La industria automotriz mexicana avista una lenta recuperaci¨®n tras la reapertura
La producci¨®n cae un 43% en los primeros cinco meses del a?o, mientras sector y expertos prev¨¦n un desplome de ventas en el mercado dom¨¦stico y en EE UU
La industria automotriz mexicana ha arrancado esta semana atragantada por el coronavirus. Entre enero y mayo, la producci¨®n cay¨® un 43% respecto al mismo periodo del a?o pasado - la reducci¨®n en mayo fue del 93% -, seg¨²n datos oficiales publicados este viernes. Son cifras sin precedentes que auguran el peor a?o para la industria desde la crisis de 2009, debido al desplome de ventas en M¨¦xico y Estados Unidos, principal destino de las exportaciones. El sector y los expertos consultados prev¨¦n una ca¨ªda de alrededor del 25% en la producci¨®n para este a?o y una recuperaci¨®n lenta. La inminente entrada en vigor del nuevo tratado comercial de Norteam¨¦rica, el T-MEC, ayuda a calmar, aunque no disipa, el nerviosismo de este importante pilar de la econom¨ªa mexicana.
Tras dos meses de un cierre in¨¦dito, la mayor¨ªa de f¨¢bricas mexicanas de autom¨®viles y autopartes ha vuelto a funcionar esta semana, en medio de estrictos protocolos sanitarios y con los motores a medio gas. En un primer momento, el sector operar¨¢ a una capacidad de entre el 30% y el 50%. La posibilidad de incrementarla estar¨¢ sujeta a las restricciones sanitarias impuestas por los Gobiernos estatales, temerosos de un incremento de los contagios, pero sobre todo al apetito del consumidor a ambos lados del R¨ªo Bravo.
La matriz mexicana de Volkswagen, presente en el pa¨ªs desde hace m¨¢s de medio siglo, asegura, en respuesta a preguntas de este peri¨®dico, que la recuperaci¨®n ¡°depender¨¢ de tres factores: la situaci¨®n sanitaria, la robustez de la cadena de valor y la demanda de los mercados¡±. El 15 de junio retomar¨¢n operaciones con un 30% del personal. La f¨¢brica de BMW en San Luis Potos¨ª, inaugurada hace justo un a?o y que exporta la pr¨¢ctica totalidad de su producci¨®n a EE UU, es igualmente cauta. ¡°Actualmente no es posible prever ni especular acerca de la recuperaci¨®n de los mercados a nivel global. Estamos reiniciando la producci¨®n de acuerdo con la demanda espec¨ªfica y supervisaremos de cerca el desarrollo del mercado para responder con flexibilidad seg¨²n sea necesario¡±, afirma la empresa a este diario.
M¨¦xico, cuarto exportador automotriz del mundo, vende el 88% de su producci¨®n al extranjero y, de esa cantidad, el 77% se env¨ªa a EE UU. El volumen ya iba a la baja antes de la irrupci¨®n del coronavirus por la desaceleraci¨®n econ¨®mica global. Con la pandemia, el frenazo de la locomotora estadounidense se ha agrandado. M¨¢s de 42 millones de personas se han quedado sin empleo desde el inicio de la crisis, una cifra in¨¦dita desde la Gran Depresi¨®n. Las importaciones desde M¨¦xico cayeron un 47% en abril respecto a marzo, el mayor golpe desde los a?os 80, y las compras vinculadas a la industria automotriz se situaron en el menor nivel desde 2009, seg¨²n datos publicados este jueves por el Gobierno de EE UU.
Los expertos auguran una vuelta a la normalidad que puede durar a?os. ¡°Prevalecen condiciones de bajas ventas que no se van a solucionar r¨¢pidamente¡±, afirma el economista Jos¨¦ Luis de la Cruz. ¡°El desempleo y una perspectiva de baja recuperaci¨®n laboral es el primer aspecto que va a frenar¡±. Carlos Serrano, economista jefe del BBVA, apunta a un reajuste de las prioridades. ¡°Incluso los que conserven el empleo van a estar mucho m¨¢s cautos. No van a poner el cambiar su auto como tema prioritario. Van a intentar aumentar su tasa de ahorro¡±, se?ala. Aun as¨ª, Serrano cree que la producci¨®n se recuperar¨¢ a partir de 2021 gracias al rebote del vecino del norte. La sorprendente creaci¨®n de 2,5 millones de empleos en mayo en EE UU apunta en esa direcci¨®n. ¡°La producci¨®n mexicana no va a caer tanto como las ventas internas por la demanda de Estados Unidos. All¨ª estamos viendo ajustes m¨¢s fuertes en los precios de los autom¨®viles para sacar inventario¡±.
