Natalia planta cara al gigante Amazon

El negocio funcionaba. Libertytest, una empresa especializada en la venta de test de embarazo y ovulaci¨®n, hab¨ªa conseguido instalarse en el mercado gracias a un sistema que funcionaba sin la conocida como l¨ªnea de evaporaci¨®n. Su creadora, Natalia Paredes, de 52 a?os, reivindica que esta cualidad evitaba los tonos grises que generan imprecisiones al detectar un positivo. No hab¨ªa dudas para las usuarias. Tampoco para el proyecto de Paredes, que progresaba hasta que choc¨® con el gigante comercial Amazon. Hoy, Libertytest se encuentra en cese de actividad y un juzgado ha admitido a tr¨¢mite su querella contra la compa?¨ªa estadounidense por un presunto delito contra la propiedad intelectual.

La emprendedora vallisoletana explica que su entidad virtual ¡°facturaba a muy buen ritmo¡± hasta que empez¨® a pararse en 2016. Esta madre soltera con un hijo prefiere evitar dar cifras econ¨®micas y resume que ambos viv¨ªan ¡°bien¡±. La querella recoge que el descenso supera el 80% respecto a las ganancias previas. Ella y su gestor lo atribuyeron a la acci¨®n de la competencia y a posibles problemas en los buscadores. ¡°Cay¨® el tr¨¢fico pero no nuestro posicionamiento, no entend¨ªamos nada¡±, relata Paredes. Hasta que una b¨²squeda casi casual le hizo encontrar una campa?a de anuncios en Google pagada por Amazon en la que remit¨ªan bajo el nombre de Libertytest a otros productos de inferior calidad y de otras marcas.

¡°Han arrasado con nosotros. Estoy arruinada¡±, lamenta Paredes. La compa?¨ªa que lidera el multimillonario Jeff Bezos, cuyos or¨ªgenes se encuentran curiosamente en Villafrech¨®s, un pueblo a 55 minutos de Valladolid, apenas contest¨® a sus burofax. Primero le aseguraron que derivar¨ªan su reclamaci¨®n al departamento pertinente, pero nunca m¨¢s supo de ellos ni obtuvo respuesta a posteriores contactos. Portavoces de Amazon consultados por EL PA?S declinan pronunciarse: ¡°No hacemos comentarios sobre procedimientos legales en curso¡±. La querella les acusa de ¡°sustraer el tr¨¢fico de Internet de la p¨¢gina para dirigirlo hacia su web de comercio electr¨®nico¡± a sabiendas de la ¡°notoriedad y prestigio de Libertytest¡±. Tambi¨¦n les culpa de haber creado ¡°confusi¨®n¡± por haber actuado ¡°de mala fe¡±.

Paredes considera que ¡°es imposible remontar¡± una vez la multinacional aparece ¡°como un tsunami¡±. ¡°No hay quien pueda con ellos cuando cogen tu marca porque son m¨¢s notorios en tu campo¡±, describe, y es que, aunque los anuncios se retiraron, Amazon ya se hab¨ªa posicionado org¨¢nicamente en los buscadores. Cuenta la empresaria que estos enlaces han desaparecido de la Red en las ¨²ltimas fechas, cuando se ha divulgado su demanda. Asimismo, critica que las clientas que pinchaban en los enlaces de esta compa?¨ªa, que ingres¨® casi 70.000 millones de euros en 2019, acced¨ªan a otros test m¨¢s baratos y de peor calidad pero creyendo que eran de Libertytest. Algunas de ellas incluso se quejaron y acusaron a Paredes, que siente que ha perdido su ¡°reputaci¨®n¡± comercial, de ¡°estafadora¡±.

La afectada sostiene que ha luchado ¡°como una leona¡± con el sue?o de reabrir. Para ello, deposita su esperanza en que la justicia le d¨¦ la raz¨®n y consiga que Amazon resarza las p¨¦rdidas que le ocasion¨® a esta ¡°microempresa¡±. ¡°Es angustiante¡±, sentencia.

El abrupto cese de actividad ha impedido el siguiente plan de Paredes, que aspiraba a vender sus test en farmacias y sacar nuevos productos. La web de Libertytest sigue ofreciendo esas pruebas, que tienen un precio de unos seis euros por cinco unidades o 10 por una decena de ellos. Pero Amazon ofrec¨ªa un precio inferior y daba a entender que era el mismo producto al anunciarlo bajo ese nombre. Y as¨ª fue como se hundi¨® el proyecto de Natalia Paredes: ¡°La gente ve¨ªa nuestros productos un poco m¨¢s baratos y dec¨ªa 'mira qu¨¦ bien¡±.