La subida de la luz y los combustibles dispara la inflaci¨®n al 4%, su cota m¨¢s alta en 13 a?os
El ?ndice de Precios al Consumo subi¨® en septiembre por s¨¦ptimo mes consecutivo
Los precios subieron en septiembre un 4% respecto al a?o pasado, su mayor repunte desde el mismo mes de 2008, en plena crisis financiera. El dato preliminar, dado a conocer este mi¨¦rcoles por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), profundiza en la tendencia iniciada en marzo de este a?o: tras discurrir los ¨²ltimos nueve meses de 2020 en negativo por el hundimiento de la demanda, la inflaci¨®n ha dado un vuelco y acumula ya siete meses consecutivos de subida a lomos de la recuperaci¨®n del consumo, la escasez de algunos suministros y la subida del precio de la luz y los combustibles.
Las din¨¢micas de acci¨®n y reacci¨®n auspiciadas por la pandemia llevan a?o y medio alborotando la econom¨ªa. El desplome de la actividad por los confinamientos ha ido seguido de un fuerte rebote, y esa misma l¨®gica se ha trasladado a los precios, anta?o deprimidos y ahora desatados. En la ecuaci¨®n que lo ha hecho posible se confunden factores internos y externos. Los m¨¢s evidentes son el alza de los carburantes y la sucesi¨®n de m¨¢ximos hist¨®ricos del precio de la electricidad, que parece no tener techo. Este mi¨¦rcoles alcanzar¨¢ cotas nunca vistas, con el precio mayorista desbocado en 189,9 euros por megavatio/hora. El INE tambi¨¦n se?ala que los precios de los paquetes tur¨ªsticos bajaron m¨¢s en septiembre de 2020 que este a?o, cuando han conseguido mantener mejor el tipo gracias a las menores restricciones.
Si se compara con el mes anterior, la inflaci¨®n subi¨® ocho d¨¦cimas, una aceleraci¨®n respecto a agosto, y su mayor alza desde abril, mientras que la inflaci¨®n subyacente, que no tiene en cuenta los precios de la energ¨ªa y de los alimentos frescos ¨Dlos elementos m¨¢s vol¨¢tiles¨D, avanz¨® un 1% anual. Ese dato es fundamental para algunos analistas. Jos¨¦ Ignacio Conde-Ruiz, subdirector de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea) cree que ¡°hace pensar que las subidas no van a ser elevadas de forma estructural¡±.
El auge de los precios amenaza con avivar el debate sobre el encarecimiento del coste de la vida y la consiguiente p¨¦rdida de poder adquisitivo. En la discusi¨®n confluyen variables sobre las que el Gobierno poco puede hacer, como los cuellos de botella que llevan meses alterando las cadenas de suministro y los precios disparados del petr¨®leo ¡ªen m¨¢ximos de casi tres a?os¡ª, el gas natural y los derechos de CO? ¡ªdependientes todas ellas de los mercados internacionales¡ª. Tambi¨¦n otras materias en las que el Ejecutivo s¨ª tiene capacidad de intervenci¨®n para suavizar el golpe. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha advertido de una ¡°segunda tanda¡± de efectos negativos dependiendo de las subidas salariales, en particular de los funcionarios, que en varios pa¨ªses de la UE tienen sus sueldos vinculados a la inflaci¨®n. Entran en juego, adem¨¢s, los impuestos, la cuant¨ªa del salario m¨ªnimo o las pensiones, que son ¨¢reas delicadas por sus implicaciones sobre la sostenibilidad futura de las finanzas p¨²blicas, la competitividad de las empresas o el riesgo de alentar un c¨ªrculo vicioso inflacionista si las n¨®minas crecen m¨¢s de la cuenta.
