Lagarde: ¡°Somos m¨¢s optimistas que hace tres meses¡±
La subida de los precios y la recuperaci¨®n no hace cambiar de rumbo a la entidad, que ha decidido este jueves seguir con las compras de activos ¡°para evitar un endurecimiento de las condiciones de financiaci¨®n¡±
Optimismo, pero con cautela. El Banco Central Europeo ha revisado al alza este jueves sus previsiones econ¨®micas. Y la conclusi¨®n es que las cosas pintan algo mejor que hace tres meses: los pa¨ªses del euro crecer¨¢n este a?o un 4,6% y un 4,7% el siguiente ¡ªen marzo la entidad auguraba un crecimiento del 4% para 2021 y del 4,1% en 2022¡ª. Para 2023, mantiene el dato invariable en el 2,1%. El buen ritmo de la campa?a de vacunaci¨®n, que Fr¨¢ncfort espera sirva para relajar las restricciones en la segunda parte del a?o y profundizar as¨ª en la mejora del sector servicios, est¨¢ detr¨¢s del progreso. Las perspectivas escenifican la confianza en la fortaleza de la recuperaci¨®n por el esperado repunte de la demanda dom¨¦stica y global, pese a que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, cit¨® la presencia de las variantes del virus que van surgiendo como una de las sombras. Lagarde reconoci¨®, sin embargo, que hay signos de un fuerte rebote en el segundo trimestre. ¡°Somos m¨¢s optimistas en nuestras proyecciones que hace tres meses¡±, afirm¨®.
President Christine @Lagarde introduces the baseline GDP and inflation outlook for the euro area. pic.twitter.com/WaH5GmGNR3
— European Central Bank (@ecb) June 10, 2021
El BCE anunci¨® tambi¨¦n que mantendr¨¢ su ritmo de compra de activos intacto mientras espera que la recuperaci¨®n siga ganando tracci¨®n en el doble frente monetario y fiscal, con la econom¨ªa apoy¨¢ndose tambi¨¦n en la tantas veces pospuesta llegada de los fondos del plan de recuperaci¨®n europeo, ahora por fin ratificado por todos los Estados miembros. En la nota difundida por el BCE este jueves tras la reuni¨®n de su Consejo de Gobierno no hay ni rastro de la palabra tapering ¡ªque alude a la retirada gradual de est¨ªmulos¡ª, y quiz¨¢ el t¨¦rmino m¨¢s temido por los mercados ahora mismo, por el complicado juego de equilibrios que supone retirar las ayudas sin hacer descarrilar la recuperaci¨®n. La inquietud que genera llega hasta el punto de que algunos analistas incluso se refer¨ªan a ella como ¡°la palabra que empieza por T¡±, y en la v¨ªspera recomendaban al banco evitar pronunciarla y aplazar la discusi¨®n para m¨¢s adelante, para evitar as¨ª un impacto incierto en las Bolsas, las primas de riesgo y la cotizaci¨®n del euro.
¡°El Consejo de Gobierno seguir¨¢ efectuando compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) con una dotaci¨®n total de 1,85 billones de euros al menos hasta el final de marzo de 2022 y, en todo caso, hasta que considere que la fase de crisis del coronavirus ha terminado¡±, reza el texto, pr¨¢cticamente calcado al de marzo. Eso significa que las compras, pese a la incipiente recuperaci¨®n en marcha, continuar¨¢n a un ritmo ¡°significativamente m¨¢s elevado¡± que en el primer trimestre: ¡ªel BCE compr¨® alrededor de 80.000 millones de euros en deuda al mes en el segundo trimestre, frente a los 62.000 del anterior¡ª. La decisi¨®n, esperada por los mercados, apenas ha provocado cambios en las Bolsas e hizo revalorizarse ligeramente el euro frente al d¨®lar.
