Buenas noticias para el consumidor energ¨¦tico

La iniciativa del Gobierno lanzada esta semana mediante el anteproyecto de ley por la que se crea el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema El¨¦ctrico (FNSSE) es una buena noticia para el consumidor. Afrontamos importantes retos en la pr¨®xima d¨¦cada para reducir progresivamente las emisiones de los gases de efecto invernadero y contribuir as¨ª a minimizar el impacto del cambio clim¨¢tico en nuestro pa¨ªs, pero, para que esto sea efectivo, hacen falta se?ales adecuadas para que los consumidores act¨²en de forma coherente con la consecuci¨®n de estos objetivos.

Hasta ahora, los costes para luchar contra el cambio clim¨¢tico han estado siempre en la tarifa el¨¦ctrica. Efectivamente, los costes que han permitido que las renovables sean hoy tecnolog¨ªas maduras y competitivas han sido financiados en exclusiva desde el consumo el¨¦ctrico. Estas inversiones del pasado hacen que, en estos momentos, el camino hacia la descarbonizaci¨®n sea posible gracias a la electricidad. Por lo que la financiaci¨®n de estos costes exclusivamente desde el sector el¨¦ctrico es un contrasentido porque se penaliza aquello por lo que hay que apostar.

Es razonable, por tanto, que estos costes sean compartidos por todas las energ¨ªas como parte de la soluci¨®n a la que nos dirigimos. El sector energ¨¦tico en su conjunto ¨C tanto en la Uni¨®n Europea como en Espa?a - es responsable del 75% de las emisiones de los gases de efecto invernadero. De manera que el pago de estos costes por las inversiones del pasado ¨C y de las que ahora se beneficia el conjunto de la sociedad - debe repartirse entre los consumos responsables de estas emisiones, haci¨¦ndolo en unas condiciones que sean lo m¨¢s igualitarias posible, en funci¨®n de lo que realmente contamina cada sector.

Por ello, con la creaci¨®n del FNSSE lo que se propone es sacar de la tarifa el¨¦ctrica una parte de los costes que se destinan a pagar a las renovables, a la cogeneraci¨®n y a los residuos, que pasar¨¢n ahora a ser financiados tambi¨¦n por los hidrocarburos l¨ªquidos y gaseosos. Mientras que otra parte permanecer¨¢ en la tarifa el¨¦ctrica.

Este reparto, aunque lejos del ¨®ptimo del principio de ¡°quien contamina paga¡±, porque el consumo el¨¦ctrico va a seguir soportando una parte importante de estos costes, s¨ª que es un avance importante para los consumidores. En un primer momento el efecto va a ser neutro para el consumidor, porque baja el precio de la electricidad y sube el de los hidrocarburos. Sin embargo, el mecanismo hace que se abarate la energ¨ªa limpia a la que debemos transitar, la electricidad, y que sean m¨¢s caras aquellas energ¨ªas que debemos abandonar gradualmente.

Por tanto, la combinaci¨®n de estos dos elementos ¨Cla bajada del precio de la electricidad y la introducci¨®n masiva de renovables- permite acceder a una energ¨ªa limpia y m¨¢s barata. Lo que debe potenciar los cambios graduales que son necesarios en nuestros h¨¢bitos de consumo energ¨¦tico como ¨²nica forma de conseguir una sociedad m¨¢s sostenible y descarbonizada. Una electricidad a un coste asequible nos allana el camino para acceder a las renovables durante esta transici¨®n energ¨¦tica a trav¨¦s de distintas v¨ªas como, por ejemplo, el autoconsumo, la movilidad sostenible del veh¨ªculo el¨¦ctrico o la bomba de calor para la climatizaci¨®n eficiente del hogar.

Contamos con la ventaja de que Espa?a es un pa¨ªs con abundantes recursos renovables como son el agua, el sol y el viento que sirven para generar electricidad limpia. Apostar por su desarrollo significa apostar por nuestros recursos y la electrificaci¨®n es la que nos permite sumarnos a esta apuesta. Pero, una premisa b¨¢sica es que debe hacerse a un coste asequible y la propuesta de creaci¨®n del FNSSE va en esta l¨ªnea. En resumen, muy buenas noticias.

Marina Serrano, presidenta de Ael¨¥c