Las nueve semanas y media que abrieron el camino al Fondo de Recuperaci¨®n de la UE
La hist¨®rica propuesta de Von der Leyen surgi¨® tras un sinf¨ªn de reuniones virtuales a varias bandas y una agria saga de desplantes y malentendidos marcados por la distancia impuesta por el virus
En apenas nueve semanas y media, la respuesta de la Uni¨®n Europea a la crisis econ¨®mica de la covid-19 ha pasado de la turbulenta y est¨¦ril cumbre europea del 26 de marzo, que provoc¨® el plant¨®n de Espa?a e Italia, a la aprobaci¨®n el pasado mi¨¦rcoles del proyecto de un Plan de Recuperaci¨®n de 750.000 millones de euros. La cr¨®nica de tan tremendo salto incluye desplantes y malentendidos, maniobras en la sombra y difusi¨®n de propuestas destinadas a agitar el debate. Tambi¨¦n un sinf¨ªn de reuniones, unas secretas y otras p¨²blicas, que por primera vez en la historia del club han tenido que celebrarse a golpe de videoconferencia por imperativo del Sars-Cov-2. Un virus que, parad¨®jicamente, ha paralizado al continente pero ha acelerado el paso de la UE.
La crisis del coronavirus ha seguido una secuencia similar a la de la zona euro entre 2010 y 2015, con una f¨¦rrea resistencia de muchos socios de la Uni¨®n a compartir el problema y un progresivo reconocimiento de que el s¨¢lvese quien puede exponer a todos al hundimiento. Pero ha habido una gran diferencia. En esta ocasi¨®n la UE ha quemado etapas a una velocidad vertiginosa en comparaci¨®n con la crisis que conden¨® a la zona euro a una d¨¦cada perdida. Y tras numerosas disputas, m¨¢s las que han de venir, el club se dispone a dar un salto hist¨®rico en su capacidad de financiaci¨®n.
¡°A quienes temen el coste de la inversi¨®n debo decirles que la factura de la inacci¨®n acabar¨ªa siendo mucho m¨¢s elevada¡±, se?al¨® el pasado mi¨¦rcoles la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, al anunciar un plan que prev¨¦ la emisi¨®n de 750.000 millones de euros en deuda de la UE, una intervenci¨®n comunitaria sin precedentes en la historia del club, tanto por su envergadura como por su distribuci¨®n.
La aprobaci¨®n del esperado proyecto lleg¨® con tres semanas de retraso sobre el calendario m¨¢s optimista. ¡°Pero es importante entender que no hemos aprobado solo una hoja de cifras sino que van acompa?adas de 23 proyectos legislativos¡±, se disculpa por la tardanza el comisario europeo de Presupuestos, Johannes Hahn.
El departamento de Hahn se ha pasado m¨¢s de dos meses estrujando n¨²meros para cuadrar las cuentas del plan de recuperaci¨®n y del marco financiero plurianual 2021-2027. Los t¨¦cnicos de la Comisi¨®n dieron relativamente pronto con la f¨®rmula contable, seg¨²n las fuentes consultadas. En el fin de semana de Pascua, que para los funcionarios implicados pas¨® de festivo a laboral, la Comisi¨®n ya hab¨ªa identificado la posibilidad de ampliar temporalmente el techo de gasto (hasta el 2% de la renta nacional bruta de la UE) y aprovechar el nuevo margen para emitir deuda con el aval de los 27 Estados de la UE.
Pero faltaba el respaldo pol¨ªtico para sacar adelante la propuesta. Y ¨¦se no acababa de llegar desde el piso m¨¢s alto del Berlaymont, donde se encuentra el despacho de la presidenta Von der Leyen. En las plantas de abajo cund¨ªa la alarma ante la falta de reacci¨®n. Sobre todo, entre los equipos del comisario de Industria, el franc¨¦s Thierry Breton, y el de Econom¨ªa, Paolo Gentilloni, ambos firmes partidarios de una propuesta de la Comisi¨®n muy ambiciosa para movilizar hasta 1,5 billones de euros.
El choque en la cumbre virtual del 26 de marzo, donde Alemania y Pa¨ªses Bajos se resistieron a cualquier respuesta que no pasase por un rescate financiero al uso, hac¨ªa temer que la crisis de la covid-19 derivase en un s¨¢lvese quien pueda y en una ruptura del mercado interior. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y todo su entorno, se esforzaron en los d¨ªas siguientes por minimizar la tensi¨®n vivida durante la cita virtual. ¡°Nosotros no tuvimos la impresi¨®n de que fuera tal desastre¡±, confiaban d¨ªas despu¨¦s desde el equipo de presidencia. Pero el aire enrarecido se mantuvo entre las principales capitales implicadas. Y tras la bronca de la cumbre, Von der Leyen parec¨ªa decantarse hacia f¨®rmulas mucho m¨¢s t¨ªmidas que pudieran satisfacer a Berl¨ªn y La Haya.
