Se?ales esperanzadoras
Las buenas sensaciones que se desprenden de los datos m¨¢s recientes apuntan a una recuperaci¨®n del empleo muy fr¨¢gil y tremendamente desigual
El mercado laboral est¨¢ dando se?ales esperanzadoras de recuperaci¨®n, que muestran que la econom¨ªa espa?ola todav¨ªa tiene m¨²sculo para crear puestos de trabajo. Desde finales del abril, cuando el periodo m¨¢s estricto de confinamiento toc¨® fin, la afiliaci¨®n a la Seguridad Social no ha parado de incrementarse, y el pulso se aceler¨® en julio. Tambi¨¦n sorprende que m¨¢s de 700.000 personas hayan salido de los expedientes temporales de empleo (ERTE) en un solo mes. Esta evoluci¨®n confirma el repunte de la actividad registrado en las ¨²ltimas semanas, como lo muestra la mejora de los principales indicadores de coyuntura.
El ¨ªndice de sentimiento econ¨®mico de la Comisi¨®n Europea de julio se acerca a niveles pre-covid, mientras que el bar¨®metro de los gestores de compra de las empresas (indicador PMI) supera ese list¨®n. Seg¨²n las informaciones disponibles, el rebote podr¨ªa ser incluso algo m¨¢s acusado que en los otros pa¨ªses de nuestro entorno, aunque todav¨ªa estar¨¢ lejos de compensar el desplome hist¨®rico del segundo trimestre.
Y es que la econom¨ªa espa?ola tiende a sobrerreaccionar tanto a los giros recesivos como a las fases de recuperaci¨®n. Esto se debe en buena parte a la exagerada proporci¨®n de contratos temporales que caracteriza nuestro modelo laboral. Estos contratos se extinguen al m¨ªnimo indicio de debilitamiento, para reanudarse cuando la econom¨ªa rebota (una pr¨¢ctica que tiene un impacto globalmente negativo sobre la productividad y las desigualdades). El propio tejido productivo tiende a responder con celeridad a los cambios. El ejemplo paradigm¨¢tico es la industria del autom¨®vil, que en pocas semanas ha pasado de la par¨¢lisis a aumentar notablemente las cadencias para satisfacer una demanda dopada por los planes de renovaci¨®n del parque autom¨®vil que se han extendido por toda Europa.
Adem¨¢s del car¨¢cter ciclot¨ªmico del mercado laboral, las buenas sensaciones que se desprenden de los datos m¨¢s recientes apuntan a una recuperaci¨®n muy fr¨¢gil y tremendamente desigual. Uno, porque la recuperaci¨®n est¨¢ amenazada por los rebrotes v¨ªricos y sus efectos nefastos sobre la producci¨®n, el gasto de las familias que tienen miedo a desplazarse y consumir, y por supuesto el turismo. Sin duda, la multiplicaci¨®n de los contagios es el principal peligro para el mercado laboral.
En segundo lugar, solo se ha recuperado el 30% de la afiliaci¨®n perdida durante el periodo de confinamiento estricto, y todav¨ªa quedan 1,1 millones de personas en ERTE. Estas cifras, si bien son un fuerte retroceso sobre los m¨¢s de 3,3 millones de ERTE registrados a finales de abril, muestran que muchas empresas que mantienen el v¨ªnculo con sus trabajadores est¨¢n al borde de la insolvencia, especialmente en los sectores m¨¢s dependientes de la movilidad (transporte, turismo) y del contacto humano (actividades art¨ªsticas, de ocio y cultura).
La pol¨ªtica laboral se enfrenta a un dilema endiablado. O bien el Gobierno perpet¨²a los ERTE y las ayudas a empresas que no tienen futuro. Esta es una estrategia de continuidad que, si bien amortigua el impacto social de la crisis, tiene un coste elevado para las maltrechas arcas p¨²blicas que se disponen a acudir al fondo europeo de apoyo temporal para el empleo. O bien se aplican los criterios de transitoriedad de los ERTE, lo que obligar¨ªa a extinguir aquellos que a todas luces son inviables. Este darwinismo permitir¨ªa reasignar recursos para invertirlos en la reactivaci¨®n de la econom¨ªa, pero tambi¨¦n conllevar¨ªa un s¨²bito recrudecimiento del paro en las pr¨®ximas semanas.
Sin duda, la clave est¨¢ en encontrar un punto intermedio que combine la continuidad de las ayudas al mantenimiento del empleo en empresas que presentan un m¨ªnimo de viabilidad con la puesta en marcha de un nuevo instrumento de recalificaci¨®n y de colocaci¨®n de parados. Una tarea nada f¨¢cil habida cuenta del discreto papel que han jugado las pol¨ªticas activas en nuestro pa¨ªs.
Raymond Torres es director de Coyuntura de Funcas.
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