La econom¨ªa de Am¨¦rica Latina sufrir¨¢ en 2020 su mayor retroceso en 120 a?os
La Cepal apunta a una ca¨ªda del PIB del 9,1% y de casi un 10% de la renta por habitante
La pandemia tendr¨¢ efectos devastadores para la econom¨ªa latinoamericana. El PIB del bloque se desplomar¨¢ este a?o un 9,1% (la peor cifra desde que hay datos: hace 120 a?os), el desempleo subir¨¢ hasta el 13,5%, la pobreza alcanzar¨¢ a un 37,7% de la poblaci¨®n (siete puntos m¨¢s) y la inequidad seguir¨¢ picando al alza en la que es, de por s¨ª, la regi¨®n m¨¢s desigual del planeta. El varapalo ser¨¢ tan duro que, al terminar el a?o, el PIB per c¨¢pita volver¨¢ a niveles de una d¨¦cada atr¨¢s y la tasa de pobreza se remontar¨¢ a niveles de 2006. El balance presentado este martes por el brazo de Naciones Unidas para el desarrollo de Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal) sugiere, en fin, que el continente va camino de perder en solo un ejercicio ¡°un decenio en t¨¦rminos econ¨®micos, y casi un decenio y medio en t¨¦rminos sociales¡±.
El PIB per c¨¢pita, la mejor medida del bienestar material de la poblaci¨®n, caer¨¢ a¨²n m¨¢s: hasta el 9,9%, niveles no vistos desde 2010. Por subregiones, la mayor ca¨ªda de la renta por habitante se producir¨¢ en Am¨¦rica del Sur (9,4%), seguida de Centroam¨¦rica y M¨¦xico (8,4%). Y la profundidad de la ca¨ªda en abril y mayo, los meses m¨¢s duro de las distintas cuarentenas, ¡°sugiere que la reactivaci¨®n del crecimiento ser¨¢ m¨¢s lenta de lo esperado¡±. La din¨¢mica de la inversi¨®n no es precisamente un buen augurio: est¨¢ sufriendo, constata el organismo comandado por Alicia B¨¢rcena, un ¡°descenso significativo¡± tras un segundo trimestre aciago.
Am¨¦rica Latina est¨¢, ¡°sin duda¡±, ante ¡°la crisis econ¨®mica y social m¨¢s fuerte que ha experimentado la regi¨®n en varias d¨¦cadas, y pone de manifiesto las debilidades estructurales de las econom¨ªas¡±, advierten los t¨¦cnicos del organismo con sede en Santiago de Chile. Puntos d¨¦biles que han limitado las posibilidades de respuesta a la crisis sanitaria en pa¨ªses que cargan con el lastre de sistemas de salud deficientes y poco equitativos, elevada informalidad laboral ¡ªque amplifica un golpe como el del coronavirus¡ª y magros sistemas de protecci¨®n social. En esta tesitura, los economistas de la Cepal llaman a olvidarse de las estrategias de ajuste que guiaron las pol¨ªticas oficiales en a?os anteriores y piden apostar por planes fiscales y monetarios expansivos, a¨²n m¨¢s de los ya aprobados en los ¨²ltimos meses.
De esta forma, dice el organismo dependiente de la ONU, podr¨ªa neutralizarse parcialmente la ca¨ªda de la oferta y la demanda en un contexto de baja productividad y crecimiento estancado o negativo. El problema es que, pese a la introducci¨®n de nuevas recetas monetarias ¡ªcompras de deuda p¨²blica y privada, los llamados QE, in¨¦ditos hasta ahora en el manual de instrucciones de los bancos centrales del ¨¢rea¡ª y fiscales ¡ªBrasil es el pa¨ªs emergente que m¨¢s est¨¢ tirando del d¨¦ficit, en buena medida financiado por el instituto emisor, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Instituto de Finanzas Internacionales¡ª, el margen de maniobra en Latinoam¨¦rica es notablemente inferior al de los pa¨ªses ricos.
Econom¨ªas en recesi¨®n
Se d¨¦ o no un paso m¨¢s en las pol¨ªticas, el futuro se avizora sombr¨ªo. Las econom¨ªas latinoamericanas llegaron a la pandemia, salvo casos contados, tocadas. Tras un lustro de m¨ªnimo crecimiento, en el primer trimestre del a?o el PIB ya estaba en negativo en nueve de los 20 pa¨ªses que la integran y ocho m¨¢s mostraban una clara tendencia a la desaceleraci¨®n. La raz¨®n: una mezcla entre el bajonazo de la demanda interna como de la externa, con China, en aquel momento, en plena crisis. Las restricciones de la pandemia, con la consiguiente paralizaci¨®n parcial o total de la producci¨®n de bienes y servicios, no hicieron m¨¢s que agravar ¡ªy de qu¨¦ forma¡ª ese cuadro.
