La madera se sube a una monta?a rusa

Los ¨¢rboles han dejado de dar grandes sumas de dinero. Al menos, por ahora. El precio de la madera en el mercado estadounidense ha comenzado a perder fuerza despu¨¦s de haber llegado, en la primavera pasada, a cotas nunca antes vistas. Un baile desacompasado entre la oferta y la demanda llev¨® a la materia prima a una remontada que parec¨ªa no tener fin. En tan solo un a?o, la cotizaci¨®n de los futuros se multiplic¨® por m¨¢s de 4,5 veces. Una ola de reformas y un nuevo auge inmobiliario en la primera econom¨ªa del mundo avivaron el hambre por este material. Pero del otro lado, en la producci¨®n, los aserraderos ¡ªan¨¦micos desde la crisis financiera de 2008 y golpeados por la pandemia¡ª apenas daban abasto con los pedidos.

¡°La demanda se vio impulsada por el aumento de la tendencia a trabajar desde casa; la gente busc¨® m¨¢s espacio, hizo mejoras en la vivienda o compr¨® nuevas¡±, afirma Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro. Pero cuando estall¨® la pandemia, los aserraderos dif¨ªcilmente vieron la crisis como una oportunidad, as¨ª que recortaron la producci¨®n ante el temor de una crisis inmobiliaria. Las cifras de viviendas iniciadas cayeron m¨¢s de un 30% en abril de 2020, cuando EE UU se convirti¨® en el pa¨ªs con el mayor n¨²mero de muertes atribuidas a la covid-19 y sumaba m¨¢s de 22 millones de ciudadanos a las listas del paro. La recuperaci¨®n, sin embargo, lleg¨® pronto.

En junio las viviendas iniciadas estaban en los mismos niveles que a finales de 2019. ¡°Los aserraderos lucharon por aumentar la producci¨®n r¨¢pidamente, pero no lo lograron¡±, comenta Dustin Jalbert, economista experto en el mercado de la madera en Fastmarkets RISI, una consultora estadounidense. El problema fue en gran medida la escasez de mano de obra, ya que los empleados tardaron en volver al trabajo ante el aumento de contagios, a?ade el experto. La combinaci¨®n de todos estos factores hizo que los precios se sumergieran en una monta?a rusa. En agosto del a?o pasado, los futuros de la madera subieron un 131% hasta llegar a los 831 d¨®lares (unos 702 euros, al tipo de cambio actual) por 1.000 pies tablares. En oto?o, los contratos de futuros de la madera, que se negocian en el Chicago Mercantile Exchange desde 1969, dieron un leve respiro para despu¨¦s dar paso a una escala sin precedentes.

En abril de este a?o super¨® los 1.000 d¨®lares y para principios de mayo ya estaba en 1.670 d¨®lares, un 357% m¨¢s alto que en el mismo mes de 2020. Es el aumento m¨¢s r¨¢pido desde el auge de la vivienda posterior a la II Guerra Mundial, seg¨²n Wells Fargo. Y el repunte ha trastocado los precios en Europa. ¡°Nos arrastr¨® por completo¡±, dice Almudena Garc¨ªa, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola del Comercio e Industria de la Madera (AEIM). La demanda de madera no solo de EE UU sino tambi¨¦n de Asia ha animado al mercado en el Viejo Continente. ¡°Los precios est¨¢n un 100% m¨¢s altos que el a?o pasado¡±, abunda. Los aserraderos de Suecia, el principal productor de este lado del Atl¨¢ntico, est¨¢n trabajando a un ritmo r¨¦cord. ¡°La demanda es importante. Los inventarios de madera aserrada est¨¢n en los niveles m¨¢s bajos en 20 a?os y est¨¢n pr¨¢cticamente vac¨ªos a pesar de la alta producci¨®n¡±, destaca Christian Nielsen, analista de mercado de Swedish Wood. ¡°Las importaciones de madera de la UE a EE UU se triplicaron en 2020 frente a 2019 hasta alcanzar un m¨¢ximo hist¨®rico¡±, agrega Laidler.

