?Por qu¨¦ se estrella Boeing?
Dormirse en los laureles del monopolio nacional y primar el dividendo por encima de la seguridad le cuesta a la multinacional el trono de mayor fabricante de aviones a nivel mundial
Boeing no es solo una campeona nacional. La fabricante de aviones ¡ªdesde 1916¡ª es un conglomerado rutilante que emplea a 137.000 trabajadores en EE?UU. Tambi¨¦n fabrica armas, sat¨¦lites, sistemas y servicios electr¨®nicos de defensa y de comunicaciones, y casi de todo lo que tenga que ver con las aplicaciones m¨¢s sofisticadas de la alta tecnolog¨ªa.
Es la primera firma manufacturera norteamericana. Y una de las principales cotizadas en Wall Street, con una capitalizaci¨®n de 184.000 millones de d¨®lares. Cuenta con una demanda creciente en los pa¨ªses m¨¢s punteros de Asia. Y es el principal exportador del pa¨ªs. Su avi¨®n 737-MAX es el m¨¢s vendido de la historia: ha recibido m¨¢s de 4.500 pedidos, 3.800 desde el extranjero.
Pero ha sufrido dos reveses brutales. Ese avi¨®n estrella se estrell¨® por dos veces entre octubre de 2018 y enero de 2019, sirviendo a sendas compa?¨ªas indonesia y et¨ªope, por problemas de respuesta en su software: ya ha pagado directamente por estos desastres 9.000 millones de d¨®lares, indemnizaciones incluidas. Ahora, otro de sus modelos, adscrito a la compa?¨ªa ucrania, acaba de capotar en Ir¨¢n. Llueve, intensamente, sobre mojado.
?Por qu¨¦ le sucede todo eso a una empresa de tanto ¨¦xito? Seguramente por dormirse en los laureles del monopolio nacional, y del duopolio mundial, que conforma junto a la europea Airbus.
Boeing es as¨ª una compa?¨ªa mimada. El presidente Donald Trump ha visitado con alharacas sus factor¨ªas en Carolina del Sur y en Misuri, y en esta ¨²ltima aprovech¨® para lanzar su mensaje nacionalista: ¡°Lucharemos por cada empleo norteamericano¡±.
Es una compa?¨ªa privilegiada fiscalmente: durante un decenio ha pagado a Hacienda un 8,4% como impuesto de sociedades, frente al tipo oficial del 35%, que Trump se apresur¨® en aplanar al 21%. Ha recibido subvenciones y ayudas ilegales sin cuento, as¨ª que la OMC le impondr¨¢ pronto una sanci¨®n (ya decidida) de 5.300 millones, algo muy similar a los 5.500 con que mult¨® por las ayudas a Airbus en 2019: 7.500 millones de d¨®lares en primavera, rebajados en diciembre en 2.000.
Pero, sobre todo, ha primado el mero dividendo por encima de la seguridad. As¨ª se concluye que el regulador del transporte de EE?UU ¡ªla FAA¡ª amonestase p¨²blicamente el pasado diciembre a su consejero delegado, Dennis Muilenburg, quien tuvo que dimitir al instante: porque pretend¨ªa volver a producir el 737 MAX este mismo enero, cuando el software que fallaba solo estar¨¢ revisado y certificado para febrero.
Boeing capota. Airbus recupera su cetro, perdido en 2012. La europea ha entregado 863 aparatos en 2019. La americana, 345 hasta final de noviembre.
Para bien, el lucro mueve. Pero del lucro exagerado se muere.
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