Una tortuga para liderar la City
Andrew Bailey, futuro gobernador del Banco de Inglaterra, suele ser comparado con el reptil por su paciencia, visi¨®n de largo plazo y capacidad para sortear los riesgos
Hace un tiempo, un columnista brit¨¢nico compar¨® al futuro gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, con el largo y sonoro proceso de apareamiento de la tortuga. En la fiesta de Navidad del banco, hace un a?o, el gobernador saliente, Mark Carney, parafrase¨® al columnista y defini¨® humor¨ªsticamente a Bailey como ¡°la gran tortuga sexy¡±.
El atractivo sexual del nuevo gobernador es opinable, pero parece claro que su carrera y estilo tienen bastantes paralelismos con los atributos asociados a estos reptiles. Desde que en 1985 entr¨® a trabajar en el banco, Bailey comenz¨® un largo y tortuoso camino hacia la c¨²pula, su capacidad para trabajar en equipo le ha valido el aplauso gen¨¦rico de sus subordinados y ha tenido la habilidad de evitar el precipicio por el que pod¨ªa haberse despe?ado durante su discutible y pasiva gesti¨®n al frente de la Autoridad de Conducta Financiera. El 15 de marzo sustituir¨¢ a Carney como gobernador y lo har¨¢ en un entorno de gran estabilidad pol¨ªtica en comparaci¨®n con el pasado reciente: al menos tiene la ventaja de lidiar con un Gobierno, el del conservador Boris Johnson, que goza de una ampl¨ªsima mayor¨ªa parlamentaria.
Pero el camino no est¨¢ exento de peligros. Desde el Brexit al engarce de la industria financiera brit¨¢nica con los ya casi exsocios comunitarios, la posibilidad de una recesi¨®n en un momento de escaso margen de maniobra para la pol¨ªtica monetaria, la necesidad o no de comunicar mejor las intenciones del banco en materia de tipos o el impacto del cambio clim¨¢tico en empresas e inversores.
El problema m¨¢s inminente es el Brexit, que ser¨¢ una realidad el 1 de febrero y abocar¨¢ a la negociaci¨®n de un acuerdo comercial con la UE y a resolver la futura relaci¨®n del Reino Unido y los Estados miembros en muchos otros planos, incluido el estatuto que tendr¨¢ la industria financiera. Cuando el 1 de enero de 2021 se acabe el periodo transitorio, la City perder¨¢ el llamado ¡°pasaporte¡± que ahora le permite actuar en territorio comunitario con los mismos derechos y obligaciones que sus pares europeos. Todo indica que se pasar¨¢ entonces al llamado sistema de equivalencia, por el que las empresas financieras brit¨¢nicas podr¨¢n seguir operando en territorio de la Uni¨®n Europea (y viceversa) cuando se dan unos principios comunes de gobernanza, mecanismos de cooperaci¨®n supervisora y di¨¢logo regulatorio.
Con ese sistema, la Comisi¨®n Europea tendr¨¢ la sart¨¦n por el mango porque, seg¨²n explica Jonathan Portes, profesor de Econom¨ªa y Pol¨ªticas P¨²blicas del King¡¯s College London, ¡°es la UE la que toma una decisi¨®n de equivalencia, y esa es una decisi¨®n unilateral que luego puede ser alterada o cancelada en cualquier momento¡±. ¡°Nosotros vamos a requerir equivalencia cuando creamos que hay evidencias de que somos equivalentes, y la Comisi¨®n Europea decidir¨¢ a partir de esa informaci¨®n si sigue adelante o si impone alguna condici¨®n¡±. El Banco de Inglaterra tiene ah¨ª un importante papel porque su tarea ser¨¢ intentar demostrar ante Bruselas qu¨¦ sectores y subsectores de la industria financiera brit¨¢nica est¨¢n en condiciones de ser considerados equivalentes con las reglas de la UE.
