Quedarse en casa para no enfermar o comer: el dilema de 1.600 millones de trabajadores informales
La OIT alerta de que la pandemia agravar¨¢ la pobreza y la vulnerabilidad de quienes se ven forzados a trabajar en la econom¨ªa sumergida, casi todos ellos en pa¨ªses emergentes
Un dilema tan grande como terror¨ªfico sacude estos d¨ªas a millones de trabajadores de la econom¨ªa informal en las principales ciudades del mundo emergente, de Yakarta a Ciudad de M¨¦xico; de Nueva Delhi a S?o Paulo: quedarse en casa para no enfermar o salir para asegurarse los ingresos suficientes para poder comer. La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) ha alertado este jueves de que los confinamientos y las necesarias medidas de contenci¨®n de la pandemia global del coronavirus amenazan con incrementar dr¨¢sticamente los niveles de pobreza ya de por s¨ª altos que enfrentan quienes se ven obligados a desempe?arse en la econom¨ªa sumergida. ¡°No trabajar supone perder sus empleos y su sustento: morir de hambre o por el virus es la disyuntiva, demasiado real, que encaran muchos¡±, remarcan los autores de un estudio que pone encima del tablero la, quiz¨¢, derivada m¨¢s dram¨¢tica y menos observada de la crisis. Hasta 1.600 millones de empleados informales se est¨¢n viendo golpeados por las restricciones de movimiento para frenar el virus.
La OIT estima que, sin alternativas de ingresos ¡ªalgunos pa¨ªses, como Brasil, s¨ª han puesto en marcha programas de cobertura de emergencia para que quienes est¨¢n bajo el yugo de la informalidad puedan salir del paso¡ª, elevar¨¢ el ¨ªndice de pobreza entre los informales en 21 puntos porcentuales en los pa¨ªses de renta media, en 52 en los de renta alta y, atenci¨®n, en 56 en los de renta baja, por mucho los m¨¢s golpeados. ¡°Dado que quienes est¨¢n en la informalidad tienen que trabajar, los confinamientos y otras medidas de contenci¨®n [de la enfermedad] son una fuente de tensi¨®n social y pr¨¢cticas transgresivas que ponen en riesgo los esfuerzos de las autoridades para proteger a la poblaci¨®n¡±, subraya el ente con sede en Ginebra.
Es la pescadilla que se muerde la cola: si los trabajadores del sector informal caen enfermos, no tienen acceso a los servicios sanitarios ni a las redes de protecci¨®n de ingresos; si no pueden acceder a la sanidad, el virus se extiende a mayor velocidad; y si s¨ª lo logran ¡ªen muchas ¨¢reas rurales ni siquiera est¨¢n disponibles¡ª, se ven obligados a hacer un enorme desembolso para su capacidad econ¨®mica, se ven forzados a endeudarse o a vender lo poco que tienen. Una espiral que desemboca, s¨ª o s¨ª, en un aumento de la pobreza. Ciclo cerrado con consecuencias catastr¨®ficas para millones de familias, sobre todo en pa¨ªses de renta media o baja.
La informalidad es, a su vez, la ¨²nica salida posible en tiempos de estrecheces econ¨®micas. Y estos lo son y lo ser¨¢n. ¡°El colapso econ¨®mico y el cierre permanente de pymes desencadenar¨¢ un incremento del desempleo y el subempleo sin precedentes y la econom¨ªa informal se expandir¨¢¡±, alertan los economistas de la OIT. ¡°En ausencia de un reemplazo de ingresos, especialmente en pa¨ªses de renta media y media-baja, con sistemas de protecci¨®n social d¨¦biles y con cobertura baja, mucha gente recurrir¨¢ a la creaci¨®n de micronegocios por cuenta ajena [informales] para tratar de generar lo necesario para vivir y algunas pymes del sector formal se ver¨¢n empujadas a la informalidad¡±.
