El viaje del kilowatt renovable en M¨¦xico, un sistema en zozobra

El complejo sistema el¨¦ctrico mexicano vive d¨ªas de incertidumbre. El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador nunca vio con buenos ojos la reforma energ¨¦tica de 2015, emprendida por su antecesor y que abri¨® el sector a la iniciativa privada. La Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE) perdi¨® el monopolio sobre la generaci¨®n y fue retrocediendo ante el avance de las energ¨ªas renovables, cuya electricidad es en promedio m¨¢s barata que la producida por la empresa paraestatal. Desde la llegada al poder de L¨®pez Obrador, se la ha buscado fortalecer mediante cambios regulatorios. Las autoridades los justifican por la necesidad de proteger la ¡°confiabilidad¡± del sistema y, de paso, ¡°rescatar¡± a una el¨¦ctrica en declive. Las privadas, en cambio, ven una violaci¨®n del estado de derecho y advierten de un incremento de las tarifas el¨¦ctricas como resultado de este bamboleo normativo. Estos son, a grandes rasgos, los pasos de un kilowatt e¨®lico producido en el Istmo de Tehuantepec, una zona del suroeste favorecida por los fuertes vientos.

Un laberinto de actores y escenarios

La liberalizaci¨®n del sector ha cambiado de manera sustancial la tarta el¨¦ctrica. Si se mira al tipo de energ¨ªa, el ciclo combinado, que funciona con una mezcla de gas y vapor, es el que m¨¢s aporta con casi un 39%, seg¨²n datos del Gobierno hasta diciembre de 2019. Le siguen la hidroel¨¦ctrica y la t¨¦rmica, anta?o predominantes y que ahora se reparten alrededor de un 16% cada una. Despu¨¦s llegan las renovables. La e¨®lica tiene un 7,5% de la capacidad instalada total y la solar, un 4,3%. Ambas han experimentado un crecimiento exponencial. Tan solo en 2019, un a?o r¨¦cord, la e¨®lica creci¨® un 26% y la solar alrededor de un 70%.

Detr¨¢s de toda esta potencia instalada, hay un generador p¨²blico, la CFE, y una variedad de privados que se rigen por tres tipos de esquemas. Antes de la reforma energ¨¦tica, exist¨ªa un pu?ado de contratos de productores particulares para abastecer a la CFE y a empresas. Con la liberalizaci¨®n del sector en 2015, se a?adieron dos formas m¨¢s para intercambiar energ¨ªa. La primera, a trav¨¦s de contratos por subastas, un mecanismo de licitaci¨®n por el que los generadores se compromet¨ªan a vender a la CFE a una tarifa. Este sistema logr¨® bajar el precio hasta los 20.6 $MWh, muy por debajo del coste promedio de las plantas en propiedad de la paraestatal. Adem¨¢s de las subastas, la reforma cre¨® un segundo escenario: un mercado con precios variables.

Las renovables entran primero

Una de las patas del mercado el¨¦ctrico mayorista funciona como un tianguis por adelantado. Un d¨ªa antes de que se despache la energ¨ªa, la planta e¨®lica estima su producci¨®n para el d¨ªa siguiente en base a la previsi¨®n de viento y al estado del equipo. El Centro Nacional de Control de Energ¨ªa (Cenace), un organismo p¨²blico descentralizado que se ocupa de vigilar el funcionamiento del sistema, recibe la oferta de esa central y calcula el precio que se pagar¨¢ en funci¨®n de la demanda.

El costo es clave porque determina qui¨¦n despacha antes. Las primeras son las renovables por ofrecer los precios m¨¢s baratos, mientras que las centrales t¨¦rmicas, de mayor antig¨¹edad y principalmente en manos de la CFE, quedan relegadas. En la semana del 10 al 16 de mayo, las t¨¦rmicas representaron un 63% de la energ¨ªa ofertada y las renovables apenas un 3,7%. Sin embargo, debido en parte a la diferencia de precios, las primeras acabaron despachando un 54%, casi diez puntos menos, y las renovables, un 6,4%, cerca del doble. El kilowatt e¨®lico del Istmo de Tehuantepec, pues, se abre paso antes.

El director general de la CFE, Manuel Bartlett, considera este trato injusto. A finales de abril, las autoridades suspendieron la entrada en operaci¨®n de nuevas plantas renovables con el argumento de que su car¨¢cter intermitente afectaba la confiabilidad del sistema. Para compensar, la medida apuntaba a la activaci¨®n de plantas en reserva, probablemente centrales de la CFE que, en el mercado, son demasiado caras para operar de forma sostenida. ¡°A la CFE no le gusta que las renovables le quiten mercado. El peligro es que no las dejen producir por un supuesto impacto en la confiabilidad. Eso dejar¨ªa fuera a las centrales con costos marginales m¨¢s bajos y el precio de la electricidad subir¨ªa¡±, explica el director del Centro de Energ¨ªa del Itam, Juan Carlos Belausteguigoitia. Por ahora, el acuerdo ha sido parado en los tribunales.

