Bruselas movilizar¨¢ 100.000 millones de euros para aliviar el impacto de su plan clim¨¢tico
El Ejecutivo comunitario aportar¨¢ 7.500 millones, pero espera que esa cantidad se multiplique
La crisis de los chalecos amarillos dej¨® una lecci¨®n francesa de la que Europa parece haber tomado nota: las reformas radicales deben tener en cuenta a la gente. El objetivo de alcanzar la neutralidad clim¨¢tica en 2050 entra en esa categor¨ªa de grandes cambios concebidos para perdurar generaciones, pero a la vez tiene potencial para hacer removerse en su puesto de trabajo a mineros polacos, operarios de autom¨®vil espa?oles o ingenieros de hidrocarburos daneses. La Comisi¨®n Europea present¨® este martes su plan para contrarrestar la cara B de su plan clim¨¢tico: conf¨ªa en movilizar 100.000 millones de euros para las regiones m¨¢s afectadas a partir de una inyecci¨®n de 7.500 millones entre 2021 y 2027, el periodo del pr¨®ximo presupuesto.
?Elisa Ferreira, la primera mujer portuguesa en alcanzar el puesto de comisaria europea, tiene ante s¨ª el may¨²sculo reto de evitar una fractura dentro de la UE ante la ambiciosa transformaci¨®n prometida por la presidenta del Ejecutivo europeo, Ursula von der Leyen. Bruselas ha empezado ya la carrera para dejar a cero el contador de emisiones netas. Y sobre su cartera, la de Cohesi¨®n y Reformas, recae la responsabilidad de hallar el dinero para hacerla posible. Este martes present¨® en el Parlamento Europeo el mecanismo para una transici¨®n justa, el instrumento con el que debe regar de millones las regiones m¨¢s golpeadas por la profunda metamorfosis concebida para expulsar al di¨®xido de carbono del paisaje industrial europeo dejando a su paso el menor n¨²mero de traumas posible.
La tarea es especialmente complicada en pa¨ªses dependientes del carb¨®n como Polonia. Varsovia, preocupada por el coste de la transici¨®n, rechaz¨® adherirse al objetivo de neutralidad clim¨¢tica durante la cumbre europea de diciembre, y se ha convertido en la gran piedra en el zapato de la UE para que el bloque hable con una sola voz contra el cambio clim¨¢tico. Pero pese a que los focos apuntan hacia su vertiente oriental, Ferreira recuerda que el plan para compensar a las regiones funcionar¨¢ en todo el club comunitario. ¡°Ning¨²n pa¨ªs o regi¨®n ser¨¢ excluido de antemano. Todos los Estados miembros tendr¨¢n acceso a este instrumento. Las asignaciones se basar¨¢n en la intensidad de las emisiones de di¨®xido de carbono en las regiones", explic¨® este martes en una entrevista con un peque?o grupo de periodistas en Estrasburgo.
Ferreira anunci¨® que el fondo de transici¨®n contar¨¢ con dinero fresco del Presupuesto europeo. Concretamente con 7.500 millones de euros, pero Bruselas anticipa una potencia de fuego mucho mayor para aliviar a las regiones m¨¢s afectadas por el cambio: esa cantidad se ver¨¢ complementada por inversiones de los Estados miembros. La cofinanciaci¨®n tiene reglas: por cada euro recibido, cada socio deber¨¢ a?adir entre 1,5 y 3 euros m¨¢s utilizando fondos de cohesi¨®n y recursos propios. Seg¨²n los c¨¢lculos de Bruselas, ese esfuerzo elevar¨¢ la cuant¨ªa movilizada a entre 30.000 y 50.000 millones de euros.
Si el plan de la Comisi¨®n se cumple, la contribuci¨®n de inversores privados respaldados por InvestEU ¡ªsucesor del llamado Plan Juncker de inversiones¡ª, y la financiaci¨®n del Banco Europeo de Inversiones con aval del presupuesto comunitario, har¨ªan el resto para escalar a la cota de los 100.000 millones de euros movilizados.
Los Veintisiete deber¨¢n remitir a Bruselas planes propios para las regiones que puedan resultar da?adas por la reconversi¨®n. Seg¨²n un documento de la Comisi¨®n, Espa?a podr¨ªa incluir a Asturias, Arag¨®n y Castilla y Le¨®n, y tal vez tambi¨¦n a Galicia y Andaluc¨ªa. Las propuestas deber¨¢n cumplir con los objetivos del fondo ideado por Bruselas. Y solo recibir¨¢n el dinero si son aprobadas. No todos los ofrecimientos libres de di¨®xido de carbono ser¨¢n aceptados. Los proyectos nucleares quedar¨¢n excluidos de esos fondos.
La Comisi¨®n prestar¨¢ asesoramiento t¨¦cnico a Estados e inversores para identificar proyectos, e implicar¨¢ en los mismos a autoridades locales y ONG. La pol¨ªtica tambi¨¦n tendr¨¢ su espacio. Como se encarg¨® de recordar este martes Ferreira, la entrega del dinero estar¨¢ condicionada al respeto al Estado de Derecho, un aviso para Varsovia, repetidamente advertida por sus incumplimientos en la materia. La organizaci¨®n ecologista Greenpeace fue m¨¢s all¨¢ y pidi¨® que no se d¨¦ un euro a Polonia hasta que no d¨¦ su brazo a torcer. ¡°Los fondos verdes deben restringirse a los gobiernos que ya hayan puesto fecha al fin de los combustibles f¨®siles¡±.
Todav¨ªa se desconoce cu¨¢nto dinero percibir¨¢ cada pa¨ªs, pero mientras en algunas canciller¨ªas crecen los recelos ante la posibilidad de que Polonia cope los fondos, Bruselas busca tener gestos con los que hicieron sus deberes en el pasado. ¡°Tenemos que tener en cuenta no solo las necesidades, sino el esfuerzo enorme que han hecho ya algunos Estados miembros para corregir el problema invirtiendo en renovables. Buscamos el equilibrio¡±, se?al¨® la comisaria Ferreira.
¡°Impacto dram¨¢tico¡±
La Comisi¨®n Europea cuenta con que la lluvia de inversiones hacia la nueva econom¨ªa verde sea fuente de empleo, pero es consciente del ¡°dram¨¢tico impacto¡± de ciertos cambios. ¡°El prop¨®sito es crear un terreno de juego que, aunque no sea nunca perfecto, permita ayudar a aquellos pa¨ªses que necesitan acometer esfuerzos para cumplir con los objetivos europeos para 2030 y 2050¡±, insisti¨® Ferreira.
Desde el Comit¨¦ de las Regiones no ven claro que los fondos sean suficientes. ¡°No compensan los severos recortes en el presupuesto general de la pol¨ªtica de cohesi¨®n discutido por el Consejo. Todas las promesas financieras adicionales de la Comisi¨®n son grandes esperanzas por el momento, pero ?ser¨¢n capaces de cumplir en las regiones?¡±, se pregunt¨® Vojko Obersnel, alcalde de la localidad croata de Rijeka e implicado en las discusiones.
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