El oto?o m¨¢s dif¨ªcil para la industria
El coronavirus da la estocada a gigantes como Nissan o Alcoa mientras crece la demanda de una pol¨ªtica ambiciosa para el sector
Andr¨¦s Mateos acaba de cumplir los 40 y est¨¢ a punto de dar un vuelco radical a su vida. Tras dos d¨¦cadas con un buen puesto en la industria, sopesa abandonar la Zona Franca de Barcelona para volver a sus or¨ªgenes en el peque?o pueblo salmantino de Torresmenudas. Pero la crisis no es suya, sino de la multinacional automovil¨ªstica para la que trabajan ¨¦l y, a trav¨¦s de una subcontrata, su pareja. ¡°Nissan nos ha obligado a tomar esta decisi¨®n. Ya son muchos a?os de mentiras y mira c¨®mo estamos: cerrados y en la calle¡±, lamenta. Mientras se acerca el final, Andres¨ªn, como lo conocen en la f¨¢brica, sigue participando en las protestas que han llegado a colapsar la capital catalana y suman tres meses de huelga indefinida. El tiempo se agota: el 30 de julio expira el plazo para negociar el expediente de regulaci¨®n de empleo (ERE) anunciado por la empresa. Si no se encuentra una soluci¨®n, la planta pondr¨¢ el candado a un siglo de historia y sus 2.525 operarios se quedar¨¢n sin trabajo. Ser¨¢ solo el pr¨®logo del oto?o m¨¢s dif¨ªcil para la industria espa?ola.
Alcoa, Airbus, Arcelor¡ son muchas las compa?¨ªas con dificultades, pero el caso de Nissan se ha convertido en paradigm¨¢tico. El desplome de la demanda por la pandemia del coronavirus solo ha sido la puntilla para una f¨¢brica que arrastraba una d¨¦cada de escasa carga de trabajo, todav¨ªa con la resaca de la Gran Recesi¨®n de 2009. La falta de inversi¨®n ha condenado a la factor¨ªa, inmersa en un sector sobredimensionado que se encuentra en plena fase de transici¨®n hacia la econom¨ªa verde y muy pendiente de las nuevas regulaciones.
La metal¨²rgica o la aeron¨¢utica afrontan desaf¨ªos similares, pero Rafael Myro, catedr¨¢tico de Econom¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid, no cree que Espa?a padezca una crisis industrial: ¡°Antes de la covid nos hab¨ªamos recuperado bastante bien gracias al aumento de las exportaciones. La industria fue resiliente en la recesi¨®n anterior y ahora va a sufrir¡±.
El caso de Nissan deber¨ªa haberse atajado a tiempo con apoyo p¨²blicoMiguel Sebasti¨¢n, exministro de Industria (2008-2011)
Pese a mejorar su competitividad, el sector manufacturero ha ido perdiendo peso en la econom¨ªa espa?ola: ya solo representa el 12,6% del PIB, 3,4 puntos menos que a principios de siglo, y arrastra graves carencias estructurales, como la escasa innovaci¨®n o el elevado coste de la energ¨ªa. Miguel Sebasti¨¢n, ministro socialista del ramo entre 2008 y 2011, cree que muchos de estos problemas tienen su origen en la ausencia de una pol¨ªtica industrial: ¡°El caso de Nissan se lleva rumiando desde hace a?os. Deber¨ªa haberse atajado a tiempo con apoyo p¨²blico¡±, denuncia. Y Myro a?ade: ¡°Tenemos un potencial tremendo y una Administraci¨®n que hace poco¡±. Los agentes sociales reclaman un pacto de Estado, mientras crecen las voces para que el fondo de recuperaci¨®n europeo sirva para propiciar la reindustrializaci¨®n del pa¨ªs.
Patronal y sindicatos siguen defendiendo el di¨¢logo social, y las centrales lo acompa?ar¨¢n con protestas en conflictos concretos durante los pr¨®ximos meses. Espa?a no estallar¨¢ en oto?o, aunque la situaci¨®n se est¨¢ enquistando cada vez m¨¢s en algunas plantas. El salvavidas europeo ayudar¨¢ a financiar las pol¨ªticas de mantenimiento de los puestos de trabajo auspiciadas por el Gobierno, y las fuentes sindicales consultadas conf¨ªan en lograr en septiembre una nueva extensi¨®n de los expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE) hasta final de a?o. Pedro Hojas, secretario general de la Federaci¨®n de Industria de UGT, recuerda que se trata de una soluci¨®n a corto plazo: ¡°Si no somos capaces de que la econom¨ªa se reactive, tendremos problemas muy graves¡±.
Cuando la espada de Damocles del cierre pende sobre los cascos de los operarios, las medidas paliativas no sirven de mucho. En Nissan, la negativa de la multinacional a negociar algo diferente a las condiciones de los despidos ha roto todos los puentes con el comit¨¦ de empresa, que luchar¨¢ hasta el final por encontrar una alternativa casi imposible e incluso est¨¢ dispuesto a recurrir a las v¨ªas judiciales para evitar el ERE. En Alcoa, los trabajadores conf¨ªan en la ayuda del Ministerio de Industria, que ha revelado la existencia de un comprador interesado en reflotar la planta metal¨²rgica de San Cibrao (Cervo, Lugo), un pueblo marinero donde los lazos azules que cuelgan de las fachadas recuerdan que los despidos afectar¨ªan a 534 familias. Este viernes, el comit¨¦ de empresa finaliz¨® el encierro en la Subdelegaci¨®n del Gobierno en la provincia, despu¨¦s de conseguir una pr¨®rroga hasta el 4 de agosto para negociar el ERE y, sobre todo, ganar tiempo.
