Buena onda en el sector exterior

Nos devanamos los sesos tratando de ver c¨®mo mejorar la competitividad de la econom¨ªa. Una receta f¨¢cil es potenciar lo que se ha mejorado. Incluso recordarlo, entre tanta autoflagelaci¨®n. Esta semana, Eurostat ha publicado los datos de comercio internacional de abril. Primero, las (pocas) malas noticias: Espa?a registr¨®, como ha sido la norma en las ¨²ltimas d¨¦cadas, un d¨¦ficit de balanza comercial en ese mes de 2.055 millones de euros. De enero a abril el d¨¦ficit fue 5.200 millones. En lo positivo, se confirma que la recuperaci¨®n toma cuerpo. Mejor noticia a¨²n es que tambi¨¦n lo hacen las exportaciones de bienes. Se aprecia un esfuerzo para reducir ese d¨¦ficit comercial. En los primeros meses del a?o, las exportaciones avanzaron un 16% (situ¨¢ndose en 101.100 millones de euros) mientras que las importaciones lo hicieron un 10% (alcanzando los 106.200).

Es en el comercio dentro de la UE donde parece que Espa?a hace mejor los deberes. Hay un super¨¢vit comercial porque exportamos (63.200 millones de euros) m¨¢s que importamos (61.000 millones). Fuera de la UE ¡ªes cierto que aqu¨ª aparece la factura de las importaciones energ¨¦ticas¡ª es donde deben redoblarse esfuerzos porque las exportaciones son de 37.900 millones frente a importaciones de 45.200 millones. En todos los casos, las exportaciones aumentan m¨¢s r¨¢pido. Gana enteros la hip¨®tesis de que podr¨ªa cerrarse el gap en un futuro pr¨®ximo. Algunos analistas sugieren que, incluso, hacia 2022 o 2023 podr¨ªa llegarse a un super¨¢vit de balanza comercial. Supondr¨ªa tener un sector exterior a¨²n no muy voluminoso pero equilibrado. Ser¨ªa una buena se?al cuando tenemos tantos desequilibrios ¡ªcuentas p¨²blicas, por ejemplo¡ª en la econom¨ªa espa?ola.

Surgen oportunidades ante la reapertura de las econom¨ªas del mundo tras la pandemia. Espa?a debe aprovechar la posible relajaci¨®n de las tensiones arancelarias. Reforzar exportaciones no solo donde tradicionalmente lo hace bien, aunque sean menos conocidos (productos qu¨ªmicos, medicamentos o bienes de equipo), sino donde tiene capacidad de liderar y, de hecho, es muy competitiva internacionalmente (c¨ªtricos, aceite de oliva, vino, porcino). Pol¨ªticas transversales ¡ªcomo la fiscalidad, debidamente alineados con socios y competidores¡ª tambi¨¦n deben emplearse para apuntalar la competitividad.

Desde la crisis financiera, Espa?a ha ganado cuota de mercado en comercio global. Algo se debe estar haciendo bien, pero hay dos puntos que considerar. Se precisa peso espec¨ªfico en los acuerdos y negociaciones internacionales, en particular con Asia. Vamos de la mano de la UE, pero tal vez a veces Espa?a deber¨ªa respaldar m¨¢s los sectores donde es fuerte por calidad y tecnolog¨ªa incorporada, como el agr¨ªcola.

Por otro lado, se deben potenciar las exportaciones de bienes donde Espa?a tiene capacidades en capital humano, pero poco desarrollo en patentes y, en general, intangibles. El mundo crece por ah¨ª. Sin esas capacidades, existir¨¢ un lastre en el sector exterior. En la puesta en pr¨¢ctica de los planes de ¡°luces largas¡± presentados recientemente, el Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia y el de Espa?a 2050, habr¨¢ que reforzar la concreci¨®n de las medidas que desean impulsar una mayor productividad y competitividad de la econom¨ªa espa?ola. Necesitamos m¨¢s pymes exportadoras que se conviertan en empresas m¨¢s grandes.