Economistas y bancos centrales insisten en que, en este caso, la inflaci¨®n es una enfermedad pasajera. Detr¨¢s est¨¢ el efecto comparaci¨®n con el ejercicio pasado, cuando la pandemia golpe¨® con especial virulencia y el mercado laboral todav¨ªa estaba muy lejos de recuperarse de los estragos causados por el virus. A ello se ha unido el desembalse de parte del ahorro acumulado por los hogares, el encarecimiento de los contenedores que trasladan mercanc¨ªas en buques y sobre todo, el citado repunte de los costes energ¨¦ticos. Sin embargo, en cuesti¨®n de meses la historia puede ser muy distinta. As¨ª lo cree ?ngel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics. ¡°En alg¨²n momento del a?o que viene los precios de la energ¨ªa probablemente van a moderarse; por lo tanto, en t¨¦rminos de inflaci¨®n van a pasar de sumar a restar, y es por eso que a¨²n considero que la subida de inflaci¨®n es mayormente transitoria y que en 2022 ser¨¢ m¨¢s baja¡±, explica.
Talavera percibe dos grandes riesgos: la posibilidad de que no todos los precios caigan lo mismo que han subido, lo cual supondr¨ªa la continuidad de un cierto impacto en la renta de las familias y los m¨¢rgenes de las empresas. Y en segundo lugar, la hip¨®tesis de que las compa?¨ªas empiecen a trasladar los incrementos de precios a la factura final y los salarios suban mucho retroalimentando el alza de precios. ¡°Es ah¨ª cuando la inflaci¨®n se puede mantener alta de manera m¨¢s permanente, pero ahora mismo en Espa?a creo que ese riesgo sigue siendo limitado¡±, opina. Esa advertencia no es aislada; la economista jefa de la OCDE, Laurence Boone, tambi¨¦n la expres¨® recientemente en una entrevista con este diario.
La elevada inflaci¨®n no es exclusiva de Espa?a, ni siquiera de Europa. Este martes, las Bolsas mundiales sufrieron uno de sus mayores batacazos del a?o por el temor a una inflaci¨®n prolongada. En agosto toc¨® el 3,9% en Alemania, la locomotora europea, un pa¨ªs cuyas ¨¦lites han demostrado de sobra su alergia a una inflaci¨®n descontrolada. Y el Bundesbank dijo este lunes que no descarta ver tasas de entre el 4% y el 5% antes de final de a?o.
Presiones a los bancos centrales
Cifras as¨ª pueden hacer crecer las presiones sobre los dos grandes bancos centrales. Aunque Lagarde y su hom¨®logo de la Reserva Federal, Jerome Powell, han repetido hasta la saciedad que es probable que la inflaci¨®n siga alta unos meses antes de moderarse. Fr¨¢ncfort espera que la inflaci¨®n en la zona euro baje al 1,7% en 2022 y prolongue su descenso al 1,5% en 2023. Mientras que Powell ha reconocido esta semana que la presi¨®n sobre los precios est¨¢ siendo mayor y m¨¢s duradera de lo que preve¨ªa en un principio. Conde-Ruiz sostiene que si los bancos centrales mantienen intacta su postura sobre la temporalidad del fen¨®meno, todo ir¨¢ bien, pero uno de los riesgos es que atisben que la subida de precios pueda ser algo m¨¢s estructural por la indexaci¨®n de precios y transferencias como el alquiler a la inflaci¨®n. ¡°Eso puede llevar a un cambio m¨¢s radical en la pol¨ªtica monetaria, lo cual tendr¨ªa efectos importantes en la recuperaci¨®n¡±.
Una nueva piedra en el zapato se ha sumado en los ¨²ltimos d¨ªas a la riada de problemas: los cortes en el suministro el¨¦ctrico en China, propiciados por la falta de carb¨®n, los estrictos objetivos de emisiones contaminantes del Gobierno, y la fuerte demanda, est¨¢n obligando a parar la producci¨®n de muchas de sus f¨¢bricas, entre ellas las de algunos proveedores de Apple y Tesla, lo cual amenaza con empeorar la escasez de ciertos productos, que suben de precio al haber m¨¢s demanda que oferta.
Los analistas del banco suizo Julius Baer f¨ªan a algo tan simple pero a la vez tan imprevisible como la meteorolog¨ªa buena parte de las esperanzas de salir del atolladero, aunque sin excesivo optimismo. ¡°Un oto?o con viento y lluvias podr¨ªa cambiar r¨¢pidamente la suerte. Dicho esto, lo contrario agravar¨ªa los riesgos para el suministro de energ¨ªa¡±.
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