¡°El r¨¢pido y brusco aumento de los precios [en EE UU] fue la culminaci¨®n de a?os de recortes en la producci¨®n de madera¡±, asegura Brian Leonard, analista de madera de RCM Alternatives, consultora de materias primas. Pero tambi¨¦n fue consecuencia de un bum inesperado en el mercado inmobiliario. El volumen total de ventas ya existentes en 2020 fue el m¨¢s alto desde 2006, antes de la Gran Recesi¨®n, seg¨²n la Asociaci¨®n Nacional de Agentes Inmobiliarios de ese pa¨ªs. Parte de ese efecto fue impulsado por tasas hipotecarias hist¨®ricamente bajas que se han beneficiado de los tipos de inter¨¦s que est¨¢n en m¨ªnimos. La Reserva Federal los mantiene entre el 0% y el 0,25% desde marzo del a?o pasado, y no se prev¨¦ que los cambie hasta finales de 2023. Ello ha derivado en una fuerte demanda, principalmente de los mileniales (una poblaci¨®n entre los 25 y 40 a?os que sumaba 72,1 millones de personas en EE UU en 2019), que ingresan en sus mejores a?os de compra de viviendas, explica Jalbert.

Hoy, los futuros de la madera navegan entre los 700 y los 800 d¨®lares por 1.000 pies tablares. Tan solo en junio han perdido m¨¢s de un 40%, su peor ca¨ªda en un mes desde 1978. Pero la cotizaci¨®n a¨²n sigue por las nubes respecto al promedio de 400 d¨®lares que tuvo entre 2009 y 2019. Los precios han ca¨ªdo en picado en parte debido a un aumento de la producci¨®n en los aproximadamente 3.000 aserraderos estadounidenses. Desde mayo de este a?o, los clientes empezaron a quejarse de los altos precios y se han negado a pagarlos, dice Keta Kosman, editora del Madison¡¯s Lumber Reporter, una publicaci¨®n canadiense de referencia en el mercado. ¡°Para entonces, el equilibrio entre oferta y demanda se corrigi¨® un poco¡±, a?ade.

Efecto estacional

El efecto tambi¨¦n es estacional. Normalmente, a mediados de mayo los grandes constructores de viviendas, los contratistas y los minoristas ya han pedido y recibido la madera que necesitan para el verano. Entonces, los precios comienzan a bajar, explica Kosman. Regularmente, la cotizaci¨®n oscila entre 5 y 10 d¨®lares. ¡°Si los futuros cambian 25 d¨®lares en una semana es bastante digno de destacar. Pero estas ¨²ltimas semanas han descendido unos 150 d¨®lares por semana, lo que realmente es un evento sin precedentes¡±, resalt¨® la experta. ¡°El precio caer¨¢ a¨²n m¨¢s en los pr¨®ximos meses a medida que los aserraderos aumenten la producci¨®n, aunque se espera que la demanda se mantenga fuerte¡±, seg¨²n un an¨¢lisis de Capital Economics.

La industria ya se ha puesto manos a la obra. El mes pasado, West Fraser Timber, el mayor productor del mundo, anunci¨® que ampliar¨¢ la capacidad de cinco aserraderos; para ello invertir¨¢ 150 millones de d¨®lares. Mientras que su competencia, Canfor, desembolsar¨¢ 160 millones de d¨®lares en la construcci¨®n de una nueva instalaci¨®n en Luisiana, al sur de ese pa¨ªs. Los futuros, sin embargo, se mantendr¨¢n vol¨¢tiles. ¡°Las condiciones de la demanda, aunque se hayan enfriado, seguir¨¢n siendo s¨®lidas en comparaci¨®n con los niveles anteriores a la pandemia¡±, concluye Jalbert. El frenes¨ª en el mercado a¨²n no termina.