No, no es por el SMI

Imag¨ªnense que al comprar un coche alguna marca lo ofreciera sin cintur¨®n de seguridad, sin airbag y sin apenas pruebas de seguridad porque no estas fueran obligatorias en el pa¨ªs de fabricaci¨®n¡­ Y adem¨¢s fueran mucho m¨¢s baratos por los bajos costes de producci¨®n¡­ Impensable, ?no?

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Pues eso pasa con los alimentos. En Europa, los agricultores producimos como los consumidores nos demandan, con los mayores est¨¢ndares de calidad, bienestar animal, trazabilidad y respeto al medio ambiente. Pero luego tenemos que competir de t¨² a t¨² con productos de todo el mundo que ni de lejos se acercan a nuestros est¨¢ndares de calidad, alimentos con sustancias qu¨ªmicas prohibidas hace a?os en la UE o con una huella clim¨¢tica terrible¡­ Doble rasero.

Los agricultores no protestamos por la subida del salario m¨ªnimo interprofesional, protestamos porque, en alimentaci¨®n, la UE tiene una pol¨ªtica incoherente que nos asfixia. Se nos obliga a producir el alimento m¨¢s caro del mundo para tener que venderlo compitiendo con los precios de los alimentos m¨¢s baratos, sin haber formado al consumidor ni tener un etiquetado claro. El resultado es que tenemos el sector econ¨®mico con la renta m¨¢s baja de la UE.

Pero nuestra desesperaci¨®n tiene m¨¢s motivos. Probablemente asocien PAC a subvenciones¡­ Pero la PAC es mucho m¨¢s: es el conjunto de pol¨ªticas que, junto a la desequilibrada ley de la cadena alimentaria, regulan la producci¨®n, comercializaci¨®n y distribuci¨®n de los alimentos. Estas regulaciones est¨¢n dise?adas en unos casos con poca dosis de realidad y en otros para favorecer a grandes capitales y distribuidoras. Dos ejemplos. El primero es el dise?o espa?ol de apoyo directo, que se centra, en el mejor de los casos, en lo que cada agricultor hac¨ªa hace 20 a?os¡­ Una pol¨ªtica p¨²blica que en vez de apoyar los proyectos de presente y futuro, apoya los de pasado sin tener en cuenta la realidad. Significa que con dinero p¨²blico se altera la libre competencia entre productores, incluso de un mismo territorio, que con id¨¦ntica superficie y produciendo lo mismo, perciben ayudas distintas para acceder a un mismo mercado, pudiendo comprar tierra o arrendarla el que m¨¢s ayuda tiene. Y el resultado final es que solo el 9% de los perceptores de la PAC son menores de 40 a?os y la media est¨¢ en los 60.

El segundo ejemplo es m¨¢s claro: el kilo de naranjas que usted compra a 1,2 euros se paga al productor a 15 c¨¦ntimos. Pol¨ªticas que favorecen la especulaci¨®n con la tierra, alimentos y dinero p¨²blico.

No podemos deslocalizar nuestros negocios. Ni moverlos de pol¨ªgono o barrio. Los tenemos en los pueblos. Territorios que arrastran d¨¦cadas de pol¨ªticas prourbanas que nos estrangulan con la falta de servicios, comunicaciones y oportunidades sociales, culturales, formativas, laborales y de ocio. Por eso la despoblaci¨®n es un tipo de pobreza social, porque la brecha de oportunidades, sobre todo para nuestras familias, es un abismo.

Para m¨¢s hartazgo, ahora se nos ataca diciendo que somos responsables del cambio clim¨¢tico. Es evidente que, como cualquier sector econ¨®mico, tenemos parte de culpa y tenemos que corregir conductas. Pero de ah¨ª a que seamos responsables no es justo¡­ es demagogia. ?Cu¨¢ntos sectores act¨²an como sumidero de CO2, mantienen los espacios naturales y practica desde siempre la ahora llamada econom¨ªa circular? Es m¨¢s f¨¢cil culpar a quien no conoces y olvidar que la verdadera causa es nuestro moderno estilo de vida de comer aguacates en enero y beber agua embotellada, tener un SUV y viajar 10 veces al a?o en avi¨®n, o pedir un cable del m¨®vil a la otra parte del mundo y que llegue en dos d¨ªas. Los alimentos que viajan y la agricultura que deforesta es consecuencia de este consumismo.

Se nos est¨¢ acorralando deliberadamente. Se juega con que vamos a resistir hasta el final (muy cerca en muchos casos), porque para nosotros la agricultura es una forma de vida. Y esta es una de esas cosas que ves su importancia cuando desaparece.

Tenemos un problema estructural que afecta directamente al sector, pero indirectamente a toda la sociedad. Es decisi¨®n de todos elegir entre una agricultura con agricultores que cuiden el medio ambiente y aporten riqueza social y econ¨®mica al entorno rural o una de grandes empresas que solo buscan beneficio econ¨®mico propio. Porque si algo est¨¢ claro es que, mientras tengamos la costumbre de comer cada d¨ªa, siempre habr¨¢ agricultura y ganader¨ªa.

Marcos Garc¨¦s es agricultor y ganadero en Ba?¨®n (Teruel) y coordinador de Juventudes Agrarias de Coag.