El frenazo de la poblaci¨®n lastra la econom¨ªa espa?ola
La baja natalidad y las nuevas pautas migratorias plantean dudas entre organismos y expertos sobre la capacidad de crecimiento de Espa?a
Imaginen dos tribus que deben 40 sacos de grano cada una. Las dos tienen 40 miembros. Pero en la primera pasa el tiempo y duplican el grupo hasta los 80 integrantes. En cambio, en la segunda su poblaci¨®n se estanca. Aunque ambos clanes siguen debiendo lo mismo, ahora el esfuerzo del primer colectivo para pagar su deuda se ha reducido a la mitad. Toca a medio saco por cabeza. Su capacidad para generar riqueza es mayor simplemente a fuerza de sumar efectivos. En el segundo tendr¨¢n que sufrir m¨¢s para devolverla. Y ese es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la econom¨ªa espa?ola con una poblaci¨®n cuyo crecimiento se frena.
Una econom¨ªa solo puede crecer de dos formas: o pone m¨¢s gente e inversiones a trabajar, o hace m¨¢s con lo que ya tiene, esto es, mejora la productividad. En la anterior bonanza de principios de siglo, la actividad crec¨ªa a tasas superiores al 3%. Sin embargo, el PIB per c¨¢pita solo avanzaba a la mitad, en el entorno del 1,5%. Es decir, la mitad del crecimiento se deb¨ªa a la incorporaci¨®n de individuos. Por aquel entonces la poblaci¨®n crec¨ªa con fuerza. A ritmos de casi el 2%.
Pero al estallar la crisis la poblaci¨®n dej¨® de subir. As¨ª que el PIB total y el per c¨¢pita cayeron casi al un¨ªsono. Una vez lleg¨® la recuperaci¨®n, los dos indicadores siguieron yendo de la mano. Aunque el n¨²mero de habitantes no crec¨ªa, el crecimiento total y el per c¨¢pita eran fuertes porque se recuperaba a muchos parados de la crisis para el mercado laboral. La poblaci¨®n no aumentaba; s¨ª aumentaban los trabajadores.
Crecimiento econ¨®mico
El PIB nacional creci¨® m¨¢s que el PIB per
c¨¢pita en la anterior expansi¨®n (2000-2008)
porque crec¨ªa la poblaci¨®n. Desde la crisis,
ambos indicadores han seguido una evoluci¨®n
similar por el frenazo demogr¨¢fico.
PIB
PIB per c¨¢pita
5,2
4,1
Avance
2,4
4%
4,8
2
2,5
1,9
Previsi¨®n
0
-2
-4
2000
2006
2009
2018
Poblaci¨®n
Tasa de variaci¨®n (a 1 de enero de cada a?o)
Vuelve a crecer,
pero lejos de los
ritmos de la d¨¦cada
anterior
2,0%
1,5
1,0
0,59
0,5
0
-0,5
2002
2009
2018
Fuente: INE.
EL PA?S
Crecimiento econ¨®mico
El PIB nacional creci¨® m¨¢s que el PIB per c¨¢pita en
la anterior expansi¨®n (2000-2008) porque crec¨ªa la
poblaci¨®n. Desde la crisis, ambos indicadores han
seguido una evoluci¨®n similar por el frenazo de
mogr¨¢fico.
PIB
PIB per c¨¢pita
5,2
4,1
Avance
2,4
4%
4,8
2
2,5
1,9
Previsi¨®n
0
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Poblaci¨®n
Tasa de variaci¨®n
Vuelve a crecer,
pero lejos de los
ritmos de la d¨¦cada
anterior
2,0%
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0,59
0,5
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2002
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Fuente: INE.
EL PA?S
Crecimiento econ¨®mico
El PIB nacional creci¨® m¨¢s que el PIB per c¨¢pita en la anterior expansi¨®n (2000-2008)
porque crec¨ªa la poblaci¨®n. Desde la crisis, ambos indicadores han seguido una evoluci¨®n
similar por el frenazo demogr¨¢fico.
PIB
PIB per c¨¢pita
5,2
4,1
Avance
2,4
4%
4,8
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2,5
1,9
Previsi¨®n
0
-2
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2000
2006
2009
2018
Poblaci¨®n
Tasa de variaci¨®n
2,0%
Vuelve a crecer,
pero lejos de los ritmos
de la d¨¦cada anterior
1,5
1,0
0,59
0,5
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2002
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2018
Fuente: INE.