El Eurogrupo, clave
El primer salto cualitativo en la gesti¨®n de la crisis se produce en el Eurogrupo, el foro de los ministros de Econom¨ªa de la zona euro presidido por el portugu¨¦s M¨¢rio Centeno. ¡°Nos ha costado 16 horas y media y muchas m¨¢s en reuniones pero finalmente podemos responder la llamada de nuestros ciudadanos a favor de una Europea que protege¡±, se?al¨® Centeno tras la cita m¨¢s larga en la historia del Eurogrupo, que se celebr¨® en dos jornadas (el 7 y el 9 de abril).
El acuerdo incluye una triple red de seguridad por un valor total de 540.000 millones de euros en pr¨¦stamos a trav¨¦s de la Comisi¨®n (para los planes de regulaci¨®n de empleo temporal), el Mecanismo europeo de Estabilidad (para el gasto sanitario) y el Banco Europeo de Inversiones (avales para ofrecer liquidez a las empresas).
Los pa¨ªses m¨¢s afectados por la pandemia celebran el pacto, pero insisten en que no basta con ofrecer cr¨¦dito. Los socios del Norte creen que se trata de una respuesta suficiente. La gesti¨®n de la crisis entra en bucle, con posiciones maximalistas en los dos bloques, los partidarios de solucionarlo a trav¨¦s de eurobonos o coronabonos y los que quieren que Espa?a, Italia y cualquier otro pa¨ªs que lo necesiten, soliciten un rescate al Mecanismo Europeo de Estabilidad.
Los mercados perciben el bloqueo y, a pesar de la masiva intervenci¨®n del BCE, la prima de riesgo de Italia empieza a apuntar a los 300 puntos. Y la de Espa?a, que antes de la pandemia rondaba los 70 puntos, se dobla y escala e incluso llega a superar los 150. Ni la respuesta de la Comisi¨®n (acelerar el desembolso de fondos estructurales, permitir ayudas de estado a discreci¨®n y congelar el Pacto de Estabilidad) ni el triple plan del Eurogrupo frenan la creciente presi¨®n sobre los pa¨ªses m¨¢s vulnerables.
El riesgo de que se repita el desastre de la crisis financiera, cuando Europa fue la zona econ¨®mica que m¨¢s tard¨® en salir a flote, aumenta por momentos. Pero, contra todo pron¨®stico, en los interminables debates se abre paso una v¨ªa argumental a la que Espa?a se agarrar¨¢ como palanca para forzar una soluci¨®n. ¡°Espa?a fue el primer pa¨ªs que advirti¨® con fuerza que la crisis y las ayudas de Estado a discreci¨®n llevar¨ªan a un desequilibrio insostenible para el mercado interior¡±, reconoce una fuente diplom¨¢tica.
La tesis espa?ola se materializa en un documento, publicado el 20 de abril, que busca romper las l¨ªneas rojas de cada bando y tender un puente hacia Alemania. La propuesta incluye un fondo vinculado al presupuesto de la UE para preservar la integridad del mercado interior. ¡°Logramos llevar el debate hacia el terreno adecuado y creo que es un motivo para estar orgullosos¡±, celebra un alto cargo del Gobierno en Madrid.
El aldabonazo espa?ol retumba inmediatamente. ¡°La propuesta espa?ola puede ser la base del acuerdo¡±, se apresur¨® a se?alar el vicepresidente primero de la Comisi¨®n, Frans Timmermans. Su pron¨®stico se cumple solo tres d¨ªas despu¨¦s. La cumbre europea del 23 de abril da la luz verde para la creaci¨®n del Fondo de Recuperaci¨®n y encarga a la Comisi¨®n su dise?o. Desde ese momento, el debate ya no gira sobre la creaci¨®n o no de un fondo sino sobre su envergadura y su distribuci¨®n en subsidios o pr¨¦stamos.
Von der Leyen, entusiasta, incluso se muestra a aprobar el proyecto en poco m¨¢s de dos semanas, el 7 de mayo. La presidenta de la Comisi¨®n pronto comprobar¨¢ que la tarea no es tan sencilla. El proyecto se le atraganta a la Comisi¨®n, donde se reproduce el debate Norte-Sur entre los comisarios.
El azar (o no) del calendario judicial querr¨¢ que el 5 de mayo el Tribunal Constitucional alem¨¢n sentencie que el Banco Central Europeo se ha excedido en sus competencias al aprobar a?os antes un programa de compra de deuda. El fallo coloca una interrogante sobre una intervenci¨®n que se hab¨ªa convertido en la panacea contra las primas de riesgo desde 2015. ¡°Los Estados han estado muy contentos de que el BCE sacara las casta?as al fuego y supliera con su pol¨ªtica monetaria la falta de una capacidad fiscal central, pero todo tiene sus l¨ªmites¡±, valora sobre la sentencia el vicepresidente de la Comisi¨®n, Josep Borrell, durante una reciente entrevista.