El consumo privado fue, de largo, el componente de la demanda m¨¢s golpeado. ¡°Se ha producido un acelerado deterioro del gasto de los hogares como resultado del contexto de confinamiento obligatorio impuesto por las autoridades en muchos pa¨ªses, el aislamiento social voluntario de las personas y la detenci¨®n de muchas actividades no prioritarias¡±, esbozan los t¨¦cnicos de la Cepal. A eso se suma la ca¨ªda de las entradas de dinero de las familias como consecuencia de la p¨¦rdida de sus fuentes laborales. Aunque parcialmente compensado por los programas de sostenimiento de los ingresos por parte de los Estados ¡ªcon todo, m¨¢s t¨ªmidos que en otras partes del mundo emergente y avanzado¡ª, este hundimiento amenaza con una recuperaci¨®n m¨¢s lenta de lo que cabr¨ªa esperar de una recesi¨®n al uso: en una econom¨ªa tan dependiente del consumo, menos predisposici¨®n (y capacidad) de gasto hoy significa, siempre, menos crecimiento ma?ana.
La evoluci¨®n del mercado laboral ¡°refuerza¡± las malas perspectivas del consumo: con el desempleo picando claramente al alza y una ¡°recomposici¨®n del empleo hacia puestos de trabajo de menor calidad, como los empleos por cuenta propia¡± en marcha, el ingreso promedio no ha dejado de deteriorarse, ensombreciendo el horizonte.
En paralelo, la regi¨®n ha sufrido un importante deterioro de sus perspectivas en el exterior, tanto por la ca¨ªda de los precios de los productos primarios ¡ªque permanece como su principal fuente de divisas: las promesas de diversificaci¨®n se quedaron en eso, en meras promesas¡ª como por la crisis en sus principales clientes. ¡°En el contexto de empeoramiento de los t¨¦rminos de intercambio promedio de la regi¨®n, que caer¨¢n un 4,7% en 2020, el choque negativo se concentrar¨¢ en las econom¨ªas exportadoras de hidrocarburos, mientras que las exportadoras de alimentos y metales se ver¨¢n menos afectadas¡±, advierte la Cepal. Las exportaciones caer¨¢n 23%, mientas que las importaciones se derrumbar¨¢n un 25% debido al desplome de la actividad y el ingreso. Y la subregi¨®n m¨¢s perjudicada ser¨¢, de nuevo, Am¨¦rica del Sur, cuyos t¨¦rminos de intercambio disminuir¨¢n casi un 8%.
La buena noticia es que, a diferencia de otras recesiones de envergadura en el pasado, el batacazo econ¨®mico no est¨¢ produciendo ¡ªhasta ahora¡ª un efecto domin¨® sobre los bancos: la crisis financiera parece, por ahora, descartada. Y eso es un elemento no menor para la esperanza en una regi¨®n en la que la solvencia del sector financiero ha sido, y sigue siendo, motivo de preocupaci¨®n de primer orden. La inflaci¨®n, otro hist¨®rico caballo de batalla para los pa¨ªses latinoamericanos, tambi¨¦n est¨¢ bajo control salvo en Venezuela o Argentina, que arrastran sus propias din¨¢micas desde mucho antes de que el t¨¦rmino covid-19 empezase siquiera a sonar en los medios de comunicaci¨®n.
Fuerte ca¨ªda en la recaudaci¨®n
El zarpazo para el d¨¦ficit p¨²blico, que se ir¨¢ hasta el 8,4% en 2020, vendr¨¢ por los dos lados: el gasto p¨²blico crecer¨¢ justo al mismo tiempo que las entradas de caja flaquean: con la econom¨ªa formal paralizada o, al menos, lastrada durante semanas, los ingresos fiscales se han visto claramente mermados. La deuda de los pa¨ªses de la regi¨®n, que a cierre de 2019 estaba en el 46%, cerrar¨¢ 2020 por encima del 55%. Un esfuerzo enorme que habr¨¢ que purgar a futuro, pero que habr¨¢ servido para evitar un colapso total de la econom¨ªa.
Si no se ha podido hacer m¨¢s es, precisamente, por la ausencia del m¨²sculo derivada de la sempiterna fragilidad en la recaudaci¨®n tributaria de una regi¨®n que ya ingresaba mucho menos en impuestos que otros bloques comparables: de haber cerrado esa brecha cuando pudo, en los ¨²ltimos a?os, ahora el margen de maniobra hoy ¡ªcuando enfrenta el ¡°mayor desaf¨ªo fiscal desde la crisis de la deuda p¨²blica de principios de la d¨¦cada del ochenta¡±¡ª ser¨ªa mucho mayor.
¡°Los ingresos totales de Am¨¦rica Latina y el Caribe han sido hist¨®ricamente insuficientes para cubrir las erogaciones p¨²blicas, lo que conduce a un sesgo deficitario en el manejo de las cuentas fiscales, con todos los riesgos que ello implica. Y la ¨²ltima d¨¦cada no ha sido una excepci¨®n a esta tendencia: los ingresos de los pa¨ªses no han podido acompa?ar el crecimiento del gasto p¨²blico¡±, destaca. ¡°El reto no es ¨²nicamente aumentar la presi¨®n tributaria, sino hacerlo de forma progresiva, a fin de que el sistema tributario contribuya tambi¨¦n a reducir las desigualdades¡±. En 2018, ¨²ltimo a?o para el que hay datos, la recaudaci¨®n tributaria en Am¨¦rica Latina y el Caribe ascendi¨® al 23% del PIB frente al m¨¢s del 34% de la media de la OCDE. Un reto m¨¢s en un horizonte plagado de desaf¨ªos.
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