El campo espa?ol se rebela

Enrique S¨¢nchez saluda con las tijeras de podar en la mano mientras quita los sarmientos de las cepas. Produce uva embolsada en 18 hect¨¢reas de vi?as. Aunque todav¨ªa no ha perdido la esperanza, no le queda mucha. Hace unos d¨ªas, cerca de aqu¨ª, en Novelda, uno de los siete pueblos del Valle del Vinalop¨® (Alicante), otro agricultor cort¨® los troncos de su explotaci¨®n con una motosierra. ¡°Habr¨¢ m¨¢s casos¡±, dice S¨¢nchez, ¡°porque la cosa est¨¢ muy mal¡±.

Hijo y nieto de agricultores y responsable de la Uni¨® de Llauradors en la zona, S¨¢nchez, de 37 a?os, da algunas claves de la sacudida que vive el campo. ¡°Se ha subido el salario m¨ªnimo y esta uva necesita mucha mano de obra. Tambi¨¦n ha subido el seguro agrario, los fertilizantes, el gas¨®leo¡­ Estamos vendiendo la uva a precios de hace 20 o 25 a?os. Si todo lo que gano lo tengo que dar y no queda nada para m¨ª, es imposible mantenerse. Si los Gobiernos no hacen nada por nosotros, no nos queda otra que sacar los tractores a la calle y reclamar nuestros derechos¡±, afirma.

S¨¢nchez no est¨¢ solo en sus quejas. Tras una semana de protestas en las comunidades de Galicia, Extremadura y Andaluc¨ªa, las organizaciones agrarias seguir¨¢n tratando de hacer visible la precariedad de buena parte del casi mill¨®n de explotaciones agr¨ªcolas y ganaderas, de las que solo 350.000 se consideran profesionales. Las movilizaciones continuar¨¢n los pr¨®ximos d¨ªas en Murcia, Castilla-La Mancha, Cantabria y otras provincias andaluzas. Agricultura reconoce las dificultades del sector y ha convocado una mesa de di¨¢logo a partir del pr¨®ximo lunes para buscar respuestas.

¡°No se puede hablar de un solo problema¡±, se?ala el presidente de Asaja, Pedro Barato. Se trata de muchos factores, unos derivados de las pol¨ªticas de la UE y otros con origen nacional. ¡°En conjunto, hacen cada d¨ªa menos rentable la actividad agraria por los bajos precios: las exigencias comunitarias en materias como el medio ambiente, la demonizaci¨®n de la actividad por el bienestar animal, normativas m¨¢s duras y costosas para el uso de algunos fertilizantes y productos fito o zoosanitarios, nuevas amenazas de menos ayudas en la pr¨®xima reforma de la PAC [Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n]... As¨ª no se puede resistir. Y, para rematar, el nuevo salario m¨ªnimo (SMI) que, aunque no afecta gravemente a todo el sector, s¨ª lo hace a actividades que requieren mucha mano de obra, como frutas y hortalizas y una parte de olivar y vi?edo¡±, concluye.

Jos¨¦ Diego Garrido, olivarero de Baeza (Ja¨¦n), es uno de los afectados por esta tormenta perfecta. ¡°Labro 35 hect¨¢reas de olivar tradicional en regad¨ªo y mis costes de producci¨®n no bajan de 2,5 euros el kilo, mientras estoy cobrando 1,7 euros. Trabajo con p¨¦rdidas, pero es lo que tengo¡±. Rom¨¢n Santalla, ganadero gallego, denuncia los precios por debajo de costes tambi¨¦n en el sector de la leche, entre 0,30 y 0,32 euros el litro que perciben desde hace cuatro a?os.

La protesta agraria es una llamada para gritar que el campo existe. El sector, compuesto sobre todo por medianos empresarios, denuncia la ca¨ªda de las rentas de la actividad un 8,6% en 2019 que, sumado a las rebajas de los dos a?os anteriores, la ha situado en los 26.000 millones, la misma cifra que en 2003 en moneda corriente. Esta ca¨ªda se ha registrado en las producciones m¨¢s importantes ¡ªfrutas, hortalizas, vino, aceite, c¨ªtricos, fruta de hueso, leche o cereales¡ª por el descenso de los precios en origen ante la falta de mecanismos para regular los mercados, la avalancha de productos importados a bajo precio, la presi¨®n de la gran distribuci¨®n y el alza de los costes de producci¨®n, entre otros motivos. La falta de fondos suficientes para el seguro agrario en los ¨²ltimos tiempos, adem¨¢s, ha disparado las primas a pagar por los agricultores.

Lorenzo Ramos, secretario general de Upa, confirma que el agricultor solo percibe una ¡°parte m¨ªnima¡± de lo que paga el consumidor por el producto. Por ello, el sector exige poner coto al reparto desigual del valor y a la estrategia de ventas a p¨¦rdida de las grandes superficies. ¡°Es una locura lo que est¨¢ sucediendo en la cadena alimentaria; habr¨ªa que buscar un mecanismo para que el productor percibiera al menos sus costes de producci¨®n¡±, zanja.

En la comarca de La Ribera, en Valencia, la falta de rentabilidad de los naranjos empuj¨® a muchos agricultores a abandonarlos y pasarse al caqui. Uno de los primeros en hacerlo, hace m¨¢s de 20 a?os, fue Eduard Esparza, que ahora tiene el mismo problema en el nuevo cultivo: ¡°En el supermercado de enfrente de mi casa venden el kilo a 1,89 euros, y al agricultor se le paga a 15 ¨® 20 c¨¦ntimos¡±. En su opini¨®n, adem¨¢s del abuso de la distribuci¨®n falla la organizaci¨®n de los productores.

Miguel Blanco, secretario general de Coag, detalla que los costes de producci¨®n han pasado a representar casi el 50% del valor final frente a la tercera parte que supon¨ªan hace unos a?os, pero coincide en que es necesaria una mayor organizaci¨®n de la oferta y la demanda desde abajo y que el sector sea m¨¢s protagonista en los procesos de compra y venta.

Ante un escenario en el que todos los desaf¨ªos se concatenan, tanto el Gobierno como la UE han acabado en el disparadero. Agricultores y ganaderos lamentan que la pol¨ªtica de Bruselas es lenta para entrar en nuevos mercados y evitar aranceles, pero abre las fronteras a productos importados a bajo precio a los que se exigen est¨¢ndares fito o zoosanitarios menores. Se suman la renegociaci¨®n de la PAC, que augura un recorte de los fondos, los aranceles de EE UU, las barreras ficticias de terceros pa¨ªses por razones de seguridad alimentaria y el Brexit, que inquieta a los productores de frutas, hortalizas, vinos y aceite.

¡°El problema no es la fruta de hueso, el c¨ªtrico o el aceite, falla el sistema¡±, lanza Domingo Garc¨ªa, quien produce melocot¨®n, nectarina y albaricoque en Llutxent (Valencia) y trabaja como t¨¦cnico agr¨ªcola en la cooperativa local. ¡°Bastar¨ªa con que al agricultor se le pagaran 15 c¨¦ntimos m¨¢s por kilo. No se har¨ªa rico, pero cubrir¨ªa los costes¡±.