El BCE y la deflaci¨®n
El problema ahora es que la pol¨ªtica monetaria ofrece tiempo, pero no reduce la deuda
El Tribunal Constitucional alem¨¢n ha pedido al Banco Central Europeo (BCE) que aclare si su programa de compras de deuda de 2015 se extralimita en su mandato de estabilidad de precios. El BCE le ha contestado que la Corte de Justicia Europea ya le dijo en 2018 que cumple y ha adoptado una posici¨®n fuerte contra esto que amenaza su credibilidad y su independencia.
Alemania sufri¨® una hiperinflaci¨®n en 1921-1923 en la que los precios de la cesta de la compra se doblaban cada cuatro horas, lo que sucede en Venezuela hoy se asemeja a la Rep¨²blica de Weimar. Los alemanes asocian inflaci¨®n a caos. Por eso fueron el primer pa¨ªs en introducir en su Constituci¨®n la estabilidad de precios y forzaron a que fuera uno de los grandes pilares de la Constituci¨®n Europea.
Gracias a esa fobia mantuvieron la inflaci¨®n a raya en las ¨²ltimas siete d¨¦cadas y gracias a esa credibilidad monetaria los espa?oles podemos emitir deuda p¨²blica a tipos pr¨®ximos al 0% para pagar las pensiones, los ERTE y el gasto extra sanitario para luchar contra la pandemia.
La sentencia alemana no limita las compras per se y, en el conflicto de legitimidad, prevalece la opini¨®n del Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE). No obstante, la decisi¨®n es un terremoto pol¨ªtico en Alemania y la honda expansiva llegar¨¢ al Consejo del BCE en Fr¨¢ncfort.
A principios de marzo las Bolsas se desplomaban y la prima de riesgo italiana entraba en zona de peligro. El BCE tuvo que aprobar un nuevo programa de compras de activos por 750.000 millones de euros para evitar el colapso de los mercados y evitar otra situaci¨®n igual que la de mayo de 2010. Al ritmo de compras del ¨²ltimo mes, el programa se agotar¨¢ en agosto. El mercado espera que el BCE lo ampl¨ªe al menos al doble y habr¨ªa dinero hasta final de a?o.
La sentencia aumenta la incertidumbre en los mercados. La ventaja de esta crisis es que la anterior est¨¢ reciente y muchas cosas se repiten. Italia tendr¨¢ una deuda p¨²blica pr¨®xima al 170% del PIB, como Grecia en 2011. Pero la deuda italiana en euros es ocho veces la griega. Sin las compras del BCE, el fondo de rescate europeo Mede no podr¨ªa financiarles e Italia tendr¨ªa que impagar su deuda. Los bancos, aseguradoras y fondos de pensiones alemanes asumir¨ªan p¨¦rdidas. Y los pensionistas dejar¨ªan de votar a Merkel o su sucesor. Igual que en 2012, la canciller acabar¨¢ apoyando las compras del BCE.
Basta con explicarles a los alemanes que el riesgo ahora es la deflaci¨®n, especialmente para la industria alemana que compite fuera con los chinos que ya est¨¢n bajando sus precios. Jen Wiedmann, del Bundesbank, y los supuestos sabios alemanes alertaron en 2008 de los riesgos de inflaci¨®n. Llevan 12 a?os equivoc¨¢ndose y tienen menos credibilidad que Donald Trump y sus recetas para luchar contra el coronavirus.
Como nos ense?¨® el maestro Keynes ¡°la inflaci¨®n es injusta, la deflaci¨®n inconveniente¡±. El problema es que la pol¨ªtica monetaria te ofrece tiempo, pero no te reduce la deuda.
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