De los uniformes a las mascarillas

Nacieron en 2018 como una marca de ropa laboral. M¨¢s tarde ampliaron el negocio a la consultor¨ªa creativa y ahora, durante la crisis de la covid-19, han puesto en marcha una empresa paralela, con el nombre de Plis (un gui?o a la palabra inglesa please pronunciada en castellano), en la que se han aventurado a hacer mascarillas, pero no de forma puntual, sino con el objetivo de mantener la producci¨®n en el tiempo.

Los hermanos Sergio y Mart¨ªn Mosquera, Manuel Le¨®n y Luis Zurita fundaron Vranded, con una inversi¨®n inicial de poco m¨¢s de 3.000 euros para revolucionar el mundo de los uniformes ¡ªuna palabra que no les gusta usar¡ª. ¡°Se inventaron para ir todos iguales y nosotros trabajamos para hacer algo diferente. Pese a ser un sector tradicional, creemos que hay otra forma de hacer las cosas¡±, concreta Mart¨ªn Mosquera. Su primera incursi¨®n en el sector textil lleg¨® de la mano de ¨¦l y su hermano. Montaron una marca de sudaderas que rentabilizaban con otro negocio paralelo en el que dise?aban y vend¨ªan camisetas a colegios mayores y universidades. " No compensaba tanto trabajo y la reinversi¨®n no era rentable, as¨ª que decidimos venderla¡±, comenta Mart¨ªn Mosquera. Pese a esto, segu¨ªan empe?ados en hacer una marca de ropa, que se materializ¨® tras una reuni¨®n de emprendedores en la que se ¡°toparon¡± con Andoni Goicoechea, el fundador de la cadena de hamburgueser¨ªas Goiko Grill, que les propuso dise?ar la ropa de sus empleados. ¡°Nos pidi¨® 600 camisas tipo le?ador pero diferentes a los dise?os de las grandes marcas y que no tuvieran nada que ver con lo que le ofrec¨ªan las marcas de uniformes. Esta cantidad nos permiti¨® hacer prendas personalizadas que gustaron a todo el mundo¡±, asegura Mosquera. Dise?os para los que tienen en cuenta las tareas que realiza cada empleado, la climatolog¨ªa o el ambiente del local y que complementan con la posibilidad de personalizar los accesorios, desde el mantel hasta el envase de los azucarillos.

A partir de aqu¨ª el tel¨¦fono empez¨® a sonar, sobre todo, desde el sector de la restauraci¨®n y su ascenso fue mete¨®rico. Una evoluci¨®n que fue recompensada en 2019 con el Premio del Certamen Nacional de J¨®venes Emprendedores convocado por INJUVE (Instituto de la Juventud).

Hasta hoy han afrontado m¨¢s de 250 proyectos, que suponen m¨¢s de 70.000 prendas repartidas entre 120 clientes, entre los que se encuentran las pasteler¨ªas Mallorca, el restaurante Jos¨¦ Luis, las salas Vip del Estadio Santiago Bernab¨¦u o las casas de apuestas irlandesas Paddy Power.

Tienen un 85% de su producci¨®n centrada en Espa?a y Portugal y hablan con cari?o de su colaboraci¨®n con Ellas lo Bordan, un taller del madrile?o barrio de Vallecas en el que trabajan con mujeres en exclusi¨®n social. ¡°Al principio ellas nos hac¨ªan el favor de coser nuestras prendas, pero ahora crecemos en paralelo, sobre todo a partir de la puesta en marcha de Resoulution. Es un proyecto de ropa laboral confeccionada con tejidos sostenibles que hacemos en este taller. El objetivo es llegar a la peque?a restauraci¨®n y hacer piezas exclusivas para cada cliente¡±, afirma Le¨®n.

La crisis les ha salpicado, como a todos los sectores. No les han cancelado pedidos pero s¨ª les han paralizado algunos proyectos. A¨²n as¨ª, durante estos meses ni ellos ni sus 13 empleados han parado. En principio tampoco parece que su cifra de facturaci¨®n, que estiman en 1,2 millones de euros para este a?o, (frente a los 700.000 euros de 2019 con un beneficio de unos 7.000) vaya a caer. ¡°Hemos sido cuidadosos y pese a que los proyectos, sobre todo los de ropa laboral se han aplazado, estamos cubiertos por otros contratos¡±, asegura Le¨®n.

Con Plis fabrican mascarillas en talleres de Espa?a y Portugal. ¡°Unas son de microfibra con una alta eficacia de filtraci¨®n y pueden ser blancas o personalizadas. Otra son fabricadas con un tejido importado en exclusiva desde Gran Breta?a, antiv¨ªrico y antimicrobiano, y tambi¨¦n personalizables, que duran hasta un a?o¡±, concreta Le¨®n.

Unas mascarillas que en las primeras semanas de comercializaci¨®n ya les han generado una caja de 300.000 euros. ¡°Es un mercado que ha venido para quedarse, aunque el tir¨®n pierda fuerza¡±, concluye.