Celonis cuadruplica su valor
En su ¨²ltima ronda de financiaci¨®n, la firma emergente alemana de software levanta 1.000 millones de d¨®lares y ya alcanza los 11.100 millones de valoraci¨®n
El sol madrile?o se refleja sobre la sede de la Castellana de ?BBVA, la obra maestra del arquitecto S¨¢enz de Oiza. Con vistas a ese deslumbrante edificio ¡ªen las oficinas de WeWork¡ª, donde Celonis, la compa?¨ªa emergente de software, tiene alquiladas varias plantas, es igual que trabajar leyendo las ense?anzas de un libro de historia. WeWork alcanz¨® el para¨ªso de Dante y descendi¨® al purgatorio. Una lecci¨®n para cualquier start-up.
Alexander Rinke (M¨²nich, 1989), coconsejero delegado de Celonis, entra con un caf¨¦ en vaso de papel, una mochila de cuero y el ordenador. Durante la entrevista repetir¨¢ varias veces sus a?os: 32. Una muestra de talento precoz y el riesgo que lleva asociado la juventud. Parece que estuviera pensando: ¡°Si me equivoco, es porque soy muy joven¡±.
A trav¨¦s de los datos, Celonis identifica las ineficiencias (process mining, lo llaman) de las compa?¨ªas en cualquiera de sus procesos y los corrige. Detr¨¢s hay un algoritmo y sofisticadas matem¨¢ticas. Una especie de ¡°rayos X¡±. ¡°No monitorizamos personas, sino departamentos y procesos, aclara Rinke; ¡°no se se?ala a nadie con el dedo¡±. Esta mezcla de n¨²meros y visi¨®n ha entusiasmado a los inversores. A principios de junio levantaba la enorme cantidad de 1.000 millones de d¨®lares, que daba a la compa?¨ªa una valoraci¨®n de 11.100 millones (unos 9.350 millones de euros). El mayor valor de una empresa emergente tecnol¨®gica en Nueva York y Alemania, en parte porque Auto1 y ?UiPath han debutado en Bolsa hace unos meses.
Una cifra inmensa, sobre todo si se piensa que en la ¨²ltima ronda, en noviembre de 2019, consiguieron 290 millones de d¨®lares. ¡°Nuestra idea era obtener 500 millones, pero hab¨ªa tanto inter¨¦s que aumentamos la entrada¡±, justifica Rinke. Detr¨¢s est¨¢n los ¡°socios de siempre¡±. Los tres fundadores (Rinke, Bastian Nominacher y el jefe tecnol¨®gico, Martin Klenk) mantienen la mayor¨ªa. Junto a ellos: fondos de inversi¨®n, planes de pensiones, emprendedores. Durable Capital Partners, T. Rowe Price Associates, Franklin Templeton, Splunk Ventures, Arena Holdings y empresarios bien conocidos de la nube como Tooey Courtemanche y Ryan Smith.
La firma la fundaron en 2011 tres estudiantes alemanes. Rinke se sentaba en las aulas de la Universidad Tecnol¨®gica de M¨²nich. Ten¨ªa 22 a?os. Mientras los tres amigos hac¨ªan pr¨¢cticas en la emisora regional Bayerischer Rundfunk vieron c¨®mo el an¨¢lisis de datos pod¨ªa mejorar la atenci¨®n de la l¨ªnea telef¨®nica. Una inversi¨®n inicial de unos 15.000 euros y ya estaba en marcha Celonis. Atravesaron las dificultades de todo innovador. ¡°Estuvimos a punto de quebrar porque contratamos al equipo de ventas equivocado¡±, recuerda Rinke. Recuerda a Apple. ¡°Pero tuvimos suerte: est¨¢bamos en el momento adecuado con el producto preciso y ten¨ªamos la ambici¨®n: el cambio hacia la digitalizaci¨®n. Durante ocho a?os tuvimos que ir a buscar a los clientes y convencerlos. Ahora acuden a nosotros y nos preguntan c¨®mo podemos ayudarlos a transformarse. Es algo m¨¢gico¡±, narra. Son gigantes como Uber, Vodafone, BMV, Coca-Cola, Siemens, Lufthansa.