Numerosos analistas interpretan que el fallo del Constitucional alem¨¢n cambi¨® la actitud de Merkel, que hasta entonces se hab¨ªa resistido a cualquier respuesta a la crisis que pasase por una inyecci¨®n de subsidios a fondo perdido en los pa¨ªses afectados por la pandemia. Algunas fuentes, sin embargo, precisan que fue solo uno de los elementos. La canciller alemana tambi¨¦n estaba sometida esas semanas a una creciente presi¨®n por parte de las patronales de su pa¨ªs, partidarias de zanjar cuanto antes una crisis que pod¨ªa da?ar irreparablemente un mercado interior del que las empresas alemanas son las principales beneficiarias.
Acuerdo franco-alem¨¢n
En todo caso, los tiempos se precipitan. En al menos un par de videoconferencias confidenciales de Merkel con el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, empieza a fraguar la posibilidad de un acuerdo franco-alem¨¢n. Ambos mandatarios se cuidan de coordinar posiciones con Von der Leyen en Bruselas y de mantener al tanto, al menos, a Espa?a, Italia y Pa¨ªses Bajos.
Las negociaciones avanzan en secreto al tiempo que crece la impaciencia. El viernes 15 de mayo, el Parlamento Europeo, por abrumadora mayor¨ªa, aprueba una dur¨ªsima Resoluci¨®n en la que zarandea a Von der Leyen y le exige la presentaci¨®n de un plan ambicioso y basado en dinero contante y sonante, no en presunta movilizaci¨®n de inversiones privadas.
Von der Leyen encaja el golpe del Parlamento y su futuro plan incluir¨¢ numerosas concesiones a la c¨¢mara. Pero en la tarde del mismo viernes, en un Berlaymont que por primera vez desde la pandemia empieza a aumentar sensiblemente el movimiento de entradas y salidas en el edificio, se respira confianza en que la soluci¨®n est¨¢ cerca.
Al lunes siguiente, el 18 de mayo, los vientos favorables se confirman. Merkel y Macron anuncian, tras una nueva videoconferencia, su apoyo a un fondo de hasta medio bill¨®n de euros, completamente destinado a subsidios. Ocho semanas despu¨¦s del comienzo de los debates sobre el plan de recuperaci¨®n, se atisba por primera vez una luz.
Merkel acepta lo que parec¨ªa imposible apenas unas semanas antes: la emisi¨®n de deuda europea por un volumen considerable y para entregar los recursos a fondo perdido a los pa¨ªses m¨¢s golpeados por la pandemia. Numerosos comentaristas ven en el movimiento la semilla de los eurobonos y el embri¨®n de un futuro Tesoro europeo. Se impone la met¨¢fora del ¡°momento Hamilton¡±, en alusi¨®n al secretario del Tesoro estadounidense que a finales del siglo XVIII impuls¨® la unidad monetaria y fiscal en EE UU.
Pero el pacto incluye salvaguardas que tranquilizan a Berl¨ªn y que son aceptadas por Par¨ªs. Macron claudica y permite que el futuro Fondo forme parte del presupuesto de la UE, lo que minimiza el riesgo de que tome vida propia en el futuro y se convierta en una nueva instituci¨®n. Y, sobre todo, Francia guardar¨¢ silencio cuando, solo unos d¨ªas despu¨¦s, se compruebe que la f¨®rmula supone la aniquilaci¨®n del proyecto del presupuesto de la zona euro, una idea impulsada por Macron durante tres a?os para alimentar la unidad fiscal de la Uni¨®n Monetaria. La propuesta fue aceptada a rega?adientes por Berl¨ªn, pero ha desaparecido del mapa con el lanzamiento del Fondo.
El acuerdo de Par¨ªs y Berl¨ªn fortalece la posici¨®n de Von der Leyen que, una semana y media despu¨¦s, logra aprobar el plan que, con toda probabilidad, marcar¨¢ su mandato al frente de la Comisi¨®n. El amplio margen que le ofrece el medio bill¨®n franco-alem¨¢n le permite anunciar un proyecto ambicioso sin necesidad de recurrir a los multiplicadores y apalancamientos que el Parlamento Europeo ha criticado con dureza.
La redonda cifra de 750.000 millones es dinero contante y sonante. Se pod¨ªa haber llegado a una cifra mucho mayor, porque el objetivo es movilizar hasta 3,1 billones de euros. ¡°Pero si hubi¨¦ramos a?adido apalancamientos podr¨ªamos haber generado malentendidos en algunos pa¨ªses, donde consideran que no hacen falta tantos recursos¡±, explica el comisario Hahn. El plan es acogido con alborozo en Madrid, Roma y el Parlamento Europeo. Los llamados frugales (Pa¨ªses Bajos, Suecia, Austria y Dinamarca) lo aceptan como punto de partida para la negociaci¨®n. ¡°Ahora, tenemos lo m¨¢s dif¨ªcil por delante¡±, suspira un veterano diplom¨¢tico. ¡°Llegar a un acuerdo definitivo todav¨ªa nos requerir¨¢ varias semanas o meses¡±. En todo caso, la creaci¨®n del Fondo de Recuperaci¨®n parece ya una realidad imparable. Algo que parec¨ªa inalcanzable hace nueve semanas y media.
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