El seguro de decesos crece con la pandemia

El funeral propio no es un tema de conversaci¨®n agradable. Pero despu¨¦s de haber soportado una traum¨¢tica pandemia, que sigue matando, con unas cifras oficiales de casi 90.000 fallecidos, el asunto ha pasado a un primer plano. En la sociedad se ha reavivado el temor a la muerte, y con ¨¦l, a los gastos importantes que supone un sepelio (cifrado en unos 3.700 euros de media aunque es superior en las grandes capitales).

El hecho es que, pese a la crisis, hasta septiembre pasado la facturaci¨®n del seguro de decesos, que es como se denomina en el sector, ha elevado su facturaci¨®n un 4% sobre el mismo periodo de 2020. Con las cifras de cierre de ese a?o, hay 22.083.286 espa?oles tienen contratado este seguro, lo que supone el 46,6% de la poblaci¨®n. Son dos millones m¨¢s que en 2012.

La aseguradora l¨ªder del mercado, Santaluc¨ªa, considera que el incremento de este a?o ¡°s¨ª est¨¢ relacionado con la pandemia; es probable que este crecimiento se vea reforzado por la concienciaci¨®n de la sociedad sobre la necesidad de contar con un seguro de decesos y se acent¨²a ante una situaci¨®n tan traum¨¢tica como la que hemos vivido¡±, indican Alfredo Santos, director de Seguros Personales e Israel Bartolom¨¦, gerente de Desarrollo de Productos, ambos de Santaluc¨ªa. Esta compa?¨ªa tiene una cuota de mercado del 29,6% seg¨²n el ranking oficial, con 6,25 millones de asegurados a septiembre de 2021.

Desde Mapfre, la tercera compa?¨ªa del sector, coinciden en que el mayor empuje de este tipo de seguro, que lo cifran en medio punto porcentual, ¡°muy probablemente sea fruto de una sensaci¨®n de mayor necesidad¡± tras la llegada de la covid-19.

Un seguro para el borrado de datos digitales

En las tablas reci¨¦n publicadas por la patronal del sector, Unespa, aparece que m¨¢s de un 40% de los j¨®venes de 20 a 35 a?os (incluso m¨¢s j¨®venes) lo tienen contratado. Aunque el nivel de aseguramiento es creciente con la edad ¡ªalcanzando una cota m¨¢xima de en torno al 60% entre las personas de entre 75 y 79 a?os¡ª, es sorprendente el porcentaje de j¨®venes que cuentan con ¨¦l. Desde Santaluc¨ªa apuntan a dos elementos que influyen en este hecho: ¡°En primer lugar, el car¨¢cter familiar de este tipo de seguro y, en segundo lugar, la propia naturaleza de estos seguros, que van m¨¢s all¨¢ de la mera cobertura del sepelio, incluyendo servicios de inter¨¦s para todos los grupos de edad¡±.

En su opini¨®n, estas p¨®lizas tienen un car¨¢cter ¡°de protecci¨®n familiar, por lo que, generalmente, incorporan a todos los miembros de la unidad familiar, incluidos los j¨®venes, debido a la preocupaci¨®n de los padres m¨¢s que por la de ellos mismos¡±. La segunda compa?¨ªa del sector, Ocaso, tiene una opini¨®n similar y a?ade que ¡°los asegurados j¨®venes valoran positivamente el seguro de decesos y muy en especial ciertas coberturas complementarias como el borrado de la huella digital, el soporte legal y fiscal o el apoyo psicol¨®gico¡±.

Desde la patronal Unespa insisten en el car¨¢cter familiar de esta p¨®liza y recuerdan que han incorporado facetas como el testamento notarial, el testamento vital o labores digitales como la recuperaci¨®n de archivos en la nube y cierre de cuentas en redes sociales, correos electr¨®nicos, foros, etc.), lo que le convierte en un seguro atractivo para personas de todas las edades¡±.

Las dos Espa?as de este seguro

Otro de los aspectos llamativos es su dispar penetraci¨®n en Espa?a. Su extensi¨®n arranca por los horrores que se vivieron en la Guerra Civil, donde en muchos casos no hubo un lugar apropiado para el enterramiento. Seg¨²n las estad¨ªsticas del sector, hay un mapa diferente de Madrid hacia arriba, donde son escasas las contrataciones, y del centro para abajo, donde el porcentaje de poblaci¨®n asegurada supera el 70%. Las provincias donde tiene una mayor aceptaci¨®n son C¨¢diz, ?vila, Badajoz y Ciudad Real. En cada uno de estos territorios, siete de cada 10 ciudadanos tienen su entierro asegurado. Los lugares donde la gente es menos propensa a asegurar su adi¨®s definitivo son Huesca, Baleares y Teruel.

?Por qu¨¦ esta diferencia? ?Es un tema cultural? Desde Santaluc¨ªa estiman que el seguro de Decesos ¡°est¨¢ muy arraigado en la cultura espa?ola y est¨¢ muy sujeto a los usos y costumbres locales de aquellas zonas donde se le da m¨¢s importancia a disponer de este tipo de producto¡±. Ocaso apunta que existe un elemento diferenciador: el nivel de renta. ¡°En sus or¨ªgenes creci¨® con m¨¢s fuerza en algunas regiones con menor nivel de renta. El car¨¢cter familiar de las p¨®lizas ha contribuido a mantener en el tiempo esta diferente penetraci¨®n¡±.

Mapfre insiste en la clave de la renta y cree que el paso del tiempo no lo ha cambiado: ¡°Hist¨®ricamente ten¨ªa mayor aceptaci¨®n en ¨¢reas de menor poder adquisitivo y ahora, aunque las diferencias socioecon¨®micas entre zonas ya no son tan acusadas, la tradici¨®n permanece y no parece que esto est¨¦ cambiando sustancialmente¡±. La patronal Unespa apunta un aspecto m¨¢s para explicar este fen¨®meno: el arraigo religioso. Y a?ade que ¡°en las zonas donde tiene menos presencia, aparecen tasas de capilaridad superiores al 20%. Es decir, una de cada cinco personas tiene un seguro de decesos en lugares como Soria, Huesca o Baleares. Esto es una presencia nada desde?able¡±.

?Compensa este seguro?

Seg¨²n la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU), solo cuatro de las 50 p¨®lizas analizadas por ellos ¡°cobrar¨ªan un importe similar al que pagar¨ªa un particular contratando directamente con una funeraria¡±. La organizaci¨®n afirma que hay alternativas m¨¢s interesantes, ¡°como reservar un dinero en el banco destinado a pagar los gastos del sepelio o contratar un seguro de vida¡±. Ahora bien, ¡°si ya se tiene un seguro contratado y la esperanza de vida es corta, interesa mantenerlo¡±, advierten.

La ¨²nica ventaja de estos seguros frente a la contrataci¨®n directa de los servicios b¨¢sicos con una funeraria ¡°son ciertas garant¨ªas complementarias, como cubrir los traslados del cuerpo desde otras provincias o incluso desde el extranjero, formalizar parte del papeleo (certificado de defunci¨®n, consultas al registro de seguros¡­) o la asistencia en viaje, aunque en este caso la cobertura suele ser limitada y a veces se limita a casos de gravedad¡±, seg¨²n la OCU.

Por ¨²ltimo, cabe se?alar que los bancos est¨¢n volc¨¢ndose en la venta de seguros, pero en este ramo no parecen competidores peligrosos. ¡°La distribuci¨®n a trav¨¦s de agentes, corredores y las propias oficinas de las aseguradoras abarcaba el 91% del total de volumen de negocio del ramo a cierre de 2020¡å, afirman en Unespa.