EL PA?S
Sin embargo, este proceso empieza a agotarse. Desde mediados de a?o, la mejora de la ocupaci¨®n se ha ralentizado en la misma medida que lo ha hecho la actividad. Y, como destaca el catedr¨¢tico de la Aut¨®noma de Barcelona Josep Oliver, la mitad de los empleos creados en 2018 fueron de inmigrantes, seg¨²n la EPA. En lo que va de a?o la cifra es incluso superior. Este hecho parece indicar que hay colectivos de espa?oles que tienen dificultades para colocarse. Seg¨²n cifras del INE, el salario medio de un espa?ol asciende a unos 24.000 euros. Al ocuparse por norma general en actividades de menor valor a?adido, el de un trabajador latinoamericano est¨¢ en unos 15.000. Y el de un extracomunitario, en unos 16.000.
En plena ralentizaci¨®n c¨ªclica parece que pierde fuerza el proceso de recuperar parados. Y a la vez todo apunta a que, adem¨¢s, no va a crecer tanto la poblaci¨®n. Desde luego no como sol¨ªa antes de la crisis. Las entradas de inmigrantes son casi tan robustas como en la fase previa de la burbuja. Pero las salidas de espa?oles son mayores que antes. Y el movimiento natural de la poblaci¨®n, el saldo entre nacimientos y muertes, acumula ya cuatro a?os de decrecimientos. El invierno demogr¨¢fico, la expresi¨®n acu?ada por el acad¨¦mico de Lovaina Michel Schooyans, parece haber llegado.
Saldo vegetativo
Diferencia entre nacimientos y muertes
150.000
133.455
Cuarto a?o consecutivo
con p¨¦rdida de pobla-
ci¨®n residente
100.000
50.000
0
-50.000
¨C54.944
-100.000
2008
2018
Saldo migratorio
Diferencia entre inmigrantes y emigrantes
Las llegadas se
recuperan y
contribuyen al
aumento de la
poblaci¨®n
333.672
310.600
300.000
200.000
100.000
0
-100.000
-200.000
-300.000
2008
2018
Fuente: INE y Banco de Espa?a.
EL PA?S
Saldo vegetativo
Diferencia entre nacimientos y muertes
150.000
133.455
Cuarto a?o consecutivo
con p¨¦rdida de pobla-
ci¨®n residente
100.000
50.000
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-50.000
¨C54.944
-100.000
2008
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Saldo migratorio
Diferencia entre inmigrantes y emigrantes
Las llegadas se
recuperan y
contribuyen al
aumento de la
poblaci¨®n
333.672
310.600
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2008
2018
Fuente: INE y Banco de Espa?a.
EL PA?S
Saldo migratorio
Saldo vegetativo
Diferencia entre inmigrantes y emigrantes
Diferencia entre nacimientos y muertes
Las llegadas se
recuperan y
contribuyen al
aumento de la
poblaci¨®n
150.000
133.455
Cuarto a?o consecutivo
con p¨¦rdida de pobla-
ci¨®n residente
333.672
310.600
100.000
300.000
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2008
2018
2008
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Fuente: INE y Banco de Espa?a.
EL PA?S
Un crecimiento m¨¢s d¨¦bil
El Banco de Espa?a ya revis¨® hace unos a?os el potencial que tiene la econom¨ªa para crecer a medio y largo plazo. Lo sit¨²a alrededor del 1,25% anual para los pr¨®ximos a?os frente al 3% de otras fases. Tambi¨¦n lo hizo el FMI. Y lo justifican principalmente por una demograf¨ªa que acusa el envejecimiento y la baja natalidad. El banco subray¨® entonces que, adem¨¢s, se estaban acabando las ganancias fruto de a?adir al mercado laboral nuevas generaciones de mujeres.
Deuda p¨²blica
En % del PIB, en el mes de marzo de cada a?o
Marzo
2015
Sept.
2019
100,9
97,8
100
Marzo
1995
80
62,7
60
Marzo
2008
35
40
20
0
1995
2008
2019
2015
Fuente: Banco de Espa?a.
EL PA?S
Deuda p¨²blica
En % del PIB, en el mes de marzo de cada a?o
Marzo
2015
Sept.
2019
100,9
97,8
100
Espa?a pide a la UE el rescate para la banca
Marzo
1995
80
62,7
60
Marzo
2008
35
40
Comienza a hincharse
la burbuja inmobiliaria
Estalla la crisis financiera
20
0
1995
2002
2008
2019
2013
2015
Fuente: Banco de Espa?a.
EL PA?S
Deuda de las administraciones p¨²blicas
En % del PIB, en el mes de marzo de cada a?o
Marzo
2015
Sept.
2019
100,9
97,8
100
Espa?a pide a la UE el rescate para la banca
Marzo
1995
80
62,7
60
Marzo
2008
40
35
Comienza a hincharse
la burbuja inmobiliaria
Estalla la crisis financiera
20
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1995
2002
2008
2013
2015
2019
Fuente: Banco de Espa?a.
