Latinoam¨¦rica necesita soluciones y las necesita ya
El continente necesita acelerar su ritmo de crecimiento econ¨®mico, reducir las inequidades y mejorar la gobernabilidad
Los temblores sociales con los que termin¨® 2019 pusieron en escena los enormes desaf¨ªos que a¨²n tiene por delante Am¨¦rica Latina y el Caribe. Son retos que requieren soluciones complejas y de largo plazo, y que ponen a prueba la paciencia de la poblaci¨®n, cosa que es entendible. Las urgencias de la gente no pueden aguardar cuando se trata de obtener tratamiento m¨¦dico por una enfermedad grave, contar con un mejor acceso a los lugares de trabajo mediante una red de transporte p¨²blico eficiente o recibir apoyo ante una situaci¨®n de violencia familiar. Problem¨¢ticas como estas no pueden esperar al largo plazo, por eso la poblaci¨®n est¨¢ demandando soluciones y soluciones ya.
En un reciente art¨ªculo tuve la oportunidad de reflexionar sobre los retos que afectan a la regi¨®n y sobre las l¨ªneas b¨¢sicas de posibles respuestas a dichos retos. Son desaf¨ªos que todos conocemos bien: Am¨¦rica Latina necesita acelerar su ritmo de crecimiento econ¨®mico, reducir las inequidades y mejorar la gobernabilidad. No en vano Latinoam¨¦rica es la regi¨®n que menos ha crecido en los ¨²ltimos 10 a?os y la que exhibe mayores niveles de desigualdad.
Sin embargo, estas sugerencias de ¨ªndole macroecon¨®mica, aunque necesarias para establecer pautas o directrices de pol¨ªtica, van a exigir paciencia hasta que los resultados sean visibles. Es decir, que van a haber claras discrepancias entre lo que la poblaci¨®n demanda y lo que se le puede ofrecer. Y esto a su vez puede ser caldo de cultivo para nuevas frustraciones colectivas. ?Significa esto que no hay m¨¢s remedio que esperar y confiar? De ninguna manera.
En este sentido, es de suma importancia que las intervenciones de tipo macroecon¨®mico vengan acompa?adas de intervenciones en el ¨¢mbito microecon¨®mico. Esto es, iniciativas que quiz¨¢s no cambian las grandes cifras de las cuentas nacionales, pero que pueden tener un impacto directo y positivo en la calidad de vida de las personas. Obviamente, este tipo de proyectos debe ser espec¨ªfico para cada pa¨ªs y para el problema que se trate de resolver.
Por ejemplo, en Argentina, donde la crisis econ¨®mica ha contribuido a incrementar el n¨²mero de personas por debajo del umbral de la pobreza en 2,4 millones, el Banco Mundial est¨¢ trabajando con el gobierno para mitigar el impacto de la crisis a trav¨¦s del programa de la Asignaci¨®n Universal por Hijo, popularmente conocido como AUH. La AUH complementa los ingresos de familias con ni?os siempre y cuando los ingresos familiares sean inferiores al salario m¨ªnimo. Aunque el programa no busca resolver los problemas de pobreza de una manera permanente, trata de reducir el impacto de la situaci¨®n econ¨®mica en un grupo desfavorecido.
O consideremos el caso de Colombia, donde el Banco Mundial est¨¢ colaborando con las autoridades para mejorar la calidad del sistema salud. Uno de los componentes del proyecto en el que trabajamos con el Gobierno tiene como objetivo aumentar la detecci¨®n temprana del c¨¢ncer de mama desde el 56% hasta el 69%. Est¨¢ claro que no se puede esperar a que se resuelva la macroeconom¨ªa para reforzar la lucha contra el c¨¢ncer.
En el mismo contexto, tambi¨¦n se est¨¢ tratando de que los sistemas de salud sean m¨¢s inclusivos y garantizar que en los 32 departamentos del pa¨ªs se le permita a la poblaci¨®n extranjera afiliarse a la seguridad social. Este aspecto es particularmente importante en el caso de Colombia, un pa¨ªs donde el n¨²mero de migrantes venezolanos se estima en torno a 1,63 millones. Tampoco este programa va a solucionar todos los problemas de salud de Colombia ni los de los inmigrantes, pero confiamos en mejorar los servicios de salud para la poblaci¨®n de manera significativa.
Finalmente, en M¨¦xico estamos apoyando al gobierno para expandir el acceso financiero en ¨¢reas rurales, donde se estima que apenas el 10% de la poblaci¨®n tiene acceso al cr¨¦dito, lo que limita la posibilidad de que una persona emprendedora pueda invertir y generar riqueza, y de que las familias puedan tomar prestado dinero para hacer frente a una emergencia. En este caso, nuestro objetivo es facilitar el acceso al cr¨¦dito a unas 315.000 personas. Y como en los casos anteriores, aunque esta intervenci¨®n no va a solucionar de manera definitiva las deficiencias del pa¨ªs en temas de acceso financiero, puede mejorar la situaci¨®n de un gran n¨²mero de personas.
Estas son solo 3 de las 213 operaciones que desde el Banco Mundial estamos implementando en la regi¨®n para complementar las intervenciones macroecon¨®micas. Son respuestas seguramente parciales a los problemas de la regi¨®n, pero sumamente necesarias si observamos los padecimientos cotidianos, principalmente de los m¨¢s vulnerables. Y son, adem¨¢s, un indicio de que hay un camino posible para empezar a resolver las demandas m¨¢s urgentes de la poblaci¨®n.
Humberto L¨®pez es vicepresidente en funciones para Am¨¦rica Latina y el Caribe del Banco Mundial.
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