La OPEP y Rusia acuerdan reabrir paulatinamente el grifo del petr¨®leo a partir de enero

Ha costado m¨¢s de lo previsto, pero ya hay acuerdo en el Olimpo petrolero global. La OPEP y Rusia han pactado este jueves un aumento paulatino de la cantidad de crudo que ponen cada d¨ªa en los mercados tras el dr¨¢stico recorte pactado en lo m¨¢s duro de la pandemia. Sumar¨¢n 500.000 barriles diarios m¨¢s a partir del 1 de enero, aunque la cifra ser¨¢ recalibrada cada mes si es necesario. As¨ª, el recorte de las potencias exportadoras pasar¨¢ de 7,7 millones de barriles diarios ¡ªlo que consumen Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia y Espa?a juntos¡ª a 7,2. El camino parece pavimentado para m¨¢s incrementos en la producci¨®n cuando la vacuna ponga punto final a la pandemia.

Tras cuatro d¨ªas de duras negociaciones entre los pa¨ªses que quer¨ªan mantener ¡ªe incluso aumentar¡ª los recortes, tal como indicaba la hoja de ruta pactada la pasada primavera, y quienes deseaban empezar a abrir la mano para recaudar m¨¢s, la luz verde fue anunciada por el Gobierno de Kazajst¨¢n, uno de los firmantes. Los miembros de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo ampliada (u OPEP+, como se le conoce en el mundillo de la energ¨ªa) suman alrededor del 60% de los bombeos globales.

Pese a la gradual reapertura del grifo petrolero al calor de la vacuna, cuyas primeras dosis empezar¨¢n a inyectarse en las pr¨®ximas semanas, el mercado sigue presionado por una debilidad coyuntural de la demanda ¡ªaviones en tierra, menor utilizaci¨®n del coche, una industria que todav¨ªa no se ha recuperado del todo¡ª. Y, como tel¨®n de fondo, un cambio radical en la matriz energ¨¦tica, en pleno tr¨¢nsito de los combustibles f¨®siles a las renovables.

El pacto entre los exportadores a?ade algo de presi¨®n por el lado de la oferta sobre un mercado ya de por s¨ª muy tensionado, y augura que el precio del crudo se mantendr¨¢ a raya en los pr¨®ximos tiempos. A la vez, sin embargo, supone un peque?o bal¨®n de ox¨ªgeno para los petroestados, que necesitan vender una cantidad cada vez mayor para reequilibrar sus maltrechas finanzas p¨²blicas. Y una oportunidad de ir deshaci¨¦ndose de un volumen cada vez mayor de crudo justo cuando crecen las voces que piden que miles de millones de barriles queden definitivamente bajo tierra como ¨²nica opci¨®n posible para frenar el cambio clim¨¢tico.

De entre los grandes pa¨ªses de la OPEP+, Arabia Saud¨ª, segundo mayor productor y primer exportador global, era uno de los pa¨ªses a los que m¨¢s le urg¨ªa empezar a poner fin a los recortes. La estatal Aramco, la mayor petrolera del mundo, est¨¢ viviendo un aut¨¦ntico via crucis desde su salida a Bolsa a finales del a?o pasado: la pandemia ha reducido a la mitad su beneficio, una p¨¦sima noticia para los planes de diversificaci¨®n del Reino del Desierto.

Aunque su par rusa Rosneft atraviesa una situaci¨®n igualmente comprometida a ra¨ªz de la crisis sanitaria, con p¨¦rdidas de casi 700 millones en el tercer trimestre del a?o, la mayor¨ªa de analistas creen que Mosc¨² tiene m¨¢s margen de maniobra que Riad. En todos los pa¨ªses petroleros, no obstante, la capacidad de acci¨®n se ha visto reducida al m¨¢ximo: los precios de triple d¨ªgito quedaron atr¨¢s hace tiempo y una parte importante de los bombeos actuales sencillamente no son rentables.

El petr¨®leo ha sido una de las materias primas m¨¢s golpeadas por la pandemia, hasta el punto de que, en el peor momento de la crisis sanitaria, a mediados de abril, el precio del Texas ¡ªla referencia del mercado en EE UU¡ª lleg¨® a irse a negativo. Los anuncios sobre la cercan¨ªa de una vacuna contra el coronavirus han ayudado: en el ¨²ltimo mes, el Brent ¡ªde referencia en Europa¡ª ha pasado del entorno de los 35 d¨®lares por barril a cerca de 50. Una subida insuficiente para que las empresas y pa¨ªses productores menos eficientes salgan de n¨²meros rojos, pero que ha permitido recuperar el resuello a las econom¨ªas m¨¢s dependientes del crudo.