Un dec¨¢logo para mejorar la ense?anza en l¨ªnea

El incierto retorno a clase en medio de la pandemia revela que, aun manteni¨¦ndose en unos niveles relativamente bajos, la crisis sanitaria afecta cada vez a un mayor n¨²mero de aulas en Espa?a. Esta semana hab¨ªa 2.852 grupos escolares en cuarentena, de un total de 386.214, o lo que es lo mismo, un 0,73 % del total. Pero con m¨¢s de 10.000 nuevos positivos diarios de coronavirus en todo el pa¨ªs, parece seguro asumir que, en este nuevo curso, la presencialidad no ser¨¢ siempre posible, lo que obliga a los equipos docentes a estar permanentemente preparados ante una posible cuarentena que mande a sus alumnos a casa. Para ayudar en esta empresa, la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha editado el Dec¨¢logo para la mejora de la docencia online. Propuestas para educar en contextos presenciales discontinuos, un libro gratuito que ha puesto a disposici¨®n de la comunidad educativa.

?Estamos ahora mejor preparados para la ense?anza online de lo que est¨¢bamos hace unos meses? En marzo pasado, los docentes tuvieron que migrar a un entorno virtual de un d¨ªa para otro sin que, en muchos casos, dispusieran de la formaci¨®n o los recursos necesarios. Una muestra de ello es que m¨¢s de 9.000 profesores de 47 pa¨ªses siguieron, durante los meses de abril, mayo y junio una propuesta formativa de emergencia del profesorado de la UOC para acompa?ar a los educadores en su transici¨®n forzada a la ense?anza no presencial.

La adaptaci¨®n, por tanto, fue muy dispar. Aquellos m¨¢s preparados sufrieron menos, pero tambi¨¦n hubo centros donde la situaci¨®n se afront¨® encadenando una videoconferencia tras otra, y replicando en l¨ªnea las mismas pr¨¢cticas que ven¨ªan aplicando en la ense?anza presencial; una pr¨¢ctica que, seg¨²n los expertos en educaci¨®n digital, dista mucho de ser id¨®nea, por un sencillo motivo: un contexto tan diferente exige tambi¨¦n nuevas formas de dar clase, nuevas estrategias, otras herramientas y nuevas formas de dinamizar, implicar y motivar a los estudiantes, todos ellos aspectos tratados en el libro publicado recientemente por la UOC.

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Lo primero, dise?ar bien el curso

Para superar ese distanciamiento social, ¡°lo primero que hay que hacer es dise?ar bien el curso, elaborar actividades en las que los estudiantes puedan participar y generar interacciones entre ellos¡±, explica Albert Sangr¨¤, catedr¨¢tico de los Estudios de Psicolog¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n en la UOC y coordinador de esta iniciativa editorial. Si las clases virtuales no proveen a los alumnos de oportunidades para trabajar en equipo, afirma, no es porque el contexto online tenga esas limitaciones, sino porque el curso est¨¢ mal dise?ado. Y a la hora de dise?ar una programaci¨®n, anima a los docentes a hacerlo con los objetivos que tiene el curso en mente: una vez que sabemos los conocimientos y competencias que queremos que los alumnos desarrollen, ser¨¢ posible identificar las acciones, actividades y herramientas que nos ayudar¨¢n en ese proceso.

Otro aspecto que destaca es el social: las relaciones han de ser fluidas entre los propios estudiantes y entre ellos y el docente, que a su vez ha de proporcionar un feedback constante que ayude a los alumnos a entender c¨®mo es su progreso y el motivo de sus equivocaciones. ¡°De esta manera, consigo que el alumno asuma por qu¨¦ lo ha hecho mal, y que entienda m¨¢s y mejor aquello que, en un principio, no hab¨ªa captado adecuadamente. En la formaci¨®n en l¨ªnea, a veces te encuentras con pruebas de tipo quiz que te marcan las respuestas que has dado mal, pero no te explican el porqu¨¦¡±, a?ade Sangr¨¤. ¡°Ahora bien, es recomendable hacerlo segmentando a los alumnos en grupos m¨¢s peque?os, para no perder la capacidad de interactuar. En lugar de hacer sesiones maratonianas con toda la clase, tomo a cuatro o cinco, y hablo con ellos, y luego a otros cuatro o cinco m¨¢s. Y entre tanto, tienen actividades para desarrollar¡±.