El desplome de las ventas en M¨¦xico, en cambio, se espera m¨¢s profundo y duradero. El mercado dom¨¦stico absorbe un 12% de la producci¨®n, un porcentaje que puede reducirse a¨²n m¨¢s por el impacto de la crisis. En abril, las ventas fueron un 64,5% menores a las del mismo mes del a?o anterior y en mayo cayeron un 59% anual, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa publicados este mi¨¦rcoles. Pese al ligero repunte, el sector arrastra una mochila previa de 36 meses con cifras desfavorables. Desde 2016, cuando se alcanz¨® el pico, estas han disminuido un 19%, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n Mexicana de Distribuidores de Autom¨®viles (AMDE).
A diferencia de las f¨¢bricas, los concesionarios permanecen cerrados en la mayor¨ªa del territorio como parte de la suspensi¨®n de actividades no esenciales. Guillermo Rosales, portavoz de AMDE, reclama la pronta reapertura de las tiendas para reactivar a un sector muy tocado. Rosales espera un retroceso de entre el 30 y el 45% en 2020, en lo que ser¨ªa el peor a?o desde 1995. ¡°La participaci¨®n relativa de la demanda dom¨¦stica va a disminuir. Prevemos que no se recupere el nivel previo a la crisis hasta el 2024¡±, explica. ¡°La producci¨®n mexicana est¨¢ enfocada a veh¨ªculos de mayor valor agregado, por encima del promedio del poder adquisitivo del consumidor¡±.
La sincronizaci¨®n de la reapertura en M¨¦xico y EE UU ha sido otra fuente de preocupaci¨®n, sobre todo para la potente industria de autopartes, que produjo 99.000 millones de d¨®lares en mercanc¨ªas en 2019. El 80% de esa producci¨®n va dirigida a f¨¢bricas estadounidenses que echaron a andar a mediados de mayo, dos semanas antes que en el vecino del sur. Ese retraso y el consecuente temor de la industria mexicana a quedar fuera de la cadena han aumentado la presi¨®n sobre el Gobierno para reabrir.
Pese al desajuste en los tiempos, ?scar Alb¨ªn, presidente de la Industria Nacional de Autopartes, que re¨²ne a unas 1.500 empresas, afirma que a corto plazo no hay riesgo de que las armadoras estadounidenses cambien de proveedores. ¡°Claro que se ponen impacientes porque la cadena de producci¨®n no puede parar. Cualquiera que no act¨²a con responsabilidad tiene el riesgo de perder la orden de compra para futuros modelos. Pero es dif¨ªcil cambiar a un proveedor en el corto plazo¡±, explica. Alb¨ªn teme m¨¢s la falta de pedidos. ¡°El promedio de inventario de las f¨¢bricas era de 60 o 70 d¨ªas. Pero si amaneces con una demanda de la mitad de lo que era, los 60 d¨ªas se convierten en 120¡±.
El Gobierno mexicano ha dejado a los Estados decidir el ritmo de desescalada, lo que a?ade un nivel de complicaci¨®n a la mezcla. Chihuahua, un importante centro manufacturero en la frontera norte, impuso un l¨ªmite del 30% de capacidad en sus f¨¢bricas. Eso ha obligado a ciertas empresas de autopartes a enviar los moldes producidos all¨ª a plantas de otros Estados con menos restricciones. Puebla, otra de las entidades m¨¢s cautas en la reapertura y sede de f¨¢bricas de Volkswagen y Audi, ha retrasado hasta el 15 de junio el arranque de la mayor¨ªa de centros de producci¨®n.
La entrada en vigor del T-MEC el 1 de julio supone un respiro en un momento de gran incertidumbre. La industria de autopartes mexicana ve con buenos ojos las nuevas reglas de origen, que incrementan el porcentaje del veh¨ªculo que debe ser fabricado en Norteam¨¦rica. Las armadoras de autom¨®viles, en cambio, tienen un mes para adaptar su producci¨®n a las nuevas normas cuando apenas despiertan de la hibernaci¨®n. Hace justo un a?o, el mandatario estadounidense amenaz¨® con establecer un arancel a todas las importaciones si M¨¦xico no endurec¨ªa la pol¨ªtica migratoria. Superado ese bache, el sector empresarial ahora se enfrenta a los cambios de regulaci¨®n en el mercado energ¨¦tico promovidos por el Gobierno mexicano y que amenazan con incrementar las tarifas el¨¦ctricas.
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