EL PA?S
En definitiva, una vez se termine la recuperaci¨®n de parados se va a crecer menos. En estos momentos se est¨¢ viviendo un enfriamiento coyuntural por el par¨®n del comercio mundial. Pero tambi¨¦n hay en marcha una ralentizaci¨®n estructural por una demograf¨ªa que ya no favorece.
Aun as¨ª, hay una buena noticia: si se sustrae el efecto de la poblaci¨®n, en t¨¦rminos per c¨¢pita la econom¨ªa est¨¢ creciendo igual que en la anterior bonanza. Y lo hace sin que se est¨¦ produciendo una burbuja de cr¨¦dito o un desequilibrio con el exterior.
Sin embargo, no todo es positivo. Ni mucho menos. Una econom¨ªa que crece en t¨¦rminos per c¨¢pita pero que en su conjunto crece poco suele padecer muchas aflicciones. Es el caso de Jap¨®n, cuyo PIB por habitante en la poblaci¨®n entre 18 y 65 a?os avanza a ritmos muy elevados, se?ala Jes¨²s Fern¨¢ndez-Villaverde, catedr¨¢tico de la Universidad de Pensilvania (EE UU).
El tama?o importa cuando se habla de pagar la deuda, las pensiones o de incentivar la inversi¨®n, recuerda Fern¨¢ndez-Villaverde. Cuanto m¨¢s grande sea la producci¨®n total, m¨¢s f¨¢cil ser¨¢ hacer frente a la deuda p¨²blica. Cuantos m¨¢s trabajadores coticen, mejor se podr¨¢n pagar las pensiones: si la factura por prestaciones crece al 8% como ocurre ahora, la econom¨ªa incluyendo la inflaci¨®n deber¨ªa alcanzar ese ritmo para que se puedan sufragar sin generar d¨¦ficits. Sin embargo, en la actualidad el PIB est¨¢ creciendo a la mitad si se suma la inflaci¨®n. En esta cuesti¨®n, el tama?o de la poblaci¨®n trabajando se antoja un punto crucial.
Dificultades para las empresas
La inversi¨®n de una empresa suele aumentarse en funci¨®n de lo que engorda la demanda de su mercado. Al deteriorarse la creaci¨®n de hogares, habr¨¢ industrias que se resientan. Negocios como los electrodom¨¦sticos, por poner un ejemplo, tienen ventas por reposici¨®n en el hogar o por la constituci¨®n de una nueva familia. Las ventas por estas ¨²ltimas se frenar¨¢n. Y, en consecuencia, tambi¨¦n la inversi¨®n empresarial.
A mayor crecimiento del PIB y de la inflaci¨®n, menos dolorosos son los ajustes en las empresas. Si el mercado de una compa?¨ªa crece mucho, basta con congelar salarios y gastos para recobrar competitividad. Por el contrario, cuando el crecimiento es bajo, el margen es menor y obliga a recortar. Lo cual es siempre m¨¢s traum¨¢tico. Y tiene graves consecuencias sobre la desigualdad al perderse empleo en lugar de salario.
Este escenario obliga a exportar m¨¢s, afirma Ricardo Mart¨ªnez Rico, presidente de Equipo Econ¨®mico. Y ello a pesar de que otras econom¨ªas desarrolladas se enfrentan al mismo problema y tambi¨¦n compiten por vender fuera. Otra herramienta es elevar la productividad. Espa?a podr¨ªa avanzar mucho acerc¨¢ndose a la productividad de los mejores pa¨ªses, apunta el director de Fedea, ?ngel de la Fuente. Por ejemplo, mejorando la educaci¨®n.
Sin embargo, el historial de productividad de Espa?a es muy pobre. ¡°?Y cu¨¢ntos pa¨ªses han sido capaces de mantener incrementos de la productividad del 2% durante tiempo? Ninguno¡±, dice Fern¨¢ndez-Villaverde. Y a?ade: ¡°La productividad mejora mucho justo despu¨¦s de hacer las inversiones que se necesitan. Pero una vez hechas, luego es todo a fuerza de innovaci¨®n. Y as¨ª no se consiguen aumentos tan fuertes¡±.
Tambi¨¦n tiene consecuencias a la hora de estimular la econom¨ªa. La pol¨ªtica monetaria o la fiscal?sirven de poco frente a una reducci¨®n de la poblaci¨®n, argumenta Fern¨¢ndez-Villaverde.
El otro instrumento es la pol¨ªtica migratoria. La Autoridad Fiscal y el FMI hablan de aumentos importantes de la inmigraci¨®n para ayudar a sostener las pensiones. Pero esa soluci¨®n plantea otros interrogantes: ¡°?Cu¨¢nta inmigraci¨®n ser¨¢ pol¨ªticamente aceptable?¡±, se pregunta el catedr¨¢tico de Pensilvania.
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