Acampar a todo lujo como un rey de Samarcanda
La empresa Teacampa prev¨¦ facturar un mill¨®n de euros con la fabricaci¨®n y gesti¨®n de tiendas de camping premium
¡°Les mostraron muchas tiendas y sombras ricas de muchas maneras de pa?o y de seda, y de otros pa?os (¡) que eran maravillosas de ver, que por todas partes que hombre fuese, ve¨ªa asaz hermosas tiendas¡±. De los muchos prodigios que vio ¡ªy describi¨®¡ª en Samarcanda (en la actual Uzbekist¨¢n), el embajador castellano Ruy Gonz¨¢lez de Clavijo, no se ahorr¨® adjetivos para calificar las lujosas yurtas que, en 1404, usaba la corte del conquistador Tamerl¨¢n. El glamping o camping de lujo dista mucho de ser un descubrimiento reciente, pero uno no puede evitar sentirse como aquel viajero de Embajada a la corte de Tamorl¨¢n cuando, 617 a?os despu¨¦s de su famosa aventura, entra en una tienda de campa?a de dos plantas y 4,8 metros de altura. Solo que esto es Chiclana de la Frontera y no Samarcanda. Y que aqu¨ª no hay reyes ni guerreros en ruta, sino una empresa, Teacampa, que no para de crecer al albur de una t¨¦cnica milenaria.
A Jos¨¦ P¨¦rez le entr¨® ansiedad cuando, arrollado por la crisis de 2008, decidi¨® dejar atr¨¢s su trayectoria como arquitecto de interiores y decorador de espacios comerciales en Madrid y regres¨® a su C¨¢diz natal para reiniciar su vida laboral. ¡°?Qu¨¦ hago aqu¨ª, si no hay trabajo?¡±, se pregunt¨®. La respuesta la encontr¨® en la fusi¨®n ¡°del turismo de la zona con la construcci¨®n y el dise?o¡±, como ¨¦l mismo se contesta. P¨¦rez y su socio, Alberto Gallardo, conceptualizaron la idea en Teacampa, una de las pocas empresas de Espa?a capaz de dise?ar, fabricar y explotar por sus propios medios tiendas de glamping fabricadas de forma artesanal y con materiales naturales.
Aquel salto lleg¨® en febrero de 2019, cuando constituyeron una sociedad limitada a la que, poco despu¨¦s, se sumaron Susana P¨¦rez y Santiago Lazcano. Ni siquiera hab¨ªan terminado de arrancar cuando la pandemia les llev¨® a pasar ¡°dificultades extremas¡±, como reconoce P¨¦rez. ¡°Nos ha hecho da?o porque la gente ha parado sus inversiones¡±, abunda el CEO de la empresa. Pero los chiclaneros pronto se dieron cuenta de que, tras meses encerrados en pisos y terrazas, sus potenciales clientes ten¨ªan ganas de estar al aire libre. ¡°Vimos que nuestro perfil no es el campista. Es gente que va a hoteles, pero que quiere naturaleza¡±, apunta Jos¨¦ P¨¦rez. La idea funcionaba.
Tanto como para crear una peque?a revoluci¨®n en Chiclana, localidad muy ligada a la construcci¨®n que sufri¨® con fuerza la fiereza de la crisis del sector de 2009. Para levantar una de las siete tiendas de lujo ¡ªcada una con el nombre de un bosque gaditano¡ª que oferta la empresa hacen falta de dos a tres semanas de trabajo artesanal. Y muchas manos: la compa?¨ªa ya cuenta con 25 trabajadores que faenan en cuatro naves que pronto se les quedar¨¢n peque?as. ¡°Estamos dando mucho trabajo local a talleres textiles o carpinteros¡±, apunta P¨¦rez. Los n¨²meros parecen darles la raz¨®n. Cerraron 2020 con una facturaci¨®n de 200.000 euros (de los cuales, 30.000 fueron beneficios que revirtieron), pero en lo que va de 2021 ya llevan 600.000 euros de ingresos, ¡°con la previsi¨®n de llegar al mill¨®n de euros a final de a?o¡±, seg¨²n puntualiza Gallardo.
Las espigadas cubiertas de las tiendas fulguran desde la distancia en el showroom que la firma tiene en la carretera de Las Lagunas de Chiclana. El interior no se queda atr¨¢s en espectacularidad. ¡°Son un 60% de madera, un 30 de cristal y un 10 de textil¡±, cuantifica el gerente de la firma. La ecuaci¨®n resultante da como resultado una construcci¨®n de hasta 45 metros cuadrados interiores y diez exteriores, con m¨®dulos acoplables de cocina y cuartos de ba?o donde el dise?o se cuida hasta en los muebles, tambi¨¦n ideados por la firma. Como le pas¨® a Clavijo, maravillado por tanto fest¨ªn de detalles, cuesta trabajo creer que todo el despliegue es, en verdad, un bien mueble que cuesta entre 9.000 y 25.000 euros, dependiendo del modelo y la adaptaci¨®n que se le haga.
Teacampa est¨¢ especializado en dos tipos de clientes: el particular que desea colocar una de sus tiendas en un terreno suyo para su disfrute o para alquilar y los campings. Para los primeros resultan atractivas en aquellas parcelas en las que est¨¢ prohibido edificar (aunque su uso depende de la normativa local). Para los segundos, son tentadoras m¨¢s all¨¢ del lujo, ya que la Consejer¨ªa de Turismo de la Junta de Andaluc¨ªa considera sus creaciones construcciones no fijas, por lo que permiten aumentar el n¨²mero de alojamientos estables en un establecimiento, m¨¢s all¨¢ de los bungalows (que s¨ª son fijos).
El potencial de ese planteamiento hizo a P¨¦rez y a los suyos echar la vista atr¨¢s y recuperar una de las ideas primigenias de su proyecto, impl¨ªcita hasta en el nombre: ¡°Quer¨ªamos ver acampar a nuestros clientes¡±. En el verano de 2020, comenzaron a gestionar por s¨ª mismos una zona del camping La Paloma, en Tarifa. Ya est¨¢n inmersos en negociaciones con grupos inversores para crear proyectos externos con los que expandirse y se han puesto de meta desembarcar con explotaciones de acampada con la firma Teacampa en Huelva, Granada o el sur de Portugal para el verano de 2022. A fin de cuentas, tan solo necesitan los tres d¨ªas de montaje para extender el lujo all¨¢ donde se lo propongan.
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