Bruselas endurece las condiciones para liberar las ayudas europeas
La Comisi¨®n exigir¨¢ a Espa?a aprobar las reformas pendientes como la de las pensiones
El Gobierno no tendr¨¢ un cheque en blanco para gastar los 60.000 millones de euros en ayudas no reembolsables de la UE. O al menos eso pretende la Comisi¨®n Europea. Aunque se trata de unas reglas todav¨ªa inmersas en negociaciones, el Ejecutivo comunitario ha endurecido los criterios con los que se repartir¨¢ el fondo de recuperaci¨®n Next Generation EU. Seg¨²n la nueva gu¨ªa y el borrador del reglamento, para obtener estos fondos se exigir¨¢n las recomendaciones anteriores de reformas que no se hab¨ªan cumplido. No se reclamar¨¢n ajustes fiscales, que podr¨ªan empeorar la recuperaci¨®n y se posponen hasta que la econom¨ªa se haya recuperado; pero s¨ª las reformas. Esto supone que Espa?a tendr¨¢ que presentar un cambio de calado en las pensiones y potenciar la contrataci¨®n indefinida.
Hasta ahora, el Gobierno pensaba que la ¨²nica condici¨®n a la que estaban sometidos los fondos era gastarlos bien. Los recursos se iban a entregar en funci¨®n de que se cumplieran unos hitos que demuestren que se est¨¢ trabajando en las inversiones y que el dinero se desembolsa. Esos hitos los pactaba el Ejecutivo con la Comisi¨®n y eran el ¨²nico requisito para recibir los fondos. Aunque las ayudas se hab¨ªan vinculado tambi¨¦n a las recomendaciones del Semestre Europeo, estas se resum¨ªan este a?o en una idea: combatir por todos los medios las consecuencias de la pandemia. Y ¡°solo cuando las condiciones lo permitan¡±, tendr¨¢n que ¡°perseguir una pol¨ªtica fiscal prudente¡±, dec¨ªan en junio. Europa daba entonces carta blanca para todo lo que fuese necesario...
Hasta ahora. La Comisi¨®n public¨® la semana pasada las gu¨ªas para elaborar los planes nacionales de inversiones y reformas. Y en estas se se?ala que no se tendr¨¢n en cuenta solo las recomendaciones de junio. Tambi¨¦n las de a?os anteriores: ¡°Los Estados miembros deber¨ªan examinar el paquete completo de recomendaciones espec¨ªficas dirigidas a ellos por el Consejo, en particular bajo los ciclos de 2019 y 2020. A menos que la Comisi¨®n haya identificado en estas recomendaciones un ¡®progreso sustancial¡¯ o una ¡®implementaci¨®n completa¡¯, todas deben ser consideradas relevantes. Los Estados deber¨ªan proporcionar una explicaci¨®n detallada de c¨®mo se va a responder a las recomendaciones con las medidas propuestas¡±, reza la gu¨ªa del Ejecutivo comunitario.
Entre las reformas que est¨¢n por hacer destaca ¡°preservar la sostenibilidad del sistema de las pensiones¡± y ¡°fortalecer el marco presupuestario¡±. En esos cap¨ªtulos, seg¨²n el ¨²ltimo examen de la Comisi¨®n, no se ha realizado ¡°ning¨²n avance¡±. Tambi¨¦n hay ¡°avances limitados¡± en el impulso de la contrataci¨®n indefinida, la fragmentaci¨®n de las ayudas al desempleo, la lucha contra el abandono escolar, la correcci¨®n de las disparidades educativas por autonom¨ªas, la inversi¨®n y evaluaci¨®n de la investigaci¨®n e innovaci¨®n, la eficiencia del gasto y la Ley de Garant¨ªa de Unidad de Mercado.
En un encuentro con varios medios, entre ellos EL PA?S, la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, afirm¨® que ¡°las reformas e inversiones van de la mano para modernizar sociedades y econom¨ªas¡±, y record¨® que, adem¨¢s de las prioridades en energ¨ªas verdes y agenda digital, est¨¢n tambi¨¦n las recomendaciones del Semestre Europeo. A cambio de la flexibilidad fiscal, Bruselas pedir¨¢ m¨¢s reformas.
¡°La Comisi¨®n ha metido mayor exigencia por la puerta de atr¨¢s¡±, sostiene un ex alto cargo. As¨ª se obliga al Gobierno a desgranar en su plan de inversiones y reformas qu¨¦ medidas adoptar¨¢ para hacer sostenibles las pensiones. O qu¨¦ har¨¢ para fomentar la contrataci¨®n indefinida.
