Vuelve la inflaci¨®n
Cuando es vol¨¢til, aumenta la incertidumbre de las empresas y contiene la inversi¨®n y la creaci¨®n de empleo
Desde la d¨¦cada de los a?os noventa los economistas habl¨¢bamos de la Gran Moderaci¨®n. Los bancos centrales hab¨ªan conseguido contener la inflaci¨®n de bienes y la econom¨ªa mundial crec¨ªa a tasas elevadas. En 2008 la quiebra de Lehman Brothers nos despert¨® de nuestra enso?aci¨®n con la Gran Recesi¨®n. Minusvaloramos la inflaci¨®n de activos y que todo el crecimiento anterior se hab¨ªa financiado con deuda. Los inversores se asustaron ante lo desconocido, los mercados financieros colapsaron y la econom¨ªa real se deshac¨ªa como un terr¨®n de az¨²car en el caf¨¦.
La crisis fue una lecci¨®n de humildad para los economistas por nuestro desconocimiento del fen¨®meno financiero. Ben Bernanke, sigui¨® el consejo de Irving Fisher y decidi¨® reflotar la deuda. Compr¨® activos financieros para inflar sus precios y consigui¨® que los balances financieros fueran de nuevo estables. El riesgo fue evitar la deflaci¨®n y los precios se mantuvieron contenidos durante la siguiente d¨¦cada.
La pandemia provoc¨® una crisis global igual de violenta pero de distinta naturaleza. Los bancos centrales aplicaron la misma receta de ¨¦xito en 2008. La ciencia ha permitido reducir la pandemia a la mitad de tiempo gracias a las vacunas. Y las pol¨ªticas econ¨®micas ultraexpansivas han provocado una recuperaci¨®n mucho m¨¢s intensa que en 2008. Las exportaciones mundiales cayeron menos en la crisis anterior y tardaron 33 meses en recuperar el nivel previo a la crisis. En 2020 se desplomaron en marzo y en abril, pero en abril de 2021 ya estaban un 10% por encima de los niveles anteriores a la pandemia.
La demanda va m¨¢s r¨¢pida que la producci¨®n y la inflaci¨®n ha vuelto. La m¨¢s evidente en los precios de las materias primas, especialmente excluyendo el petr¨®leo que hoy tienen sustitutivos m¨¢s baratos con el sol, el aire y el gas que no eran competitivos en la crisis inflacionista de los a?os setenta. Los escol¨¢sticos de mi querida universidad de Alcal¨¢ ya nos advirtieron de los peligros de la inflaci¨®n hace 500 a?os. Cuando es vol¨¢til, aumenta la incertidumbre de las empresas y contiene la inversi¨®n y la creaci¨®n de empleo. Pero sobre todo la inflaci¨®n es el impuesto m¨¢s injusto que ha inventado el ser humano que afecta especialmente a los m¨¢s pobres. Los mismos que piden que los bancos centrales sigan comprando deuda como si no hubiera ma?ana, piden sistemas de planificaci¨®n sovi¨¦tica de los precios de la luz o la vivienda. Pero todo en la vida no puede ser.
La din¨¢mica de inflaci¨®n es incipiente y estamos lejos a¨²n del riesgo de inflaci¨®n galopante, especialmente en Espa?a con la mayor tasa de desempleo juvenil del mundo. Tampoco en Europa, con una poblaci¨®n envejecida, como Jap¨®n. Pero los datos de EE UU ya empiezan a ser preocupantes. El contagio ya ha llegado a la inflaci¨®n subyacente que en los dos ¨²ltimos meses ha crecido a su tasa m¨¢s alta en d¨¦cadas.
El mercado de trabajo a¨²n tiene margen con la tasa de paro al 6% y la tasa de actividad m¨¢s baja que en 2008. Por eso el aumento de salarios de los ¨²ltimos meses ha aumentado la poblaci¨®n activa. Pero el Presidente Biden ya le ha dicho a los sindicatos que es la hora de subir los salarios. Y tras diez a?os congelados estar¨¢n muy motivados en hacerlo.
Antes de empezar a subir los tipos de inter¨¦s, toca decir cu¨¢ndo y c¨®mo va a empezar la Reserva Federal a reducir sus compras de deuda. Ya lo hizo en 2014 y provoc¨® una crisis financiera que les oblig¨® a rectificar. El miedo de los bancos centrales a los mercados es mucho mayor que el que muestran por la inflaci¨®n. El problema es que la deuda y la inflaci¨®n de activos es mucho mayor que en 2008 y la reacci¨®n de los inversores es igual de impredecible que los huracanes.
Espa?a es uno de los pa¨ªses con mayor deuda p¨²blica del mundo y necesitamos emitir el 25% del PIB en deuda p¨²blica cada a?o para pagar las pensiones y el sueldo de los funcionarios. Esta es nuestra gran vulnerabilidad, muy superior a la de 2012 cuando tuvimos que pedir un rescate internacional. Y ning¨²n partido pol¨ªtico, ni los sindicatos ni la patronal parece recordarlo. Veremos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.