Se trata, en definitiva, de superar el distanciamiento social gracias a una serie de herramientas digitales que permiten a alumnos y profesores seguir trabajando conjuntamente. ¡°Recomendamos, por ejemplo, que una videoconferencia no tenga nunca una duraci¨®n superior a los 30 minutos. Y que sirva para aclarar dudas y conceptos; para iniciar temas y que los alumnos se puedan animar a participar¡±. Una metodolog¨ªa que se adapta muy bien a las llamadas aulas invertidas, como las que ya practican los docentes edutubers, y que facilita una mayor flexibilidad en el desarrollo de las clases. No es necesario ajustarse a un horario estricto, ¡°sino que puede flexibilizarse en cierta manera cu¨¢ndo trabajamos, cu¨¢ndo leemos o estudiamos... de forma que hagamos crecer la capacidad de autonom¨ªa de los alumnos, menos desarrollada con respecto a lo que podr¨ªa estar¡±, esgrime el experto.

Para Sangr¨¤, se trata de un elemento fundamental, porque, ¡°en el fondo, lo que hay detr¨¢s de esto es la competencia de aprender a aprender. Si lo vas trabajando desde peque?o, est¨¢s capacitando a los alumnos a desarrollarse de mejor manera incluso ante situaciones como la que estamos viviendo en estos momentos¡±. Una labor que, de la mano de los docentes, se complementa con el desarrollo de una actitud cr¨ªtica con respecto a la tecnolog¨ªa, para que sepan cu¨¢ndo es bueno utilizarla y cu¨¢ndo no, y que aprendan a ser mejores personas desde un punto de vista ¨¦tico: no solamente por el uso de la misma, en lo relacionado con la privacidad de terceras personas, por ejemplo, sino tambi¨¦n por su interpretaci¨®n. ¡°Aqu¨ª entrar¨ªa todo lo relacionado con las fake news, de manera que comprendan que el simple hecho de que una informaci¨®n est¨¦ en Internet no garantiza en modo alguno su veracidad; y que es imprescindible poder distinguir si las fuentes son o no son cre¨ªbles¡±.

Nuevas actividades y herramientas

Un aspecto es innegable: ya sea completamente online, semipresencial o con una presencialidad ba?ada por un alto grado de incertidumbre, estamos en un contexto distinto al habitual, y todo funciona, se ve y se percibe de manera diferente. Ello lleva necesariamente a que, para mantener implicado al alumno, sea imprescindible echar mano de actividades que sean motivadoras y atractivas, y que los alumnos comprendan por qu¨¦ hacen eso y qu¨¦ conseguir¨¢n con ello. Estas son algunas de las actividades sugeridas por el grupo de expertos de la UOC:

• Actividades de an¨¢lisis y s¨ªntesis, normalmente individuales (mapas conceptuales, esquemas, infograf¨ªas...).
• Actividades de investigaci¨®n o resoluci¨®n de problemas, ya sea de forma individual o en grupos peque?os, como estudios de caso, proyectos o trabajos de campo.
• Actividades de interacci¨®n y comunicaci¨®n, en las que el docente debe estar atento para animar al estudiante a expresarse, debatir y discutir ideas preconcebidas (debates virtuales, encuestas de grupo seguidas de una discusi¨®n, etc¨¦tera). Unas tareas que, adem¨¢s, pueden desarrollarse de forma s¨ªncrona o as¨ªncrona.
• Actividades de construcci¨®n colaborativa de conocimiento, resolviendo situaciones del mundo real que involucren una negociaci¨®n y la elaboraci¨®n colaborativa de soluciones.
• Actividades de reflexi¨®n.

Adem¨¢s del tipo de actividades, el dec¨¢logo de la UOC se hace eco de numerosas herramientas del entorno virtual que est¨¢n a disposici¨®n de docentes y estudiantes, desde buscadores espec¨ªficos como Google Acad¨¦mico, Pixabay (para im¨¢genes) o CC Search (para contenido bajo licencias Creative Commons), a herramientas de comunicaci¨®n social, ya sea a trav¨¦s de servicios de mensajer¨ªa instant¨¢nea (como WhatsApp, Hangouts o Discord), videoconferencia (Zoom, Jitsi Meet, Skype, Open Meetings), redes sociales o blogs, pasando por herramientas para la creaci¨®n de contenido, como editores de imagen o v¨ªdeo, capturadores de pantalla, creaci¨®n de comics, podcasts o p¨¢ginas web, presentaciones multimedia o infograf¨ªas. Todo un inmenso abanico de posibilidades.

