Lagarde inflama los mercados con un mensaje decepcionante
La presidenta del BCE siembra dudas sobre su compromiso para reducir las primas de riesgo y presenta un t¨ªmido plan de est¨ªmulos contra el coronavirus
El jueves fue un mal d¨ªa para Christine Lagarde. Y su tropez¨®n da?a a toda Europa. El paquete de medidas con el que la presidenta del BCE pretend¨ªa ahuyentar el p¨¢nico por el coronavirus result¨® claramente insuficiente. Pero adem¨¢s, por si fuera poco, cometi¨® un desliz en su puesta de largo en una situaci¨®n de m¨¢xima alerta. Dijo que su funci¨®n no era reducir la prima de riesgo de los pa¨ªses con problemas, un mensaje que sonaba a falta de compromiso para arrimar el hombro y lograr que el euro supere la colosal amenaza a la que se enfrenta. Despu¨¦s matiz¨® sus palabras. Pero ya era tarde. El da?o estaba hecho.
Desde que asumi¨® el mando del Banco Central Europeo (BCE) el pasado noviembre, Lagarde no hab¨ªa tocado un mil¨ªmetro las decisiones heredadas de Mario Draghi. Las circunstancias excepcionales causadas por una pandemia a la que nadie sabe c¨®mo enfrentarse le han obligado a cambiar el ritmo. Y en su primer gran d¨ªa, patin¨®.
Muchos analistas llevaban d¨ªas repitiendo las palabras m¨¢s manoseadas en la reciente historia econ¨®mica. Reclamaban a Lagarde su versi¨®n del ¡°lo que sea necesario¡± que pronunci¨® su antecesor en lo peor de la crisis del euro. Pero en lugar de este mensaje, ella mand¨® otro que sonaba a lo contrario. ¡°No estamos aqu¨ª para cerrar las primas de riesgo. Hay otras herramientas y otros actores para afrontar estos asuntos¡±, dijo. Unas palabras que echaban gasolina sobre unos mercados en llamas.
M¨¢s tarde, en una entrevista con la CNBC se vio obligada a matizar su discurso. ¡°Estoy completamente comprometida para evitar cualquier fragmentaci¨®n en un momento dif¨ªcil para la zona euro. Las primas de riesgo altas por el coronavirus impiden la transmisi¨®n de la pol¨ªtica monetaria¡±, dijo en un impl¨ªcito reconocimiento de su error.
Pero los mercados ya hab¨ªan tomado nota. No solo las Bolsas, que ahondaron sus p¨¦rdidas nada m¨¢s conocer las decisiones del BCE. Las primas de riesgo que parec¨ªan no ser la preocupaci¨®n de Lagarde se dispararon en el sur de Europa: la italiana subi¨® casi 60 puntos; la griega, 50; la de Portugal y Espa?a; unos 30, y la de Francia, 20. Los lamentos de a?oranza de Draghi resonaron en muchos lugares de la eurozona.
El primer paquete de est¨ªmulos de la era Lagarde se asienta sobre dos patas: nuevas inyecciones de liquidez para los sectores m¨¢s afectados por el virus ¡ªcon una nueva l¨ªnea ilimitada y con la relajaci¨®n de requisitos a la banca para que fluya el cr¨¦dito¡ª y un aumento de las compras de deuda ¡ªa los 20.000 millones mensuales ya en marcha a?ade ahora otros 120.000 millones para este a?o¡ª. Pero se olvid¨® de otra medida con la que contaban los analistas: no baj¨® los tipos de inter¨¦s, al contrario de lo que hab¨ªan hecho ¡ªcon escasos resultados¡ª los bancos centrales de EE<TH>UU e Inglaterra.
¡°El BCE ha defraudado. Incluso si hubiera alcanzado las expectativas, habr¨ªa acabado por ser irrelevante. Sus medidas son necesarias y ayudar¨¢n, pero tienen un l¨ªmite muy claro sobre lo que pueden hacer para solucionar los problemas de un par¨®n econ¨®mico provocado por medidas como el cierre de Italia¡±, escribieron los analistas de Nomura tras el Consejo de Gobierno.
Est¨ªmulos monetarios
Con unos mercados en ca¨ªda libre, Lagarde trat¨® de transmitir la sensaci¨®n de que tiene herramientas para evitar una recesi¨®n que cada d¨ªa parece m¨¢s probable. Pero no logr¨® convencer. ¡°El BCE necesitaba dar una se?al de tranquilidad y no lo ha hecho. El mercado esperaba medidas m¨¢s contundentes¡±, aseguraba Javier Molina, analista de eToro, tras conocer el t¨ªmido paquete de est¨ªmulos monetarios.
El malet¨ªn de herramientas que la francesa puso sobre la mesa fue insuficiente para calmar a los mercados. Pero nadie cree que el BCE vaya a resolver esta crisis por s¨ª solo. ¡°Lagarde ha hecho lo que se entend¨ªa que pod¨ªa hacer dentro de sus l¨ªmites. Pero no creo que podamos exigir mucho m¨¢s al BCE. Las m¨¢s medidas que ahora pueden ser ¨²tiles proceden de la pol¨ªtica fiscal, no de la monetaria¡±, aseguraba a este peri¨®dico Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney.
Lagarde ¡ªal igual que Draghi¡ª lleva tiempo advirtiendo a los l¨ªderes de la UE que sus medidas solo pueden funcionar si ellos ponen de su parte. La petici¨®n ya tradicional de que los pa¨ªses con margen de maniobra ¡ªes decir, Alemania y Holanda, sobre todo¡ª aprueben planes de gasto para impulsar la econom¨ªa ha tomado mucha m¨¢s fuerza con la amenaza del coronavirus.
¡°Solo podremos afrontar este shock si aunamos esfuerzos con las autoridades fiscales¡±, dijo el jueves la mujer que encabeza la pol¨ªtica monetaria de la eurozona. En la cumbre del martes, los jefes de Estado y de Gobierno le hicieron poco caso en su petici¨®n de lanzar una respuesta contundente y unitaria a la amenaza de la pandemia global. Est¨¢ por ver si los l¨ªderes europeos responden en los pr¨®ximos d¨ªas con un plan coordinado a la altura del reto al que se enfrentan.
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