Pero todas las compa?¨ªas que manejan estos niveles de datos tienen un conflicto ¨¦tico. El espacio que deja al hombre. ¡°Actualmente, las decisiones finales las ejecutan las personas, es lo que llamamos el ¡®bucle humano¡¯, pero hay algunos casos tan claros que no son necesarias. Dir¨ªa que un 80% de los dict¨¢menes los toman los directivos y el 20% recae en los datos, que act¨²an de manera independiente¡±, detalla Rinke. La narrativa es conocida. Los ¡°n¨²meros¡±, en principio, no prejuzgan, son justos, equitativos y hacen que las empresas operen mejor. Transparencia. Es el ADN de la ambici¨®n de una organizaci¨®n que crece a un ritmo anual de triple d¨ªgito, tiene m¨¢s de 2.000 usuarios, 1.400 trabajadores y que solo el a?o pasado abri¨® oficinas en Madrid, Par¨ªs, Mil¨¢n, Copenhague, India, Estocolmo y Toronto, y cuyas sedes centrales viajan entre M¨²nich y Nueva York.
Rinke cuenta que particip¨® en un encuentro con el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida. Hablaron de tecnolog¨ªa y de los fondos europeos. ¡°Es una oportunidad ¨²nica en la vida, se trata de una gran cantidad de dinero, y en Espa?a y el Viejo Continente hay mucho talento. Hasta ahora la innovaci¨®n era china o estadounidense¡±. Esto debe cambiar.
Si tuviera que escoger solo una viga maestra de su estructura, Celonis elegir¨ªa ¡°la cultura¡±. Implicaci¨®n, entusiasmo, pasi¨®n, transparencia. ¡°Somos un lienzo en blanco para quien quiera pintar. Eso s¨ª, solo seleccionamos a los mejores entre los mejores; el mejor equipo gana¡±, zanja. Uno de esos ¡°delanteros tecnol¨®gicos¡±, reci¨¦n fichado, es Carlos Kirjner, antiguo responsable del negocio de publicidad digital de Google y quien podr¨ªa guiar la futura salida a Bolsa de la compa?¨ªa. ¡°Hay un deseo real, lo estamos viendo, de brillantes profesionales de abandonar las grandes tecnol¨®gicas y sus resquicios morales y formar parte de empresas que tienen un prop¨®sito claro con sus grupos de inter¨¦s¡±, asume. En 10 a?os, quieren ¡°aportar¡± un bill¨®n de d¨®lares a sus clientes, conseguir que 10.000 compa?¨ªas sean neutras en carbono gracias a su software y crear una comunidad de 10 millones de usuarios.
Lo que lleva prendido esta generaci¨®n del milenio de empresarios es el valor de la sostenibilidad y la humildad para saber que las cosas jam¨¢s son como empiezan. ¡°Si tenemos la cultura y los valores adecuados, vamos a superar cualquier desaf¨ªo; si no, fracasaremos¡±.
El destino de una inversi¨®n r¨¦cord
Qu¨¦ hacer cuando los inversores aportan 1.000 millones de d¨®lares a una empresa de an¨¢lisis de datos. Qu¨¦ har¨¢ Celonis. El destino es m¨¢s I+D, recolectar un mayor volumen de informaci¨®n de sus clientes, reducir la huella de carbono de las compa?¨ªas, mejorar los procesos de negocio y adquirir organizaciones que puedan encajar con la firma alemana. Y, desde luego, ir a m¨¢s geograf¨ªas. Un mapa de sue?os o una cartograf¨ªa de realidades. ¡°La mejor forma de conocer el futuro es so?arlo y crearlo¡±, anticipa Alexander Rinke, coconsejero delegado de Celonis. Y a?ade: ¡°Hemos tenido uno de los crecimientos m¨¢s r¨¢pidos de una compa?¨ªa de software en la historia; pero hay que ser modestos¡±, concluye. La revista Forbes les calcula unos ingresos de 400 millones de d¨®lares este a?o.
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