Alcoa anuncia el despido de 524 trabajadores de San Cibrao sin esperar al plan de la Xunta y del Gobierno

Finalmente hay una respuesta. Alcoa ha concretado este viernes el despido masivo que desde mayo sobrevolaba la planta de aluminio primario de San Cibrao, en la localidad lucense de Cervo. Los contactos con los empleados, el Gobierno y la Xunta han durado m¨¢s de cuatro meses, pero no han conseguido doblegar a la empresa y asegurar la venta al grupo brit¨¢nico GFG Alliance, que present¨® un plan industrial de 20 a?os para la f¨¢brica. La estadounidense baja la persiana de su ¨²ltima nave de producci¨®n de aluminio primario en Espa?a ante las acusaciones de ¡°mala fe¡± desde los Ejecutivos central y auton¨®mico, que ya hab¨ªan advertido de la posibilidad de intervenir la empresa. El Ministerio de Industria y el presidente auton¨®mico, Alberto N¨²?ez Feijo¨®, han responsabilizado a la compa?¨ªa del fracaso en la venta y han mostrado su apoyo a los trabajadores, que solicitar¨¢n medidas cautelar¨ªsimas ante un juzgado.

El despido masivo afectar¨¢ a 524 trabajadores de la planta de aluminio primario. La empresa mantendr¨¢ a los 99 empleados restantes operando una parte de la fundici¨®n del metal, mientras lleva adelante el apagado de las cubas donde se produce. Esto preocupa a los sindicatos, m¨¢s all¨¢ del despido masivo. El presidente del comit¨¦ de empresa, Jos¨¦ Antonio Zan, ha reclamado desde el inicio de las negociaciones que se mantengan siempre activas. Apagarlas significar¨ªa el fin de la planta debido a los costes y la complejidad de ponerlas en marcha nuevamente. Los trabajadores han reclamado la intervenci¨®n del Estado desde la ruptura de las negociaciones. Un clamor respaldado por las Administraciones locales, comerciantes y vecinos de la comarca lucense de A Mari?a, con una econom¨ªa muy dependiente de la f¨¢brica, que representa una tercera parte del PIB de la provincia.

La empresa lleva advirtiendo de que la situaci¨®n de la planta es insostenible desde hace varios a?os. Los empleados y la firma han reclamado desde 2012 una mejora en los altos costes energ¨¦ticos para las compa?¨ªas electrointensivas en Espa?a. Este reclamo perdi¨® peso con la oferta de Liberty House, interesada en mantener la producci¨®n a pesar de los elevados gastos. Sin embargo, las empresas no lograron alcanzar un acuerdo para el traspaso en las seis semanas que dur¨® la negociaci¨®n. El Gobierno respondi¨® al desacuerdo entre las firmas con la propuesta de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) comprara la f¨¢brica para asumir las conversaciones con GFG Alliance, algo que la estadounidense rechaz¨®. El secretario de Industria, Ra¨²l Blanco, advirti¨® de que con eso se abri¨® un ¡°escenario menos amistoso¡±.

La posici¨®n de las Administraciones se hab¨ªa hecho clara durante la semana previa a la declaraci¨®n del despido masivo. El Ministerio de Industria envi¨® este lunes un requerimiento a la empresa para verificar que cumple con las condiciones para recibir las ayudas por CO? correspondientes a 2019. El martes, durante una comparecencia en el Senado, la ministra de Industria, Reyes Maroto, acus¨® a la empresa de bloquear las negociaciones y afirm¨® que el Gobierno analizaba todas las posibilidades jur¨ªdicas para garantizar el futuro de la planta. El jueves, el ministerio solicit¨® a la Abogac¨ªa del Estado un informe que analice las posibilidades de intervenci¨®n.

La Xunta tambi¨¦n se ha mostrado favorable a que el Estado tome el control de la planta. El pasado mi¨¦rcoles, el presidente Alberto N¨²?ez Feijo¨® asegur¨® ante el Parlamento regional que solicitar¨ªa la intervenci¨®n del Gobierno central en caso de que la empresa anunciara el despido masivo. Este viernes, el Gobierno auton¨®mico ha emitido un comunicado ¡ªminutos antes del anuncio de Alcoa¡ª en el que advert¨ªa a la empresa de que infringi¨® el ¡°deber de buena fe contractual¡± durante el proceso de despido masivo. Seg¨²n relatan fuentes de la Consejer¨ªa de Trabajo a Europa Press, la compa?¨ªa present¨® varias veces documentaci¨®n en ingl¨¦s y no fren¨® el proceso durante el estado de alarma, como pidi¨® la autoridad laboral.