Los recelos de Alemania y Holanda amenazan con impedir una respuesta conjunta de la UE

La emergencia sanitaria, econ¨®mica y social del coronavirus tampoco ha logrado desdibujar la brecha entre norte y sur en Europa. La negativa de Alemania y, sobre todo, de Holanda a crear un instrumento para compartir los costes de la pandemia amenaza con hacer descarrilar la respuesta comunitaria contundente que reclaman Francia, Espa?a e Italia. Los ministros solo lograron tejer un ¡°amplio apoyo¡± en torno al uso de una l¨ªnea de cr¨¦dito del fondo de rescate y dejaron la patata caliente a los l¨ªderes de la UE en la cumbre de este jueves.

Los ministros de la zona euro transitan por la actual crisis con el retrovisor puesto en la Gran Recesi¨®n. No solo porque ya se hable de ca¨ªdas del Producto Interior Bruto (PIB) incluso superiores a las de su peor a?o, sino porque los titulares de Finanzas temen que la crisis actual pueda acabar mutando en una crisis financiera que golpee primero a los pa¨ªses m¨¢s endeudados, entre ellos Italia, Espa?a o Francia. El programa de compras lanzado por el Banco Central Europeo (BCE) de momento ha frenado esa posibilidad, pero varios pa¨ªses quieren dejar otro cortafuegos ante las profundas consecuencias de la pandemia. ¡°Nuestro objetivo es a?adir nuevas l¨ªneas de defensa al euro, evitando que esta crisis econ¨®mica se transforme en financiera¡±, dijo el presidente del Eurogrupo, M¨¢rio Centeno.

El Eurogrupo evidenci¨® que los pa¨ªses de la moneda ¨²nica est¨¢n lejos de la unanimidad para lanzar una ofensiva conjunta a la crisis. Ni siquiera la hay todav¨ªa para esa primera red de seguridad a trav¨¦s del fondo de rescate europeo (MEDE) una plataforma id¨®nea para ello. Con una potencia de fuego de 410.000 millones de euros, ser¨ªa el arma m¨¢s r¨¢pida en caso de necesitar m¨¢s munici¨®n contra la crisis. Por ahora, Centeno dijo que solo hay un ¡°amplio apoyo¡± para usar una l¨ªnea de cr¨¦dito ya existente del MEDE para combatir la pandemia, a corto plazo, y a recuperar la estabilidad financiera, a largo. Los pa¨ªses podr¨ªan obtener una cantidad equivalente al 2% del PIB. El otro frente que se explorar¨¢ es que sea la Comisi¨®n quien emita bonos y pueda prestar asistencia financiera, como pide Holanda.

Espa?a quiere ir m¨¢s all¨¢ de las medidas de est¨ªmulo estrictamente nacionales, que equivalen ahora al 2% del PIB de la zona euro. ¡°La respuesta no puede estar circunscrita a un pa¨ªs o a un grupo de pa¨ªses, tiene que ser una respuesta conjunta de la Uni¨®n. Y para eso creemos que es necesario articular respuestas a trav¨¦s de las distintas instituciones y de todos los instrumentos que tenemos a nuestra disposici¨®n¡±, sostuvo la vicepresidenta econ¨®mica, Nadia Calvi?o, antes del Eurogrupo.

Para Espa?a, el MEDE es un mecanismo ¡°transitorio¡± mientras se movilizan otros instrumentos que deber¨ªan crearse al comp¨¢s del plan Marshall que propone el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez. En plata: un fondo de reaseguro de desempleo comunitario y unos eurobonos que permitan ¡°poner en com¨²n los costes de la crisis¡±. El comisario de Econom¨ªa, Paolo Gentiloni, habl¨® de ir ¡°paso a paso¡±, pero se?al¨® que, tras la respuesta al primer golpe, el objetivo debe ser ¡°un Plan Europeo de Reconstrucci¨®n¡±.

?ltimo recurso

En cambio, Holanda ve el recurso al MEDE como una opci¨®n que todav¨ªa no deber¨ªa ser activada. Su titular de Econom¨ªa, Wopke Hoekstra, reiter¨® que solo deb¨ªa recurrirse a ¨¦l en ¨²ltima instancia. Holanda, seg¨²n un funcionario del Eurogrupo, pide a la Comisi¨®n Europea que escudri?e todos los rincones del Presupuesto comunitario para movilizar hasta el ¨²ltimo euro para atender la crisis.

La Haya considera que los pa¨ªses, adem¨¢s, a¨²n est¨¢n en condiciones de lanzar sus medidas contra la crisis, puesto que pueden financiarse en los mercados a un precio razonable. Eso puede cambiar dentro de unos meses. En ese caso, aboga por que los afectados puedan beneficiarse de una l¨ªnea de cr¨¦dito del MEDE, pero sujeta a condiciones para recuperar la estabilidad financiera.

Pero ni Francia, ni Italia ni Espa?a quieren que el acceso a esas l¨ªneas de cr¨¦dito acarree m¨¢s condiciones que las de destinarlas a hacer frente a la emergencia. La idea italiana de los coronabonos, de hecho, proven¨ªa de pedir algo completamente nuevo para no quedar estigmatizado por el hecho de recurrir a un plan del fondo de rescate. Y Espa?a record¨® que ¡°no tiene pensado activar ning¨²n mecanismo extraordinario¡±.

Centeno trato de conciliar las demandas de unos con las de otros al presentar la idea que estaba concitando un mayor apoyo, pero admiti¨® que se requer¨ªa m¨¢s trabajo. De todos modos, la brecha entre norte y sur se abri¨® de tal modo que tras la reuni¨®n no hubo ni comunicado conjunto. Y la idea de los coronabonos, que a finales de la semana pasada hab¨ªa parecido hallar alg¨²n tipo de colch¨®n en el seno del Eurogrupo, qued¨® aparcada.

Ah¨ª Berl¨ªn se hab¨ªa encargado ya de trazar sus l¨ªneas rojas. El ministro de Econom¨ªa alem¨¢n, Peter Altmaier, se encarg¨®, no obstante, de devolver a los pa¨ªses m¨¢s entusiastas con la integraci¨®n financiera a la realidad. En una entrevista en Handelsblatt tild¨® la creaci¨®n de esos bonos como un ¡°debate fantasma¡± y dud¨® de la eficacia de un plan Marshall para Europa.

¡°El norte no ha notado tanto los efectos y no est¨¢ por la labor de tomar medidas¡±, sostuvieron fuentes diplom¨¢ticas. Otro funcionario confi¨® en que el momento llegar¨¢, o bien a causa de una prolongaci¨®n de la epidemia o si Europa no halla el rebote que tanto ans¨ªa para cuando la crisis llegue. De momento, los Veintisiete tendr¨¢n que decidir si dan un paso al frente y lanzan un mensaje de unidad a ciudadanos y mercados.

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