Hay un territorio en el que Bailey puede acabar afrontando tormentas de calado: aunque han disminuido los temores a una recesi¨®n global, las tensiones ahora con Ir¨¢n y en el futuro qui¨¦n sabe cu¨¢les pueden acabar trayendo esa recesi¨®n. Y el Banco de Inglaterra, al igual que el BCE, tiene un margen de maniobra limitado en el actual escenario de tipos de inter¨¦s baj¨ªsimos. El propio Carney acaba de reconocer en una entrevista al Financial Times: ¡°Es cierto en l¨ªneas generales que los bancos centrales tienen mucha menos munici¨®n de la que ten¨ªan antes y esa situaci¨®n se va a mantener as¨ª durante cierto tiempo¡±.
Jonathan Portes es de los que creen que el problema de fondo es el actual mandato del banco. ¡°Hace ya 10 a?os de la crisis financiera y tenemos un r¨¦gimen de objetivo de inflaci¨®n dise?ado para una ¨¦poca en la que ten¨ªamos un crecimiento del 2%, una inflaci¨®n del 2% y tipos de inter¨¦s del 4% o 5%. Y ahora tenemos tipos de inter¨¦s cercanos al 0% pr¨¢cticamente en todo el mundo desarrollado. En ese escenario, es muy dif¨ªcil justificar el r¨¦gimen de objetivo de inflaci¨®n del 2% o de inflaci¨®n estable que funciona en el BCE, en el Banco de Inglaterra, en la Reserva Federal y en la mayor¨ªa de los dem¨¢s pa¨ªses¡±, se?ala. Sus reflexiones est¨¢n en l¨ªnea con las lanzadas la semana pasada por Lawrence Summers, ex secretario del Tesoro de EE UU. ¡°Los bancos centrales est¨¢n reconociendo que, dada la baja inflaci¨®n y los bajos tipos de inter¨¦s, el l¨ªmite inferior en los tipos de inter¨¦s es una restricci¨®n severa para la pol¨ªtica monetaria¡±.
¡°Nos gustar¨ªa que Bailey cambiara el objetivo de inflaci¨®n y lo sustituyera con un objetivo vinculado al PIB nominal¡±, opina Julia Behan, investigadora asociada del liberal Adam Smith Institute. ¡°Tambi¨¦n queremos que avance hacia un sistema de banca libre sin seguro de dep¨®sitos y sin rescate de bancos. Es decir, m¨¢s competici¨®n en el sector bancario. Tambi¨¦n, aunque eso es poco probable, nos gustar¨ªa que se desnacionalizara la moneda y los bancos privados fueran autorizados a emitir sus propias formas de dinero y decidir por su cuenta c¨®mo hacerlo¡±, a?ade Behan.
Otro de los dilemas del nuevo gobernador es la pol¨ªtica de comunicaci¨®n. Carney intent¨® a su llegada impulsar las llamadas forward guidance para dar pistas sobre la futura pol¨ªtica monetaria, pero no tuvo un gran ¨¦xito. Ahora se han vuelto a levantar voces en defensa de ese camino, como la de Jagjit Chadha, director del Instituto Nacional de Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social, que opina que ¡°una pol¨ªtica de orientaci¨®n m¨¢s efectiva sobre cu¨¢les son los caminos a esperar podr¨ªa mejorar la capacidad del banco para influir en el comportamiento del mercado¡±. Pero no parece f¨¢cil, sobre todo en un escenario cambiante como el actual, que ha empezado a dividir al Comit¨¦ de Pol¨ªtica Monetaria sobre si hay que subir o bajar tipos a medio plazo. La contracci¨®n del PIB podr¨ªa acelerar un recorte en la reuni¨®n del 30 de enero.
Tecn¨®crata y bien relacionado
Tras el estilo presidencial y de gran comunicador de Mark Carney, el Banco de Inglaterra vuelve a tener un gobernador fundamentalmente tecnocr¨¢tico. Pero eso no le impide a Andrew Bailey desenvolverse muy bien en los pasillos con la clase pol¨ªtica, especialmente con los conservadores. A esa cualidad se atribuye buena parte de su nombramiento, que ha llegado a pesar de que algunos pensaban que su discutida gesti¨®n al frente de la Autoridad de Conducta Financiera le hab¨ªa descabalgado de la carrera. Su discreci¨®n pol¨ªtica y su capacidad t¨¦cnica le han convertido en el gobernador ideal en los tiempos populistas que vive el Reino Unido con Boris Johnson como primer ministro.
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