Razones y sinrazones de una reforma innecesaria
Alarma que el Congreso emprendiese la escaramuza con el Banco de M¨¦xico para atender un problema menor en vez de convocar a las autoridades monetarias y econ¨®micas para enfrentar mejor la emergencia
Hace unas semanas, con su reforma anunciada a la Ley del Banco de M¨¦xico (Banxico), el Senado mexicano inaugur¨® un estruendoso circo de m¨²ltiples pistas dentro y fuera del pa¨ªs. En la danza salieron a bailar temas intensos como autonom¨ªa del instituto emisor, las reservas internacionales, el lavado de dinero, el riesgo pa¨ªs y la solidez macroecon¨®mica, inter alia. Con variopinta mezcla, tanto de crispaci¨®n y serenidad como de ideolog¨ªa y racionalidad, las reacciones lo cubrieron todo: loas, cuestionamientos, descalificaciones y denuestos. Finalmente se acord¨® pasar a febrero la votaci¨®n legislativa y abrir un espacio de reflexi¨®n plural entre Banxico, el Congreso y dem¨¢s instancias competentes.
En aras de contribuir a esa reflexi¨®n ¡ªacalladas las fanfarrias y abucheos¡ª urge identificar las razones y sinrazones del zipizape. Entre las primeras, cabe subrayar que el Congreso mexicano tiene plenas facultades para legislar en materia de pol¨ªtica p¨²blica, Banxico y su autonom¨ªa incluidos. Tal facultad conlleva la responsabilidad de tomar en consideraci¨®n las opiniones fundadas de las instancias competentes involucradas y, no sobra decir, en el marco institucional correspondiente.
El Senado argumenta que la reforma resolver¨¢ dos problemas: el exceso de tenencias de d¨®lares en efectivo por la banca y las dificultades de los migrantes de retorno a M¨¦xico para cambiar sus billetes verdes por pesos. Aqu¨ª ya entramos al terreno de las sinrazones: los datos revelan que la magnitud del problema es nimia. Entre enero y septiembre de 2020, las instituciones financieras reportaron excedentes por alrededor de 100 millones de d¨®lares en efectivo; apenas el 2% del total captado en ese lapso (4.700 millones). Esos excedentes, adem¨¢s, solo constituyen un problema para los muy pocos bancos que carecen de contratos de corresponsal¨ªa con bancos estadounidenses: ni de lejos es un lastre para el sistema financiero mexicano en general.
En el caso de las remesas, la problem¨¢tica tambi¨¦n es m¨ªnima porque las entradas en efectivo son m¨¢s excepci¨®n que regla: en 2019, fueron 374 millones de d¨®lares frente a los m¨¢s de 36.000 millones que entraron en forma de transferencias electr¨®nicas. Los datos parciales de 2020 apuntan a una diferencia todav¨ªa mayor entre ambos montos. En s¨ªntesis, la problem¨¢tica identificada por el Senado vale para una proporci¨®n ¨ªnfima de las entradas de remesas ¡ªy, por tanto, relativamente muy pocos migrantes¡ª y muy pocos bancos. No es, ni mucho menos, una preocupaci¨®n de alcance nacional, todav¨ªa menos hoy, en plena recesi¨®n causada por la pandemia.
Surgen entonces varias interrogantes o sinrazones a dilucidar en la reflexi¨®n conjunta. ?Merece ese asunto ser visto como perentorio para M¨¦xico y su Congreso? De ser as¨ª, ?debe ser atendido con una reforma de la ley de Banxico? ?C¨®mo blindarlo de la posible entrada a fondos de origen il¨ªcito de darse su compra obligatoria de excedentes de d¨®lares en efectivo? ?C¨®mo serenar a los mercados financieros, inversionistas y calificadoras de riesgo y su posible percepci¨®n ¡ªcon base real o ficticia¡ª de que dicha injerencia legislativa en la gesti¨®n de divisas no escalar¨¢, por ejemplo, a querer usar las reservas internacionales para cubrir deuda de Pemex? Es imperante examinar estas consideraciones en la reflexi¨®n sobre la reforma para evitar debilitar pilares clave de la econom¨ªa mexicana, su din¨¢mica de flujos de capitales, su estabilidad nominal e incluso el rol del peso en los mercados cambiarios mundiales.
M¨¢s all¨¢ de resolver estas interrogantes, urgimos al Senado, al Banco de M¨¦xico, a la Secretar¨ªa de Hacienda y a las entidades competentes convocadas al di¨¢logo conjunto a trascender su reflexi¨®n hacia el giro que requiere la pol¨ªtica macroecon¨®mica ante los retos may¨²sculos que atraviesa el pa¨ªs: tanto los de corto plazo, ligados a la pandemia y la recesi¨®n, como los de larga data, reflejados en un lento crecimiento de la actividad productiva y el empleo, y una aguda desigualdad.
Alarma que el Congreso emprendiese tal escaramuza contra Banxico para atender un problema menor, a riesgo de detonar uno mayor, en vez de convocar a las autoridades monetarias y de Hacienda de manera coordinada, junto con las de Econom¨ªa y Trabajo, para tratar de poner en marcha una pol¨ªtica econ¨®mica y social que enfrente mejor la emergencia ¡ªcon muchos m¨¢s recursos a la salud, apoyos a los desocupados y protecci¨®n de los puestos de trabajo¡ª y que ponga las bases de una nueva agenda de desarrollo incluyente y sustentable. La mayor sinraz¨®n de la reforma propuesta por el Senado no es su cuestionamiento de la autonom¨ªa del Banco de M¨¦xico, sino su escandalosa irrelevancia ante los graves problemas econ¨®micos y sociales del pa¨ªs.
Juan Carlos Moreno-Brid, Carlo Panico y Santiago Capraro son profesores de Econom¨ªa de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM).
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