El papel del Estado
Todas las esperanzas est¨¢n puestas en el papel de las Administraciones. Pero el sector p¨²blico no cuenta con demasiado margen para intervenir, m¨¢s all¨¢ de la mediaci¨®n. La gran industria espa?ola tiene capital extranjero, por lo que la entrada del Estado en el consejo de la empresa matriz a cambio de ayudas p¨²blicas resulta una quimera, a diferencia de lo que ha ocurrido con Renault en Francia o Lufthansa en Alemania. Valent¨ªn Pitch, presidente del Consejo de Economistas, se opone a este tipo de medidas y a otras que puedan conllevar una socializaci¨®n de las p¨¦rdidas: ¡°A veces las empresas hacen chantaje. Mantener las industrias artificialmente es pan para hoy y hambre para ma?ana¡±.
Adem¨¢s, el m¨²sculo fiscal espa?ol es mucho menor que el de las locomotoras europeas. El Gobierno siempre ha rechazado las participaciones directas que distorsionan el mercado ¨²nico, aunque est¨¢ aprovechando los aires keynesianos que llegan de Bruselas para desarrollar planes millonarios para sectores como el automovil¨ªstico.
La reconversi¨®n industrial es acucianteRa¨²l Blanco, secretario general de Industria
Los trabajadores de Airbus reclaman una acci¨®n similar para la industria aeron¨¢utica como condici¨®n previa a cualquier negociaci¨®n laboral: est¨¢n en juego 900 puestos de trabajo en Madrid, Sevilla y C¨¢diz, seg¨²n la propuesta de reestructuraci¨®n presentada por la empresa. Ra¨²l Blanco, secretario general de Industria, reconoce que la situaci¨®n es ¡°muy complicada¡± debido al excepcional impacto de la pandemia en el negocio, pero asegura que el Ejecutivo trabaja con la compa?¨ªa y los proveedores para paliar los ajustes a corto plazo y asegurar la viabilidad a largo con cargo al presupuesto nacional y a los fondos europeos.
A¨²n m¨¢s negro se presenta el futuro en las plantas de la sider¨²rgica Arcelor, que comparte con Alcoa el problema de los elevados costes de la energ¨ªa, especialmente grave en Espa?a debido a la dependencia exterior y al escaso peso de la nuclear. Son las llamadas industrias electrointensivas, que reclaman una tarifa el¨¦ctrica m¨¢s ventajosa para garantizar su continuidad. Los hornos de la multinacional funcionan a medio gas y cerca de 10.000 trabajadores est¨¢n en ERTE, debido al efecto rebote de la crisis del autom¨®vil: toda la fabricaci¨®n de componentes, que representa dos tercios de su negocio, se encuentra paralizada. Las normativas medioambientales han acabado de hundir a un sector cuya ¨²nica salida, recuerda Blanco, pasa por la reconversi¨®n: ¡°Aunque se interpreta mal, es acuciante¡±.
La que afrontar¨¢ Espa?a en los pr¨®ximos a?os ser¨¢ muy diferente a la de los ochenta, cuando el t¨¦rmino cay¨® en desgracia por asociarse al desmantelamiento del tejido productivo. Seg¨²n Guillermo Ulacia, presidente de la comisi¨®n de Industria de la patronal CEOE, estar¨¢ marcada por tres grandes tendencias que se antojan irreversibles: la digitalizaci¨®n, la descarbonizaci¨®n y la desglobalizaci¨®n. Todos los agentes sociales coinciden: esta vez, la mejor pol¨ªtica industrial es la que est¨¢ por hacerse.
El ocaso de las t¨¦rmicas
El proceso de descarbonizaci¨®n impulsado por las autoridades europeas ha supuesto el principio del fin de otro de los emblemas de la Espa?a industrial: las centrales t¨¦rmicas. La negativa de las compa?¨ªas el¨¦ctricas a acometer mejoras para cumplir con los est¨¢ndares medioambientales de Bruselas provoc¨® el cierre, el pasado 30 de junio, de siete de las 15 instalaciones que a¨²n sobreviv¨ªan. Otras cuatro cesar¨¢n su actividad en los pr¨®ximos dos a?os. En total, se ver¨¢n afectados unos 2.000 trabajadores, pero la conflictividad laboral ha sido menor que en otros ¨¢mbitos: los empleados de plantilla tienen su puesto asegurado por convenio. Sin embargo, los traslados a otros puntos del pa¨ªs son frecuentes, y el sector est¨¢ pendiente de que las propietarias ofrezcan una salida a las comarcas afectadas a trav¨¦s de los llamados convenios para una transici¨®n justa. ¡°Ni es transici¨®n, porque se ha destruido sin crear nada, ni es justa, porque solo sirve para enriquecer a unos pocos¡±, contrapone Jos¨¦ Alberto L¨®pez, extrabajador en una subcontrata de la desaparecida central de Andorra (Teruel). Los empleados de las empresas auxiliares no han tenido la misma suerte que los de Endesa, Iberdrola o Naturgy: se han quedado en la calle.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Econom¨ªa
- Crisis econ¨®mica coronavirus covid-19
- Coronavirus
- Coronavirus Covid-19
- Alcoa
- Nissan
- Arcelor
- Centrales t¨¦rmicas
- Industria
- Airbus Industrie
- Fondo Europeo Recuperaci¨®n Covid-19
- Miguel Sebastian Gascon
- Ministerio de Industria
- Sindicatos
- Patronal
- CEOE
- Guillermo Ulacia
- Valentin Pich Rosell
- Rafael Myro Sanchez
- Reconversi¨®n industrial