Los baches de la carretera el¨¦ctrica

Una vez vendido, el kilowatt e¨®lico del Istmo tiene que viajar a los grandes n¨²cleos de consumo del centro del pa¨ªs, a unos 500 kil¨®metros en l¨ªnea recta. El sistema enfrenta el problema de la falta de inversi¨®n en l¨ªneas de transmisi¨®n, un aut¨¦ntico cuello de botella para la expansi¨®n de la e¨®lica en esa regi¨®n. Sin carreteras en condiciones de poco sirve el carro deportivo. ¡°En la regi¨®n oriental, donde est¨¢ el Istmo, se sit¨²a el 26% de la capacidad instalada total, pero all¨ª solo se consume el 16%¡±, explica el economista Alejandro Lim¨®n, especializado en energ¨ªa. ¡°La inversi¨®n ha venido disminuyendo a?o tras a?o y si la reduces, pones en riesgo el sistema¡±. Se trata de un d¨¦ficit, apunta Lim¨®n, que se arrastra de la anterior Administraci¨®n y que contin¨²a en la actual. En 2020, el presupuesto para la inversi¨®n fue un 9% menor a 2019, a?o en que ya hubo un recorte del 24% respecto a 2018.

El Cenace identific¨® 14 corredores que tuvieron saturaci¨®n en 2018, especialmente en ¨¦pocas de alta demanda. Entre los que corren ese riesgo, est¨¢ la l¨ªnea de transmisi¨®n de Ixtepec, el camino que toma el kilowatt e¨®lico del Istmo para llegar a un domicilio de Ciudad de M¨¦xico. Al poco de llegar al poder, el Gobierno cancel¨® la licitaci¨®n de otra l¨ªnea que iba a transportar energ¨ªa desde esa regi¨®n, una de las de mayor concentraci¨®n de parques e¨®licos. El Gobierno ha utilizado el mal estado de la red y el car¨¢cter intermitente de las renovables para lanzar un nuevo marco de electricidad que pone el ¨¦nfasis en la ¡°confiabilidad del sistema¡± y cuyas implicaciones teme el sector.

El rifirrafe de los precios de transmisi¨®n

A diferencia de la generaci¨®n, la reforma energ¨¦tica no liberaliz¨® la transmisi¨®n. Esta sigue estando por ley en poder de la paraestatal. Los roces entre empresas renovables y la CFE por los costos de transporte han sido una constante. La semana pasada Manuel Bartlett sostuvo que ¡°las empresas deber¨ªan empezar a pagar por los costes de transmisi¨®n¡±. La Confederaci¨®n de C¨¢maras Industriales (Concamin) lo tach¨® de mentiroso y afirm¨® que el pago se realiza ¡°mensualmente de acuerdo a la tarifa regularidad que determina la Comisi¨®n Reguladora de Energ¨ªa (CRE)¡±. Al comunicado de la Concamin, la CFE respondi¨®: ¡°Falso, no lo pagan; s¨®lo en algunos casos, la CRE le impone a la CFE cobrar a estos privados tarifas muy por debajo de los costos de transmisi¨®n en grave deterioro de sus finanzas¡±.

La CRE publica cada mes el costo de transmisi¨®n que deben pagar las renovables. Este pago se aplica a los contratos de autoabastecimiento entre privados y al mercado el¨¦ctrico mayorista. Hay excepciones, algunos contratos firmados entre la CFE y centrales particulares antes de la reforma energ¨¦tica est¨¢n excluidos. Los contratos de la primera y segunda subasta el¨¦ctrica tambi¨¦n, ya que la CRE no hab¨ªa establecido una tarifa cuando se licitaron. La suficiencia o no del precio que pagan las renovables por el transporte es un tema a debate. ¡°Ambas partes tienen cierta raz¨®n, se ha de encontrar un balance¡±, dice el abogado especializado en energ¨ªa Rodolfo Rueda, de Thompson&Knight. ¡°Hay tarifas de alguna manera inferiores a los costos de transmisi¨®n. El racional cuando se dise?¨® el sistema era incentivar el desarrollo de las renovables¡±.

Recta final: la tarifa el¨¦ctrica

El kilowatt e¨®lico, mezclado con los dem¨¢s tipos de energ¨ªa m¨¢s caras, llega finalmente al hogar. El suministro, como la generaci¨®n, est¨¢ abierto a la participaci¨®n privada, pero la CFE tiene un papel predominante. La electricidad est¨¢ fuertemente subsidiada. Si un hogar paga 94 pesos al mes por su recibo de la luz, el apoyo gubernamental puede rondar los 240 pesos. El gasto en el subsidio es sustancial; representa el 0.8% del PIB y cubre a aproximadamente el 98% de los hogares. Ese car¨¢cter de s¨¢bana, por el que se benefician tanto pobres como ricos, ha sido criticado por aquellos que abogan por una reducci¨®n del mismo. ¡°Es indiscriminado¡±, dice Belausteguigoitia. Como el presidente L¨®pez Obrador ha insistido en que no se va a incrementar el precio de la luz, el economista predice un aumento del subsidio en caso de que las renovables queden apartadas en favor de fuentes de energ¨ªa m¨¢s caras.