Nuevas formas de evaluar y nuevas estrategias

Uno de los elementos clave en este tipo de contexto es la forma de evaluaci¨®n. Como explican los autores de Dec¨¢logo para la mejora de la docencia online, lo ideal en un entorno de estas caracter¨ªsticas es diversificarla al m¨¢ximo: que, en lugar de un solo examen final, la evaluaci¨®n sea continua; que sirva para que el propio estudiante identifique sus puntos d¨¦biles y pueda mejorarlos; y que haya m¨²ltiples canales de evaluaci¨®n (pruebas objetivas sencillas, trabajos, actividades en grupo¡­). ¡°Hay alumnos a los que el sistema de quizzes no les va bien, porque les exige sobre todo memorizaci¨®n, para poder responder correctamente, y no eval¨²a, por ejemplo, todo el proceso para resolver un problema¡±, reflexiona Sangr¨¤. ¡°Esa diversidad ayuda a aplicar una evaluaci¨®n m¨¢s justa y m¨¢s equitativa, porque tenemos menos riesgo de equivocarnos¡±.

Para el grupo de expertos de la UOC, un contexto de ense?anza virtual, semipresencial o presencial discontinuo, como el que tendremos este curso, obliga a tener muy en cuenta algunas estrategias. En primer lugar, facilitarles la organizaci¨®n: que tengan claro cu¨¢ndo empieza una materia o una actividad; qu¨¦ es lo que tienen que hacer y de qu¨¦ forma van a ser evaluados: ¡°Una informaci¨®n que tenemos que ir gestionando de tal manera que les llegue adecuadamente, en tiempo y forma; que ellos puedan sentirse tranquilos sobre si est¨¢n haciendo lo que deben hacer, y como se espera que lo hagan. Que sientan que est¨¢n participando en unos objetivos comunes e importantes para ellos, y que siempre hay, al otro lado, una persona que est¨¢ preocup¨¢ndose por ellos¡±, explica Sangr¨¤. ¡°Es un aspecto muy importante relacionado con el estr¨¦s emocional, y que ha sido motivo recurrente de conversaci¨®n durante los meses de confinamiento¡±.

En segundo lugar, a?ade el catedr¨¢tico, es necesario darles pautas y orientaciones, pero siempre dejando margen a la flexibilidad; y, finalmente, destaca la presencia del docente, incluso ante su ausencia. ¡°Muchos docentes hemos cre¨ªdo, durante este periodo, que la ¨²nica forma de estar presentes es que vean nuestra imagen a trav¨¦s de la pantalla. Pero en los entornos virtuales, nosotros podemos estar conectados aunque no estemos f¨ªsicamente interactuando en un determinado momento: estamos presentes si, cuando alguien manda un mensaje, respondemos; estamos presentes si, cuando nos preguntan directamente, damos una respuesta en un periodo corto de tiempo; estamos presentes cuando, en un debate en un foro, participamos para reorientar la conversaci¨®n y el estudiante se da cuenta de que estamos ah¨ª¡±. Los entornos virtuales permiten crear comunidades de aprendizaje virtuales en las que los profesores son una presencia m¨¢s, eso s¨ª, muy importante, porque para ellos sigue siendo el referente.

¡°Por otro lado, tenemos que ayudar a las madres y a los padres a que entiendan que el que en un momento no se vea al profesor en una pantalla no significa que no est¨¦ haciendo su trabajo, sino que lo hace con mayor flexibilidad, tanto para ¨¦l como para los alumnos¡±, argumenta Sangr¨¤. Es decir, que puede estar ocup¨¢ndose en esos momentos de unos estudiantes que tienen una mayor dificultad, por ejemplo, mientras que otros est¨¢n avanzando porque ya han entendido muy bien lo que tienen que hacer. En definitiva ¨Cresume¨C, se trata de dise?ar programaciones que contemplen la formaci¨®n en los dos entornos, el presencial y el virtual, y de establecer los v¨ªnculos que permitan enlazar las actividades realizadas en ambos para que presencialidad y virtualidad se liguen de una forma fluida. ¡°Si los estudiantes no pueden asistir a los centros educativos, convendr¨¢ que los centros vayan a ellos¡±.

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