El Ejecutivo comunitario pondr¨¢ nota
Pero eso no es todo. Bruselas ha establecido, adem¨¢s, un sistema de rating o sem¨¢foros para conceder los fondos. Seg¨²n este esquema, se examinar¨¢n hasta ocho puntos de los planes de inversiones y reformas: los cambios exigidos por las recomendaciones; la transici¨®n verde; la digitalizaci¨®n; si el impacto del plan es duradero; la mejora del potencial de crecimiento, la creaci¨®n de empleo y la resiliencia social; los costes de las inversiones; si hay coherencia entre las inversiones y las reformas; y el plan de implementaci¨®n, incluido el calendario de inversiones, con sus hitos y objetivos. Cada uno de esos ep¨ªgrafes obtendr¨¢ una calificaci¨®n. La A determinar¨¢ que se cumple en gran medida. La B, parcialmente. Y la C, de manera escasa o nula. Si se obtiene una C en cualquiera de los puntos, la Comisi¨®n no conceder¨¢ los fondos. Si se califica con m¨¢s grados B que A, tampoco se entregar¨¢n los recursos. Y si no se logra una A en las reformas, la transici¨®n verde y el impacto duradero, tampoco se liberar¨¢ el dinero. De ah¨ª que el sistema impuesto ponga mucho peso en las reformas y parezca muy duro. Hasta el punto de que la Euroc¨¢mara trata de moderarlo. En lugar de perder todo el dinero, los eurodiputados negocian para que por cada escal¨®n menor de la A en una calificaci¨®n se retire un 5% del fondo.
¡°La Comisi¨®n y el Parlamento estamos buscando hacer una condicionalidad nueva que haga que el dinero se gaste bien. Algunos Gobiernos como el de Espa?a intentan debilitar eso¡±, afirma Luis Garicano, eurodiputado por Ciudadanos y uno de los miembros del equipo negociador del reglamento. La batalla por modificar estas reglas ha comenzado. Populares, liberales y socialistas n¨®rdicos quieren reforzar la rendici¨®n de cuentas. Los partidos gobernantes en Italia y Espa?a buscan, en cambio, diluirlo. Y a las enmiendas del Parlamento Europeo se sumar¨¢n las de los jefes de Estado y de Gobierno en un di¨¢logo a tres bandas entre Comisi¨®n, Consejo y Euroc¨¢mara. La dureza del texto final depender¨¢ del tira y afloja entre capitales. En cualquier caso, parece que habr¨¢ un cierto endurecimiento de las condiciones. Y la gu¨ªa de la Comisi¨®n forzar¨¢ al Gobierno de S¨¢nchez a retratarse con las pensiones en su plan de reformas e inversiones remitido a Bruselas.
Dicho esto, fuentes europeas se?alan que siempre cabe cierta flexibilidad negociadora y que el examen podr¨ªa demorarse hasta uno o dos a?os mientras la Comisi¨®n comprueba si se han tomado efectivamente las medidas. El ministro de Seguridad Social, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, pretende cerrar pronto un acuerdo sobre la reforma de las pensiones en el Pacto de Toledo. En su comparecencia a puerta cerrada ante esta comisi¨®n parlamentaria, el gobernador del Banco de Espa?a explic¨® a los diputados que los cambios que se plantean solucionan el d¨¦ficit del sistema a corto, pero tambi¨¦n trasladan el ajuste al resto del Presupuesto y no solventan el aumento del gasto que generar¨¢ el envejecimiento en a?os venideros.
La Euroc¨¢mara batalla por tener m¨¢s presupuesto
Alemania, que ejerce la presidencia rotatoria de la UE, ans¨ªa un acuerdo con el Parlamento Europeo sobre el paquete masivo de ayudas pactado en julio. Quiere cerrarlo para finales de este mes o principios de octubre y que sea sometido pronto a votaci¨®n en la Euroc¨¢mara y en los 27 Parlamentos nacionales. Los eurodiputados abogan por separarlo en tres paquetes para poder meter baza: el del fondo de recuperaci¨®n, los recursos propios y el Presupuesto de la UE. Sin embargo, varios pa¨ªses ya han advertido de que se trata de uno solo. En plata: un todo o nada. Es el caso de Hungr¨ªa, que comunic¨® a la Euroc¨¢mara que si endurec¨ªa el acceso de los fondos en relaci¨®n al Estado de derecho no ratificar¨ªa el acuerdo.
Hay dos ¨¢reas en las que Estrasburgo busca una mayor ambici¨®n: un mecanismo para congelar fondos a Polonia y Hungr¨ªa si contin¨²an socavando el Estado de derecho, y m¨¢s dinero para programas que se han visto recortados. Fuentes comunitarias cifran sus pretensiones en 50.000 millones de euros, un monto que ven imposible de digerir por los pa¨ªses frugales (los Pa¨ªses Bajos, Suecia, Austria y Dinamarca), que aceptaron a rega?adientes un fondo de recuperaci¨®n con subsidios.
El Parlamento Europeo pretende que los planes de recuperaci¨®n pasen por la Euroc¨¢mara. Sin embargo, fuentes diplom¨¢ticas se?alan que las capitales tambi¨¦n son reticentes a esa cesi¨®n, puesto que los halcones pueden tratar de pedir m¨¢s reformas, si bien socios como los Pa¨ªses Bajos e Irlanda tambi¨¦n podr¨ªan encontrarse con que el sur les exige acabar con unas pr¨¢cticas fiscales que consideran desleales.
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