La respuesta que propone la agencia de la ONU para la defensa de los trabajadores es doble: universalizaci¨®n de los esquemas de protecci¨®n social y aumento de la formalizaci¨®n de los que hoy trabajan en b. ¡°La ¨²ltima d¨¦cada ha estado marcada por un creciente reconocimiento de que una econom¨ªa informal abultada es un gran obst¨¢culo para la reducci¨®n de la pobreza, el trabajo decente y el desarrollo sostenible¡±, remarcan los autores del estudio. Y la crisis econ¨®mica desatada por el coronavirus, que llevar¨¢ al bloque emergente en su conjunto a su primer retroceso econ¨®mico en al menos seis d¨¦cadas, supone tambi¨¦n una sever¨ªsima llamada de atenci¨®n sobre un problema sin resolver. Un recordatorio de la necesidad crucial de que la transici¨®n de la informalidad a la formalidad sea un ¨¢rea prioritaria en las agendas de los Gobiernos: ¡°la recuperaci¨®n econ¨®mica, aunque necesaria, no la reducir¨¢ por s¨ª solas; las pol¨ªticas p¨²blicas son esenciales¡±.
Los empleados dom¨¦sticos, especialmente vulnerables
Hablar de trabajadores informales es hablar de m¨¢s de 2.000 millones de personas en todo el mundo ¨Cel 62% del total de empleados, una proporci¨®n que crece hasta el 90% en el caso de los pa¨ªses de bajos ingresos y hasta el 67% en el caso de las naciones de ingresos medios¨C, que se desempe?an en pr¨¢cticamente todos los sectores de la econom¨ªa: desde la hosteler¨ªa, la venta callejera de comida o las manufacturas pasando por el comercio o por 500 millones de agricultores que prov¨¦n de alimentos a las grandes ciudades del mundo emergente. Las mujeres est¨¢n notablemente m¨¢s expuestas a esta lacra que los hombres, en parte por el trabajo dom¨¦stico, y son un eslab¨®n ¡°a¨²n m¨¢s vulnerable¡±, seg¨²n el organismo dependiente de Naciones Unidas.
Para los 67 millones de trabajadores dom¨¦sticos que hay en el mundo ¡ªuna amplia mayor¨ªa, mujeres, y las tres cuartas partes de ellos, en la informalidad¡ª ¡°el desempleo se ha convertido en un factor tan amenazante como el propio virus¡±, seg¨²n la OIT. Muchos, destaca el organismo, llevan semanas sin poder acudir a su puesto de trabajo: bien porque as¨ª se lo han pedido las familias para las que trabajan, bien por los confinamientos. Y los que siguen yendo a las casas en las que desempe?an labores de limpieza y cuidados lo hacen a pesar del ¡°alto riesgo¡± de contagio. La situaci¨®n, remarcan, es doblemente delicada para los 11 millones de empleados dom¨¦sticos migrantes, de cuyas remesas ¡ªen ca¨ªda libre este a?o¡ª depende el sostenimiento de muchos hogares en sus pa¨ªses de origen. ¡°La crisis de la covid-19 est¨¢ exacerbando situaciones de vulnerabilidad y desigualdad ya existentes, y la respuesta pol¨ªtica debe asegurar que el apoyo llega a los trabajadores y las empresas que m¨¢s lo necesitan¡±, apunta Philippe Marcadent, jefe de la divisi¨®n de inclusi¨®n laboral del organismo basado en Suiza.
Negocios informales, el otro caballo de batalla de la crisis
Como en el caso de los trabajadores, los negocios que se mueven bajo el manto de la econom¨ªa sumergida ¨Cel 80% de cuantos hay en el mundo¨C son, por mucho, los m¨¢s sacudidos por la crisis sanitaria. ¡°Su productividad y sus niveles de ahorro y de inversi¨®n son bajos, y eso les hace especialmente vulnerables a los choques econ¨®micos¡±. Est¨¢n, adem¨¢s, ¡°habitualmente excluidos de los programas oficiales de asistencia a las empresas¡±, apuntan los t¨¦cnicos de la OIT. Son, en otras palabras, invisibles en los registros oficiales. Tambi¨¦n, como se est¨¢ viendo en la t¨ªmida respuesta que muchos pa¨ªses emergentes est¨¢n dando a este problema, a ojos de algunos Gobiernos.
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