociales en la era de la digitalizaci¨®n, c¨®mo incentivar la b¨²squeda de empleo entre los beneficiarios de subsidios y c¨®mo reducir la burocracia. Terminado el proyecto, las conclusiones son ambiguas.
Los resultados preliminares muestran que el dinero ca¨ªdo del cielo no tuvo ning¨²n efecto en la empleabilidad de los participantes. Trabajaron pr¨¢cticamente las mismas horas y ganaron lo mismo ¡ªexceptuando los ingresos de la renta b¨¢sica¡ª que otro colectivo de caracter¨ªsticas similares. En cambio, la renta b¨¢sica s¨ª sirvi¨® para impulsar la salud, la autoestima y el optimismo hacia el futuro de sus beneficiarios.
Ya antes de que el pasado viernes se presentaran las conclusiones de un experimento in¨¦dito en Europa, Mujara se mostraba seguro de cu¨¢les iban a ser. Y su respuesta se parec¨ªa bastante a la que m¨¢s tarde dar¨ªan los responsables del estudio. ¡°Por supuesto que los participantes hemos seguido buscando empleo. Primero, porque con 560 euros no puedes vivir en Finlandia. Y segundo, porque tener la seguridad de un ingreso m¨ªnimo no te hace m¨¢s vago¡±, aseguraba el jueves a este peri¨®dico. Al preguntarle por lo mejor de su experiencia, Mujara no dud¨® un instante: ¡°la libertad¡±. Libertad de no tener que rellenar largos formularios para solicitar ayudas, libertad de saber que, pase lo que pase, a final de mes iba a tener un cheque, aunque fuera por una cantidad peque?a.
Los defensores del proyecto insist¨ªan en que una renta b¨¢sica sin condiciones de ning¨²n tipo evitar¨ªa que los receptores de ayudas rechazaran empleos por temor a superar el nivel de ingresos m¨ªnimos para recibir subsidios. Y que al no tener que ocuparse de la burocracia con los servicios sociales podr¨ªan dedicar ese tiempo a buscar empleo de forma m¨¢s eficaz. Algunos participantes en el programa ¡ªelegidos por sorteo entre 175.000 personas que en 2016 percibieron alg¨²n tipo de subsidio por desempleo¡ª cobraban una cantidad muy parecida a la que recib¨ªan antes, pero el nivel de estr¨¦s por la preocupaci¨®n de renovar la solicitud descendi¨® considerablemente. ¡°La libertad te hace m¨¢s creativo. Y ser m¨¢s creativo te hace m¨¢s productivo¡±, resume Mujara.
La renta b¨¢sica es una idea ya antigua. Y, frente a la imagen muy extendida de que se trata de una iniciativa izquierdista, en ocasiones ha sido defendida por ide¨®logos liberal-conservadores que la presentaban como la excusa perfecta para eliminar las otras ayudas sociales. El experimento finland¨¦s naci¨®, como admiten sus impulsores, con dos limitaciones: estar dirigida a un grupo concreto, el de los desempleados, y una duraci¨®n predeterminada de dos a?os.
Olli Kangas, profesor de la Universidad de Turku que ha liderado la investigaci¨®n, se muestra satisfecho con los resultados, pese a insistir en que son a¨²n provisionales. El pr¨®ximo a?o se conocer¨¢n las conclusiones finales. Pero por ahora destaca la importancia de que los participantes en el piloto se hayan sentido m¨¢s seguros, al mando de sus vidas y con mejor salud mental y f¨ªsica. ¡°Soy consciente de que los detractores de la renta b¨¢sica no prestar¨¢n atenci¨®n a estas mejoras, y se centrar¨¢n en que el proyecto no tuvo efectos en su situaci¨®n laboral¡±, contin¨²a Kangas.
Lo cierto es que la posibilidad de que Finlandia introduzca alg¨²n tipo de renta b¨¢sica con car¨¢cter generalizado parece alejarse m¨¢s y m¨¢s. El proyecto naci¨® con la idea de ser prorrogado y ampliado a otros grupos m¨¢s all¨¢ de los desempleados, pero el Gobierno de centroderecha anunci¨® en abril de 2018 que se quedar¨ªa en solo dos a?os. El ministro de Finanzas, Petteri Orpo, ha dejado claro su desd¨¦n por el programa. Y ninguno de los grandes partidos que aspiran a obtener una mayor¨ªa en las elecciones parlamentarias del pr¨®ximo abril muestran muchas simpat¨ªas por ampliar el proyecto. ¡°Ni los socialdem¨®cratas ni los conservadores ni los sindicatos defienden la renta b¨¢sica¡±, admite el investigador Kangas.
En el mundo acad¨¦mico, las posturas est¨¢n muy enfrentadas. Miguel ?ngel Garc¨ªa, investigador de Fedea, no esconde su escepticismo ante una renta b¨¢sica cuya puesta en pr¨¢ctica no solo ser¨ªa ¡°cara sino complicad¨ªsima¡±. ¡°No creo que la sociedad fuera a recibir bien una renta generalizada para todos. Y que un jubilado que ha trabajado toda su vida cobrara lo mismo que alguien que se ha esforzado menos. Creo que es prioritario buscar soluciones para colectivos como los trabajadores pobres y los que no acceden al mercado laboral, m¨¢s que impulsar medidas tan dudosas como la renta b¨¢sica¡±, a?ade.
Enfrente se topa con activistas como Guy Standing, investigador en la Universidad de Londres y autor de La renta b¨¢sica, Un derecho para todos y para siempre, que cree necesario replantear todo nuestro concepto de trabajo y de tiempo, y buscar recursos donde sea para garantizar unas condiciones de vida dignas a todos los ciudadanos. ¡°La experiencia de Finlandia no es un buen ejemplo, porque los participantes fueron elegidos al azar en todo el pa¨ªs. Y no en una peque?a comunidad, donde los beneficios son m¨¢s evidentes¡±, explica por tel¨¦fono.
Kangas, el responsable del estudio finland¨¦s, admite algunas deficiencias en su experimento y que quiz¨¢s la perspectiva de una renta b¨¢sica en su pa¨ªs es hoy a¨²n menos realista que ayer. Pero, se pregunta, ?qui¨¦n sabe qu¨¦ ocurrir¨¢ a medio plazo? ¡°?Acaso un estadounidense de hace 200 a?os podr¨ªa imaginarse que la esclavitud iba a ser abolida?¡±, lanza al aire.
Distintas pruebas con distintos modelos
Existen casi tantas rentas b¨¢sicas como defensores tiene estas. En su forma m¨¢s pura, se trata de un pago estatal de car¨¢cter universal (para todos los miembros de una comunidad), incondicional (al margen de ingresos y riqueza) e ilimitado en el tiempo.
Lo que puede parecer una iniciativa ut¨®pica cuenta con un congreso anual donde se presentan estudios cient¨ªficos. Y pa¨ªses tan dispares como Canad¨¢, India, Kenia, EE UU, Holanda, Alemania o Espa?a han llevado a cabo o planean experimentos con distintos tipos de rentas b¨¢sicas. La muy comentada renta ciudadana del M5S italiano ha quedado finalmente reducida a una forma de completar el subsidio por desempleo hasta un m¨¢ximo de 780 euros.
Guy Standing, uno de los mayores conocedores ¡ªy defensores¡ª de la renta b¨¢sica, destaca la experiencia de Kenia, donde 21.000 adultos recibir¨¢n una renta hasta 12 a?os, por su larga duraci¨®n e impacto en una comunidad, en lugar de un colectivo disperso, como en Finlandia.
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