Ni?os y j¨®venes brasile?os, v¨ªctimas invisibles de las desigualdades en el acceso al saneamiento

Imagina que est¨¢s en una escuela y quieres ir al ba?o. En ese momento, en lugar de un inodoro con descarga, encuentras un ba?o seco sin descarga (o un agujero en el suelo), y no hay lugar para lavarse las manos. Tampoco hay gel de alcohol disponible. ?C¨®mo te sentir¨ªas?

En todo Brasil, cuatro de cada 10 escuelas no cuentan con la infraestructura para lavarse las manos, seg¨²n el Programa de Monitoreo Conjunto de la OMS y UNICEF para Saneamiento e Higiene (JMP). En estas instalaciones educativas, esta escena y las muchas malas sensaciones que despierta se repet¨ªan todos los d¨ªas hasta que comenz¨® el per¨ªodo de aislamiento social causado por la pandemia. Y volver¨¢n a ocurrir cuando las escuelas reabran, porque carecen de acceso adecuado al saneamiento.

Un nuevo estudio de UNICEF, el Banco Mundial y el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI) muestra que los ni?os y adolescentes se encuentran entre las v¨ªctimas invisibles de la falta de inversiones en saneamiento del pa¨ªs. Para los estudiantes de escuelas p¨²blicas, la situaci¨®n es m¨¢s alarmante, ya que las instituciones privadas tienen m¨¢s del doble de la cobertura de estos servicios.

Y en el norte de Brasil, las disparidades son a¨²n mayores. Solo el 19% de las escuelas p¨²blicas del Estado de Amazonas tienen acceso al suministro de agua, mientras que el promedio nacional es del 68%. En cuanto a las aguas residuales sanitarias, la situaci¨®n es cr¨ªtica: en Acre, por ejemplo, apenas el 9% de las escuelas p¨²blicas tienen acceso a la red p¨²blica de alcantarillado; en Rond?nia, la cifra es del 6% y en Amap¨¢ del 5%.

Tambi¨¦n en el grupo de los principales afectados por la falta de saneamiento est¨¢n los pueblos ind¨ªgenas, as¨ª como los residentes de las favelas - donde las mujeres son la mayor¨ªa - y las zonas rurales. Para ellos, es dif¨ªcil seguir una de las recomendaciones m¨¢s b¨¢sicas contra la propagaci¨®n de la covid-19 y otras enfermedades: lavarse bien las manos con agua y jab¨®n.

Casas sin ba?o

Los datos de JMP indican que 15 millones de brasile?os que viven en zonas urbanas no tienen acceso a agua potable: segura, protegida de la contaminaci¨®n externa y disponible en el hogar. En las zonas rurales, 25 millones disfrutan de un acceso b¨¢sico al agua de fuentes seguras, pero lejos de sus hogares.

As¨ª es, por ejemplo, en la comunidad de Concei??o, en Bequim?o (Estado del Maranh?o), donde vive Aldenice Melo, de 16 a?os. ¡°El pozo que abastece a la comunidad no es bueno. El agua es salobre. Para beber, los residentes tienen que buscar agua en un pueblo vecino¡±, dice.

Cuando se trata de aguas residuales, m¨¢s de 100 millones de brasile?os - la mitad de la poblaci¨®n - no tienen acceso a instalaciones sanitarias adecuadas, no compartidas con otras viviendas, con recolecci¨®n de aguas residuales y tratadas de forma segura. De este total, 2,3 millones todav¨ªa defecan al aire libre.

"Donde vivo, no todas las casas tienen ba?o, solo una minor¨ªa. Debido a que no hay aguas residuales sanitarias, es costumbre utilizar las fosas, que contaminan el suelo", dice Isabele Silva, de 17 a?os, quien vive en Itaberaba (Bah¨ªa).

"Es muy dif¨ªcil vivir con aguas residuales en la puerta de tu casa y sin una gota de agua en el grifo", a?ade Thais Matozo, de 20 a?os, residente de la comunidad Rocinha en R¨ªo de Janeiro.

Proveedores sin recursos

Seg¨²n el nuevo estudio de UNICEF, el Banco Mundial y SIWI, la pandemia de la covid-19 agrav¨® todas las desigualdades brasile?as en el acceso a agua potable y servicios de saneamiento, y dej¨® a¨²n m¨¢s sofocado a un sector que ya ten¨ªa un d¨¦ficit de inversiones.

El Plan Nacional de Saneamiento B¨¢sico (Plansab) estima que Brasil necesitar¨ªa inversiones de unos 26.000 millones de reales al a?o (unos 4.800 millones de d¨®lares o alrededor del 0,4% del PIB) en los pr¨®ximos 13 a?os para aumentar el acceso al suministro de agua al 99% y la cobertura de las redes de alcantarillado al 92% de la poblaci¨®n. En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, sin embargo, el pa¨ªs ha invertido solamente 12.000 millones por a?o (2.200 millones de d¨®lares), menos de la mitad de lo que se necesita. Adem¨¢s, la inversi¨®n es desigual y se centra en las regiones sureste y sur.

El documento tambi¨¦n presenta algunas de las acciones del sector en respuesta a la crisis causada por la covid-19. Por ejemplo, la mayor¨ªa de las compa?¨ªas de agua dejaron de recortar servicios para los clientes que no pueden pagar la factura y no cobraron facturas dom¨¦sticas deficientes, mientras que otras unieron fuerzas con los municipios para mantener los espacios p¨²blicos desinfectados. En algunas ¨¢reas metropolitanas, las empresas ayudaron a construir lavabos p¨²blicos.

¡°Y en el norte, est¨¢n colaborando con organizaciones humanitarias (por ejemplo, ONU y organizaciones no gubernamentales) para proporcionar estructuras de higiene en refugios de migrantes, asentamientos espont¨¢neos y espacios p¨²blicos. Varios de estos lavabos est¨¢n abastecidos con camiones de agua con el fin de garantizar un volumen suficiente de agua potable¡±, describe el estudio.

Habr¨ªa que hacer mucho m¨¢s, pero la pandemia ha llevado a una disminuci¨®n de los ingresos de los proveedores, ya que menos personas est¨¢n pagando la factura. "Algunos datos muestran reducciones de hasta un 70% en los ingresos de estas empresas en las primeras semanas de la pandemia, lo que indica que la carga econ¨®mica de sus pasivos financieros puede alcanzar niveles insostenibles", dice el informe. Por eso, las empresas pueden enfrentarse a m¨¢s dificultades para mantener los est¨¢ndares de los servicios prestados a la poblaci¨®n.

Para garantizar que los servicios de saneamiento sigan llegando a los m¨¢s vulnerables, el estudio formula una serie de recomendaciones. Una de las principales es la creaci¨®n de paquetes de asistencia financiera para que los proveedores de servicios de agua y alcantarillado implementen planes de contingencia y recuperaci¨®n basados en objetivos claros de desempe?o.

La nota t¨¦cnica de UNICEF, el Banco Mundial y SIWI tambi¨¦n recomienda una mayor cooperaci¨®n entre los sectores gubernamental de saneamiento, salud y educaci¨®n. Por ¨²ltimo, aconseja la recopilaci¨®n de datos fiables para apoyar la creaci¨®n de mejores pol¨ªticas p¨²blicas, y que tomen en cuenta, especialmente, los aprendizajes dejados durante la pandemia.

Mariana Kaipper Ceratti es productora online en Banco Mundial Brasil.