La entidad insiste en que no gastar¨¢ por completo ese programa de est¨ªmulo ¡°si las condiciones de financiaci¨®n favorables pueden mantenerse¡± con cantidades inferiores. Adem¨¢s, retrasa cualquier movimiento de los tipos de inter¨¦s hasta que la inflaci¨®n alcance ¡°una convergencia s¨®lida¡± con su objetivo, es decir, un nivel inferior, aunque pr¨®ximo, al 2%, y eso se refleje tambi¨¦n en la inflaci¨®n subyacente ¡ªque no tiene en cuenta los alimentos frescos ni los productos energ¨¦ticos por ser los m¨¢s vol¨¢tiles¡ª.
Inflaci¨®n coyuntural
Las presiones inflacionistas de las ¨²ltimas semanas no han hecho cambiar de opini¨®n al banco, que se aferra a la idea de que la subida de los precios ¡ªel IPC toc¨® el 2% en mayo, por encima del objetivo de la entidad¡ª, no es una tendencia, sino una cuesti¨®n temporal que se ir¨¢ desinflando, culpa de cambios como la vuelta a su nivel normal del IVA alem¨¢n, los cuellos de botella en las cadenas de suministro y sobre todo, el precio de la energ¨ªa. Aunque s¨ª le ha hecho rectificar sus previsiones sobre inflaci¨®n, que ahora son del 1,9% para este a?o (cuatro d¨¦cimas m¨¢s) y el 1,5% el siguiente (tres d¨¦cimas m¨¢s).
Las voces que reclaman un cambio de pol¨ªticas para hacer frente a la inflaci¨®n, sin embargo, son minoritarias. Incluso Olaf Scholz, ministro de Finanzas alem¨¢n, un pa¨ªs habitualmente beligerante con ese fen¨®meno econ¨®mico por el da?o que provoca a sus ahorradores, le ha restado importancia en las ¨²ltimas horas, utilizando el mismo arsenal argumental que el BCE, esto es, que despu¨¦s de meses de restricciones que causaron ca¨ªdas en los precios, es l¨®gico que suban cuando la econom¨ªa se recupera, pero tender¨¢ a la estabilizaci¨®n y no se trata de un problema que haya llegado para quedarse.
Los bancos centrales viven sumidos en un constante dilema. El miedo a pasarse, el miedo a quedarse cortos. Y algunos pa¨ªses ya han actuado: en abril, el banco central de Canad¨¢ retir¨® los est¨ªmulos de la era pand¨¦mica y se?al¨® que los tipos podr¨ªan comenzar a subir en 2022. Fue el primer pa¨ªs del G-7 en hacer algo as¨ª, pero otros estudian un camino parecido: el banco central noruego planea subirlos en el tercer o cuatro trimestre de este a?o. Y Nueva Zelanda y Corea del Sur han sugerido que en su agenda est¨¢ tomar medidas similares.
El ejemplo de Estados Unidos puede servir a Lagarde de contrapeso frente a los halcones que quieran tomar ese ejemplo, aunque hay quien advierte contra un exceso de seguidismo. La inflaci¨®n al otro lado del Atl¨¢ntico se situ¨® en mayo en el 5%, m¨¢s del doble que la de la zona euro. En plena expansi¨®n fiscal de la Administraci¨®n de Joe Biden ¡ªcheques a millones de ciudadanos incluidos¡ª, con los precios de la vivienda y los coches de segunda mano en pleno boom, la Reserva Federal no ha cambiado su discurso de que la subida de los precios ser¨¢ solo un mal temporal y no estructural, y mantiene las compras de bonos, pero se desconoce si la tolerancia a la inflaci¨®n est¨¢ cerca de rebasar el vaso, y no se descarta que la Fed comience a comunicar su estrategia de reducci¨®n gradual de est¨ªmulos en su simposio de Jackson Hole en agosto. Un nuevo frente puede a?adir le?a al fuego: la inflaci¨®n china ha despertado, y se teme que si repercute esa subida en los precios de las cuantiosas mercanc¨ªas y servicios que env¨ªa al exterior, Pek¨ªn sea tambi¨¦n, a partir de ahora, una exportadora de inflaci¨®n.
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